El 5 de diciembre se realizó el “primer momento” del Congreso Extraordinario de la Unión Nacional de Trabajadores. Este Congreso culminará el 20 de febrero con la convocatoria a elecciones directas de las nuevas autoridades de la Central mayoritaria de la clase obrera venezolana. Es un paso adelante para superar la dispersión y desorganización que venía sufriendo el movimiento obrero del país.
Una declaración de principios autónoma, clasista, combativa, internacionalista y antiburocrática quedó planteada. Lo mismo que un programa transicional que marca las tareas de la clase obrera en la transición al socialismo y una coordinación nacional provisoria que conducirá el proceso que lleve a las elecciones directas, lo mismo que la junta electoral que deberá organizar esas elecciones.
Organizado por la mayoría absoluta de las corrientes que hacen vida en la Unión Nacional de Trabajadores (UNETE), siendo las mayoritarias, Marea Socialista y CTR, desde su fundación y decenas de sindicatos y federaciones independientes, más de 1000 delegados debatieron el 5 de diciembre en las instalaciones de la Universidad Bolivariana en Caracas. Este Congreso se realizó luego de un proceso de encuentros regionales que se vienen desarrollando desde el mes de septiembre en todas las regiones del país. En esos encuentros se constató la decisión de los sectores obreros más autónomos y combativos de avanzar a la reorganización de la UNETE como central mayoritaria de la clase obrera revolucionaria venezolana. Y fueron la clave del éxito primer momento del Congreso Extraordinario.
Una enorme representatividad
Con la participación de Federaciones y sindicatos nacionales, como los eléctricos, los de transporte (camioneros), la construcción. Lo mismo que dirigentes del sector petrolero y sindicatos del sector petroquímico. Y las representaciones de la Unión regionales de Trabajadores de los 12 estados que están organizados. Con los principales sindicatos de las industrias básicas, y todas las ramas industriales como alimentos, metalurgia y minería, finanzas, empleados públicos, comercio, salud y muchos otros, que eligieron más de 1000 delegados, el congreso de la UNETE mostró, sin ninguna duda, que es la central mayoritaria del país.
La incorporación de Eléctricos, Construcción, Transportistas y de las Industrias Básicas, lo mismo que las Uniones de los Estados Carabobo, Táchira, Zulia, Aragua, Bolívar, Anzoátegui, son un ejemplo de los sectores más combativos del último tiempo que vienen luchando por reivindicaciones de sus ramas de trabajo y por la profundización del proceso revolucionario, repudiando a la burocracia estatal, reclamando el Control Obrero de la industria, y el comercio y la nacionalización del transporte como lo lograron los gandoleros (camioneros) del combustible.
Estos sectores vienen desarrollando importantes luchas, tanto por los derechos obreros como en la lucha por el cambio de las relaciones capitalistas de producción.
Pero además se tuvo el honor de contar en el congreso con la presencia de delegados fraternales de Delegados de Prevención, una fuerza enormemente importante a nivel de cada empresa y de varios Consejos de Trabajadores, en especial los de Mercal que organizan a 4.000 trabajadores en todo el país. Sectores de campesinos y de estudiantes.
Principios revolucionarios y un programa transicional
Luego del debate de un documento de coyuntura, se dio paso a la discusión de una serie de principios rectores y del programa de la UNETE.
La democracia de base, la autonomía del Estado y de los partidos burgueses y pequeño burgueses, el internacionalismo y la solidaridad internacional, la defensa de los derechos de genero, figuran entre los principios fundamentales que fueron debatidos y aprobados en el congreso. La reivindicación de la clase obrera como sujeto histórico de la revolución socialista y la defensa de las reivindicaciones sociales, laborales y socio económicas de los trabajadores como también de las tareas transicionales que aporten a la profundización, rumbo al socialismo, de la revolución bolivariana, cruzaron los debates sobre programa. Un punto fundamental estuvo presente con mucha fuerza debido a la actual crisis financiera que se está desarrollando en el país: La nacionalización de toda la banca. Así como medidas para enfrentar la crisis actual del capitalismo y como afecta a la economía venezolana, el monopolio estatal del comercio exterior y el control y la gestión obrera de la economía nacionalizada quedaron votados con fuerza lo mismo que la exigencia del cumplimiento de la discusión de los contratos colectivos y la actualización salarial de acuerdo a la inflación.
Dirección provisoria para la elección directa
El Congreso se inició con la puesta a la orden de los cargos de los tres coordinadores nacionales de la UNETE que persistieron en esta organización y convocaron a la realización de este Congreso. Stalin Pérez Borges, Marcela Máspero y Orlando Pérez, declinaron sus cargos y se dio paso a la conformación de una mesa del Congreso que condujo también la conformación de la coordinación nacional que dirigirá la central hasta las elecciones directas planteas para abril de 2010.
Marea Socialista, CTR, Educadores Bolivarianos, Cruz Villegas (PCV), PPT, CMR, son las corrientes que junto a los compañeros y organizaciones independientes, integran la nueva conducción provisoria. El objetivo central de esta conducción es garantizar la elección directa de una nueva coordinación nacional legitimada por la participación democrática y directa de las bases obreras.
El segundo momento de este Congreso resolverá la fecha exacta de la elección y seguirá atentamente los trabajos de la junta electoral. Sin embargo tampoco están ausentes los reclamos sociales, económicos y políticos y las exigencias al gobierno sobre estos temas. Y sobre otros como el cese de persecuciones a dirigentes obreros tanto por las patronales privadas como por el patrono estado. El Congreso pudo concluir este momento exitosamente y con enormes perspectivas positivas por el respeto a la pluralidad y el ambiente de debate abierto, donde no se ocultaron diferencias, pero en el que se privilegio la unidad en la diversidad. Llamamos a los trabajadores y trabajadoras venezolanos y latinoamericanos a acompañar este proceso de reorganización de la clase obrera venezolana.
Algunos coordinadores nacionales electos
Stalin Pérez Borges, Marcela Máspero, Orlando Pérez, Ángel Navas, Marco Tulio Días, Vilma Vivas, Rubén Linares, Ismael Hernández, Zaida Gil, José Meléndez, Daniel Rodríguez, Roberto López, Wilmer Aguilar, Osman Cañízales, Igor Alcalá, entre muchos otros dirigentes de los trabajadores.
Este Congreso también muestra la lucha que existe al interior del movimiento obrero venezolano por poner en pie un nuevo modelo sindical.
Mientras que una parte minoritaria de los dirigentes sindicales del PSUV, intentaron hacer una central asociada directamente al partido, absolutamente dependiente y atada a las decisiones del PSUV. Ese es el sentido que tiene la conformación de la CST (Central Socialista de Trabajadores), central que casi no cuenta con sindicatos de base ni federaciones, pero si con diputados provenientes del movimiento sindical bolivariano y con funcionarios de gobierno.
Por otra parte, y lamentablemente, otro sector proveniente de la UNETE, la corriente dirigida por el compañero Orlando Chirino, viene en un curso divisionista y antidemo-crático que lo llevó a aliarse con dirigentes de la vieja central golpista CTV, repudiada por la totalidad de los trabajadores. En un rumbo cada vez más antidemocrático, este sector se negó a participar del congreso de UNETE y prefirió apostar a la división y la alianza con la derecha. Esperamos que este sector reflexione y vuela a la UNETE, ya que es una fuerza de existencia real, aunque minoritaria.
La legitimidad de la UNETE y de este Congreso esta dada por el respeto a la pluralidad, la democracia y la unidad en la diversidad.
* Coord.Nac.de UNETE, editor de Marea Socialista, Este articulo fue publicado en Alternativa Socialista, No 513.