8 agosto 2017 - De pulcro, diáfano y con una gran eficacia técnica todo el proceso electoral calificaron los tres políticos españoles que asistieron como observadores a la elección de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) en Venezuela, el pasado 30 de julio, refrendaron hoy la absoluta transparencia de esos comicios, a través de una rueda de prensa en el Círculo de Bellas Artes de Madrid.
El exeurodiputado socialista Vicent Garcés; el responsable de Extensión Internacional de Izquierda Unida, Francisco Pérez; y la senadora de ese último partido Vanessa Angustia defendieron de manera categórica la legalidad de la Constituyente.
Durante su estancia en la República Bolivariana los tres analizaron el funcionamiento del sistema electoral venezolano y realizaron tareas de seguimiento y observación en numerosos colegios el día de la votación, junto a decenas de expertos de varias naciones.
Garcés, Pérez y Angustia -esta última intervino en videoconferencia- destacaron la labor del Consejo Nacional Electoral, al garantizar el derecho al sufragio de todos los ciudadanos pese a condiciones de extremo bloqueo y violencia en lugares focalizados del territorio.
Contrastaron el desarrollo de las elecciones en los barrios populares de Caracas, donde hubo total limpieza y normalidad, con las barricadas y el bloqueo de los colegios que impidieron el voto tranquilo y sereno en zonas opulentas de la capital venezolana.
Además, resaltaron el nivel de participación para la designación de la ANC, casi el 42 por ciento del censo, un porcentaje que -enfatizaron- fue muy significativo teniendo en cuenta el llamado al boicot realizado por sectores de la oposición.
El otrora eurodiputado del Partido Socialista Obrero Español insistió en la nitidez y en la perfección del proceso impulsado por el gobierno constitucional del presidente Nicolás Maduro y el poder electoral, el mismo que organizó, recordó, los comicios ganados por la derecha.
’De las 21 elecciones democráticas y contrastadas que se hicieron en Venezuela apenas dos fueron perdidas por los actuales gobernantes. Las más recientes del 30 de julio fueron ganadas también. Es incontestable el resultado’, manifestó.
Sobre su estancia en la nación latinoamericana, Garcés comentó que en Venezuela hay un proceso de radicalización agudo, donde las técnicas de desestabilización del sistema político se están aplicando todas desde hace tiempo, denunció.
’Tuve ocasión de vivir el proceso de la Unidad Popular en Chile, entre 1970 y 1973, y cosas que allí viví las estoy viendo repetir en Venezuela en estos momentos’, advirtió.
’El acaparamiento de medicamentos y alimentos, la desestabilización del sistema financiero y político y la violencia, son mecanismos que siempre se utilizan cuando democráticamente no se puede ganar’, indicó.
A su juicio, existen sectores poderosos de la sociedad venezolana, cuyos privilegios ven peligrar, que cuando democráticamente no pueden ganar utilizan otras vías.
’En Chile utilizaron la vía del golpe de Estado y derrocaron violenta y militarmente (al gobierno de Salvador Allende) e instauraron una dictadura en 1973’, evocó el político español.
Aunque estimó que en Venezuela eso no está sucediendo, afirmó que sectores internos y externos estarían por propiciar, en ausencia de una victoria democrática no conseguida hasta ahora, cauces no pacíficos para derrumbar a un gobierno y un presidente legítimos.
Garcés confió, no obstante, en el pueblo del país sudamericano, en sus instituciones y su Constitución, y en que las vías no democráticas y no pacíficas de cambio político finalmente no se ejerzan.
Sobre la decisión de algunas naciones de desconocer la ANC, dijo a Prensa Latina que en Venezuela ocurre un proceso de aceleración en el ataque a sus autoridades, unas de las últimas que quedan de esa línea de cambio y progreso iniciada a principios de este siglo.
Para Garcés, la estrategia utilizada contra la República Bolivariana se enmarca en las constantes y perversas agresiones contra los gobiernos progresistas en Latinoamérica que desde hace varios años intentan construir alternativas políticas al neoliberalismo global.