Últimamente paso por una racha de ligero despecho que me anima escuchar, una y otra vez, rancheras. Pero no cualquiera, no, solo las muy famosas del inolvidable Juan Gabriel. Justamente recuerdo el año en que estuvo el artista en Miraflores cantando las Mañanitas para Nicolás. Busco el video, fue en 2013 cuando apenas cumplía 51 años, era el período más duro, inicial de su presidencia. Sin embargo, los años no perdonan: estaban Nicolás y Cilita muy lozanos, sin canas, y con el rostro ilusionado al tener frente a ellos a un verdadero artista de la gloria mexicana. Recuerdo en ese momento que me apenó la vejez de Juan Gabriel, notoria no solo en su rostro hinchado, sino en la falta de fuerza de sus cuerdas vocales llevadas hasta el paroxismo, a su mayor esfuerzo para lucir bien frente a un presidente latinoamericano. Ya ese mismo año celebraba sus cuarentas años en el escenario (1, 2).
¡Cómo quisiera yo ahora una serenata de Juan Gabriel! ¡Pero las de amor despechado, las tristes, como aquellas de que "se me olvidó que me dejaste… se me olvidó que solo yo te quise!" Soy de la época de cuando aún llevaban serenatas a las jovencitas. Recibí una conmovedora a mis quince primorosos años. Bella tradición que se ha perdido. Ojalá regresara de nuevo como están regresando muchos aspectos culturales en la Misión Viva Venezuela.
Probablemente esta obsesión con mariachis tiene que ver con el recuerdo que Diosdado mostró en su Mazo Dando cuando en un video, Hugo Chávez, en un teatro lleno de mujeres, cantaba la canción de Juan Gabriel, siempre él: seré la gata bajo la lluvia y aullaré por ti… Si me encuentras por ahí, bríndame un café y hazme el amor….
Logró el Comandante hacer corear a todo ese mujerero que cantaban y aullaban como la gata despechada, más bien felices con su presidente quien las motivaba como una star hollywoodense. Al igual que lo hacía ese extraordinario artista mexicano, nuestro presidente se las sabía todas toditas, desde golpes y traiciones, hasta amor supremo por el pueblo y por Venezuela.
Dando vueltas y tumbos por internet escuchando las canciones viejitas, me topo con un video sensacional, de los mejores desde mi punto de vista, el de Juan Gabriel cantando en el Palacio Nacional de Bellas Artes en México (3).
Hasta que te conocí. Música que vibra en la piel, con sus ritmos candentes y repetidos, lentos muy lentos que enlazan con la melodía múltiple de guitaras y luego, más luego, la plenitud con la orquesta, notas que exaltan nuestros sentidos y que, incluso me atrevo a escribir, simulan los altos y bajos, los de arriba, los de abajo, los del frente, los de atrás, el camino lento, sinuoso, de disfrute insaciable, que parece no llegar, se hace desear, se vuelve insoportable, hasta que sí, cuando aparece es el éxtasis máximo. Si lo escuchan con atención entenderán que esta reflexión no es tonta ni escatológica como diría mi amigo el innombrable. Esa música es poesía pura, sexo total, erotismo en mayúscula.
Y Juan Gabriel jugando todas esas emociones con su público desenfrenado allá en el Palacio Nacional de Bellas Artes, con esas mil quinientos noventa almas que aplauden a más no poder, lanza la impactante frase ¡no me provoquen!
De ahí, apreciados lectores, el título de este texto, todo inspirado al inolvidable cantante mexicano que últimamente hace parte de mis días, de mis caminatas por el parque, pero también durante las horas de tráfico que ya no molestan pues acompaño el canto a todo pulmón por las calles.
¡No me provoquen! Pues sí, están pasando muchas cosas en nuestro país, por no dispersarme con la intensa dramática situación internacional, cuando luego del triunfo de Trump, pusimos todas nuestras esperanzas de cumplir su promesa de ya no más guerras. Veremos si nuestra ingenuidad se sostiene.
Pero la guerra fuerte también está en Venezuela. Guerra sicológica, guerra manifiesta, guerra escondida y traducida con un hilo sutil que viaja desde aquí, a Colombia y la que mal llaman madre patria. Odios van y odios vienen, entre escandalosas guacamayas y exigentes helechos que son un fastidio pues hay que regarlos a diario. So pena que tu casa parezca abandonada y en desidia.
Pero también nuestro país lleno de congresos por acá y por allá, muchos, tal vez demasiados, no por el gasto de la nación para estos eventos internacionales pues sin duda logran su propósito, sino porque distraen de la situación real. Menos mal que el amigo de Diosdado no se distrae. Y me dio mucho gusto la supervisión, por ejemplo, de la avenida principal de Las Mercedes donde se "descubrió" la pista de carreras luego de la medianoche. De ahí vemos cómo la policía de Baruta no hace nada y es cómplice de estas situaciones, alcalde de por medio. Solo se preocupan por cobrar estacionamiento a un verde la hora, buscando real por todas aquellas aceras que puedan pintar de verde (4).
No me provoquen. Así como esta misma policía no se apersonó, a pesar de estar en las esquinas muy cerca del Centro Comercial Paseo Las Mercedes, uno de mis favoritos por ser vintage, de los años setenta. Pues al no apersonarse estos oficiales del servicio público, unos cuantos degenerados, imagino con muchos testigos inmóviles, mataron a golpes al joven diseñador Luis Braccal, el cual tuvo posibilidad de denunciarlos por las redes y mostrar su rostro desfigurado, aunque no sus órganos vitales destrozados que solo detectaría la autopsia (5).
Y sin salir de la urbanización las Mercedes de esta ciudad donde nací y vivo, ese plan macabro de #NOALANAVIDAD, recientemente descubierto en sus primeros indicios en el Zulia (6), y con gran inteligencia y esmero analizado por Pérez Pirela (7), se encuentra muy bien representado y en todo su esplendor por un enorme, gigante, monstruoso lazo negro con el que el negocio AVANTI, en la avenida Río de Janeiro, decoró la fachada del lujoso edificio contenedor de exquisiteces de ropa y alimentos solo para los que tienen muchos verdes en sus bolsillos. Lo sé porque mi hijo fue a curiosear, así como una cuñada sifrina. ¡Me niego a entrar!
¡No me provoquen! El pasado año recuerdo que el lazo gigante, que además envolvía ese edificio comercial como un regalo gigante, era de color rojo. Muy bello. Pero ahora, en estas navidades, nos mandan un mensaje subliminal de que "estamos de luto, lo sabemos, estamos compadeciendo a toda esa clase social media alta que no puede salir del país por falta de recursos extras, pero sí se consuela en negocios como AVANTI y Cinecittá para sentirse en las nubes, aunque estén tragando tierra". Si, el lazo negro es indudablemente para aquellos que se dicen oposición, un símbolo de luto, de duelo, porque ganó otra vez el chavismo y ya no hay vuelta atrás, ahora sí completamente irreversible.
Apreciados lectores, vivo cerca de Las Mercedes, en una zona "acomodada" y aquí, una casa sí y otra también, se están vendiendo, a precios muchos menores que los que se usaron para adquirirlas hace unas décadas atrás. Me encanta una venta de garaje, y de esta forma conozco familias enteras, viviendo toda una vida en la zona, que agarran sus macundales y se van del país. Algunas interesantes como los descendientes directos del hermano de Ezequiel Zamora, cuya propietaria quiso regalarme un retrato del prócer de la independencia. Quien me dice no tuvo hijos. Otras de vecinos muy cercanos donde por la prisa de la mudanza botaron a la basura muchas pertenencias del propietario, un reconocido y admirado general, incluyendo diplomas, reconocimientos, retratos de sus hijos, etcétera. Su esposa es descendiente del hermano ilegítimo de Simón Bolívar, por lo que también rescaté un cuadro gigante con toda la genealogía de los Palacio-Bolívar.
Da dolor presenciar cómo se desintegra una casa con miles recuerdos que, a la postre, van a la basura, condecoraciones, premios, diplomas. Ya no habrá espacio para guardar esas cosas cuando su único hijo, muy mayor, se refugia en un asilo en Valle Arriba, disponiendo solo de un pequeño cuarto. Tampoco habrá ya espacio para conservar el vestido de novia diseñado por Piera Ferrari, para una miss Venezuela que vive desde hace años en Miami. Ni tampoco el aguamanil de la abuela que nadie puede arrinconar.
Sufro por eso: intentar rescatar el pasado, siempre el mío, pero también de los otros, con pertenencias de valor sentimental, o valor antiguo, de cosas que ya no se hacen más, que se regalan o venden a precios de gallina flaca. Por el apuro en partir, salir corriendo, huir.
¡No me provoquen! Ese enorme y tétrico lazo negro de AVANTI lo dice todo. Ojalá que el nuevo gobernador de Miranda (o el mismo amigo de Diosdado en su patrullaje) lo mande a quitar ipso facto. Es de mal augurio para los que queremos disfrutar de la victoria del chavismo, sin pensar en los rafael ramírez, tarek el aissami, tellechea, que en algún momento nos quitaron el sueño. Porque la Navidad es eso: rescatar lo bueno, los afectos, la solidaridad y olvidarnos por un momento de todos aquellos que hacen el mal y/o nos lo desean.
Por eso me encanta escuchar a Juanga, olvido los pesares, o porque los revivo y así se olvidan, la sensibilidad se acrecienta, los olores se agudizan, y la vista desea llenarse de ¡árboles de navidad, pesebres venezolanos y lazos rojos!
¡No me provoquen! Como sí me provocó Daniel Estulin, nuevamente, entrevistando en su canal ni más ni menos a rafael ramírez (a ese mismo, el de antes), hablando mal como siempre, de Maduro, pero también de el aissamil. Asco fue lo que mandé por el chat en vez de saludos (8). Las minúsculas quieren indicar desprecio.
¡No me provoquen! Sin olvidar los reiterativos llamados al diálogo, justamente dentro de ese espíritu navideño que nos inspira desde octubre, país genial donde la navidad se disfruta por más tiempo y nos prepara poco a poco para la gran alegría del nacimiento de Jesús, el que nos abrió los ojos al mostrarnos la vida eterna y la resurrección de los muertos.
Diálogo sí, uno y muchos más pero también, San Nicolás, con los venezolanos en el país que alguna vez creyeron y manifestaron su coincidencia personal con el chavismo. Personeros de este gobierno los han maltratado, insisten en llamarlos traidores, sin recordar la grandeza de Hugo Chávez que luego del golpe de estado sacó la cruz del Cristo. Pero no para los golpistas de entonces, ahora y siempre. ¡NO! Esos ya no tienen perdón alguno.
Por la falta de tacto político, y hasta de inteligencia emocional, han dejado que aumente el número de nuevos internos voceros, y proliferen las llamadas plataformas. Antes fueron amigos, y ahora manifiestan con crudeza, rencor, y (cuidado) a veces hasta con inteligencia, los errores que siempre existen en nuestro gobierno bolivariano, como muchas veces he señalado, por sufrirlos en carne propia.
¡No me provoquen! Pues no contaré más nada para no servirle en bandeja de plata argumentos al enemigo sediento de tontos como esos. Lamentablemente tenemos el peor ejemplo en la Bolivia, con Evo Morales y el Presidente Arce. Recomiendo el análisis que hace el filósofo Rafael Bautista sobre el tema. Excelente reflexión para comprender tal desatino (9).
Apreciados lectores, desde que te conocí… me animan a escribirles y hacer catarsis. Gracias por ello. ¡Viva México! ¡Viva Juan Gabriel! ¡Viva la nueva digna Presidenta Claudia Sheinbaum!
Pos claro: ¡Viva Nicolás Maduro! ¡Viva la Venezuela Bolivariana! Sin lazos negros, ¡por favor!
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https://diariovea.com.ve/piques-ilegales-estan-prohibidos-28-carros-decomisados-por-esta-accion-en-las-mercedes-video/
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https://www.aporrea.org/ddhh/n398518.html
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https://youtu.be/m4vZqxUsJjA?si=U78pX27nC6-jTGiK
