3 agosto 2017 - Mark Malloch Brown, el barón inglés que dirige la compañía de voto electrónico Smartmatic, viene trabajando en la promoción del establecimiento de un gobierno de transición en Venezuela. En tal sentido ha alertado a la UE y los Estados miembros para estar preparados para ofrecerle asesoramiento y asistencia técnica.
Asi lo indica un informe del International Crisis Group, organización fundada por Malloch, que declara como su objetivo la prevención de conflictos armados.
El documento, que forma parte de la Watch List 2017 (lista de vigilancia) del grupo, fue publicado el 20 de julio y estimaba que en la elección de la Asamblea Constituyente sólo participaría el 20 por ciento de la población habilitada para votar.
Ese error de estimación podría explicaría la declaración de Smartmatic cuestionando la transparencia del proceso y acusando a la autoridad electoral de haber incorporado un millón de electores por sobre la real participación.
Asimismo pronostica que, de realizarse la elección, es probable que “haya más violencia”. Paradójicamente, despues de los comicios, en los que la participación superó el 41 por ciento, los incidentes de violencia, derivados de marchas no autorizadas y cierres de vías, no han vuelto a ocurrir.
El informe, que tiene una narrativa apocalíptica, reconoce que “no hay solución rápida para la crisis de múltiples capas que Venezuela enfrenta” y argumenta que sin una división en el gobierno y entre los militares, el plan de la Asamblea Constituyente “parece imparable”.
El escenario descrito es bélico pues existe, dice el informe, un grave peligro de violencia a una escala hasta ahora inaudita, y una nueva ola de emigración es probablemente inminente.
Al tiempo que describe “la acelerada ruptura de los servicios de salud y otras infraestructuras vitales, el hambre creciente y la escasez de bienes básicos, junto con las crecientes tasas de delitos violentos”, que constituyen una amenaza evidente no sólo para los venezolanos, sino también para los países vecinos y la comunidad internacional en general.
Asimismo, en forma resumida, muestra el modelo informativo que en el ámbito global se impone, y que ha terminado por contar la historia al revés, es decir, presentando la acciones de violencia opositora como “manifestaciones por la democracia” y culpando de la misma al gobierno de Maduro.
Reconoce, sin embargo que hay un conjunto de elementos que se definen como La Resistencia, quienes hablan en privado de una “resistencia armada” y advierte que “con millones de armas ilegales en manos privadas, armar guerrilleros urbanos podría no ser difícil”.
En el mediano plazo, la organización que dice monitorear más de 60 conflictos en todo el mundo, coloca sus esperanzas, del fin del chavismo, en el comportamiento de la economía a mediano plazo y pronostica que “existe la posibilidad de que el gobierno venezolano se derrumbe bajo la carga de una deuda externa impagable y de ingobernabilidad interna”, aunque sin provocar necesariamente el restablecimiento de la democracia. Si bien la mayoría de los analistas creen que Caracas puede hacer los pagos del servicio de la deuda de este año, se enfrenta a un severo desafío en octubre / noviembre, cuando llegan alrededor de US $ 3.500 millones.
A pesar del escenario derrotista, con que se describen las posiciones del antichavismo, Crisis Group advierte que los gobiernos interesados deben preparar una estructura de negociación para cuando cambien las condiciones. Esto incluye la creación de un “grupo de contacto” de cuatro o cinco paises designados por las partes.
Asimismo la propuesta, con un claro enfoque europeísta, plantea que los paises de la UE con estrechos vínculos con la región (en particular con el Caribe) deberían utilizar su influencia para ampliar el apoyo a esta propuesta, especialmente entre los cercanos al gobierno venezolano.
También sugiere acciones para generar algún tipo de presión desde la UE contra Rusia y China, como países tenedores de deuda venezolana, y saluda como auspiciosa la gestión que ha intentado el mandatario colombiano, Juan Manuel Santos, ante el gobierno cubano.
Las demandas son las mismas planteadas por la oposición, aunque parten de falsas premisas: elecciones libres y justas y el restablecimiento de la norma constitucional como requisitos previos esenciales para las relaciones normales, así como para el apoyo financiero de emergencia.
Pese al pesimismo sobre una “solución rápida” el informe no puede evitar la opción de la fuerza y al final precisa que la UE y los Estados miembros también deberían estar preparados para ofrecer asesoramiento y asistencia técnica a un gobierno de transición, en caso de que se establezca..
Sin duda, el resultado de la elección constituyente modifica esa percepción inicial y obligó a Malloch a activar los recursos a su alcance, incluyendo a Smartmatic para intentar descalifica los resultados. Todo indica que no lo lograron.
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