La tercerización como consecuencia de la deshumanización en las relaciones de producción de las sociedades capitalistas, es la vía del propietario del capital para evadir su responsabilidad ante el hecho social del trabajo. La responsabilidad de un estado socialista es erradicar la tercerización y todo aquel que se defina como revolucionario debe combatirla.
Aceptarlo como un castigo divino de la Santidad del capital, es parecida a la condición de esclavos, impuesta a sangre y fuego por los Europeos a los pueblos negros e indios de África y América, la cual obedecía “con la complicidad de la iglesia” a leyes divinas, por tanto la esclavitud tenía que aceptarse como una condición sobrenatural.
La contratación informal y temporal impuesta por el gran capital desde finales del siglo XX, se ha venido imponiendo en Venezuela y ha permeado la totalidad de la estructura económica y social del país. Viene acumulando desigualdades entre iguales. Por un lado, trabajadores que acumulan prestaciones y antigüedad para sus jubilaciones, por otro lado, trabajadores cumpliendo los mismos horarios y actividades, pero sin una posibilidad real de obtener una estabilidad laboral y posterior jubilación. Frente a esta realidad, poco es lo que han hecho el estado en transición al socialismo, los sectores sindicales y los frentes de profesionales y técnicos del PSUV para combatir y mitigar esta perversión social. Al contrario, esta práctica se viene incrementando de forma masiva, en la administración pública (alcaldías/gobernaciones/institutos autónomos), incluyendo áreas que no justifican su práctica, como líneas de producción de bienes de consumo masivo.
En el caso particular de ejecución de proyectos, según la lógica del capital, se resalta la contratación de trabajadores temporales, por la condición de actividades temporales que ella implica, pero las mismas obedecen a circunstancias de país subdesarrollado, es decir, proyectos desarrollados por empresas de ingeniería y construcción, contratantes de mano de obra barata “transnacionales en general” que cumplen con entregas de proyectos para luego tirar a la basura como productos desechables, toda una fuente de experiencias y habilidades aprendidas y acumuladas en diferentes áreas técnicas, artesanales y profesionales. En definitiva, son costos reciclables y su interés, es evitar la acumulación de saberes en los países sub desarrollados. ¿Pero son tolerables estos criterios cuando los agentes contratantes son empresas del estado?. Veamos:
Con estos parámetros y con estos principios, se formaron nuestros Gerentes y Directores de Proyectos, su visión y responsabilidades no enfocan objetivos fuera de los linderos de las actividades que acarrean por separado sus proyectos, así serán evaluados y finalmente avalados por sus superiores. Su aporte al desarrollo integral del país no les compete, es aquí donde el Frente de Hacedores de Proyectos ha hecho propuestas y planteamientos para superar y para demoler estas barreras que nos condenan al subdesarrollo.
Actualmente, el estado viene ejecutando un ambicioso plan de desarrollo de nuestras fuerzas productivas con la creación de empresas industriales. Cada empresa requerirá de la ejecución de un proyecto por separado. Sabemos de las limitaciones en recursos humanos que esto acarrea, las dificultades que esto acarrea en las múltiples etapas de las áreas que componen el desarrollo de un proyecto, dificultades propias en cualquier tipo de proyectos sea nacional, internacional ó universal, pero que finalmente impactarán los tiempos de ejecución y retrasarán el inicio de operaciones de esas empresas que tanto ambicionamos para nuestro desarrollo.
Ante esta seria realidad proponemos:
1.- Creación de un nuevo modelo de gestión gerencial en la ejecución de proyectos nacionales. La misma deberá ampliar no solo una nueva visión de aprovechamiento de nuestros recursos humanos, sino también nuevas oportunidades de desarrollo nacional.
2.- La incorporación de Profesionales y Técnicos “actualmente desocupados” que durante los últimos 35 años “desde las empresas de Ingeniería de consulta” desarrollaron la mayoría de los Proyectos Mayores ejecutados en el país.
3.- Para la recuperación de recursos humanos actualmente subutilizados en actividades ajenas a su formación profesional, se sugiere la creación de una base de datos vía Internet, donde especialistas y artesanos de las diferentes áreas del conocimiento en la ejecución de proyectos, puedan registrar sus capacidades y habilidades.
4.- Fortalecimiento de nuestras capacidades en todas las áreas profesionales mediante el uso de nuevas herramientas tecnológicas.
5.- Creación de Mesas de Trabajo para abordar y profundizar las discusiones sobre el tema.
Estamos seguros que el país cuenta con los recursos humanos necesarios para enfrentar los retos tecnológicos que nuestro proceso revolucionario se ha propuesto. Contar con una mejor organización del recurso humano con experticia disponible, asegurará que en un corto plazo Venezuela se convierta tal como afirma nuestro presidente, en una potencia tecnológica regional.
Frente de Profesionales y Técnicos Tercerizados Socialistas de Paraguaná
montes-r@hotmail.com