El presidente brasileño, Lula da Silva, aprovechará su visita a Guyana para intentar apaciguar las tensiones con Venezuela por el Esequibo. El analista Marcio Olímpio dijo a Sputnik que una escalada sería "un fracaso" para la intención de Lula ser un "líder regional" y subrayó la importancia que Guyana adquirió para la economía regional.
La tensión entre Venezuela y Guyana por la región del Esequibo es uno de los asuntos en la agenda del presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, que esta semana viaja a Georgetown, la capital guayanesa, para participar de la 46° Cumbre de la Comunidad del Caribe (Caricom). En efecto, la agenda del líder brasileño incluye un encuentro bilateral con el presidente de Guyana, Irfaan Ali, con quien también pretende abordar temas de la creciente relación comercial entre ambos estados.
Antes del viaje, y según recoge Agencia Brasil, la secretaria para América Latina y el Caribe del Ministerio de Relaciones Exteriores brasileño, Gisela Padovan, destacó que a Brasilia "no le compete" el diferendo específico por la región del Esequibo, pero sí "facilitar el diálogo" entre los países y asegurar que "la solución sea una cuestión bilateral y de respeto a los tratados internacionales".
"Hay una preocupación del Gobierno brasileño de que Sudamérica esté lejos de las tensiones geopolíticas internacionales. Se cree que la tensión entre los países de la región pueda generar una cercanía a las de grandes potencias en otras partes del mundo", dijo a Spuntik el analista internacional Marcio Olímpio.
De acuerdo al experto, el Gobierno brasileño teme que una escalada de las tensiones entre Venezuela y Guyana pueda involucrar en la región a potencias como EEUU y sus empresas multinacionales en apoyo a Guayana, y potencias como Rusia o Irán, aliados de Venezuela. "Para Planalto (sede del Ejecutivo brasileño) esas tensiones deben estar lejos de aquí", enfatizó el analista.
Para OlImpio, la relevancia que Brasil le da al asunto había quedado demostrada a finales de 2023, cuando el país decidió reforzar las unidades militares de las zonas cercanas a las fronteras con Venezuela y Guyana, en el norte de su territorio.
El analista aclaró que "consejeros diplomáticos y militares tienen una idea general de que es muy poco probable que ocurra una escalada militar", por lo que la acumulación de fuerzas en la zona debe interpretarse más como "un movimiento principalmente diplomático" que apunta a "enviar el mensaje de que Brasil no quiere un aumento de la tensión militar allí".
Más allá de que el diferendo involucra a dos países que comparten la frontera norte con Brasil, el interés del Gobierno brasileño por el tema se relaciona, también, con el papel de la figura de Lula en la región.
"Hay un interés en el Gobierno de Lula de demostrar a los Gobiernos de la región la capacidad de Brasil para ejercer un liderazgo en favor de la paz regional. Una escalada de la tensión entre Venezuela y Guyana podría verse, entonces, como un fracaso de Brasil en su objetivo de ser este actor diplomático continental con la capacidad de mantener la paz", analizó Olímpio.
A esto se suma, enfatizó el experto, que en los pasillos del Gobierno brasileño existe la convicción de que Brasil es, actualmente, "el único país de Sudamérica con la capacidad de influencia para intermediar en las tensiones regionales e incluso en otras partes del mundo".
Olímpio también consignó que el respaldo al Gobierno venezolano también encuentra algunas voces discordantes incluso dentro del ejecutivo brasileño, donde el mayor apoyo a la gestión de Nicolás Maduro se concentra en los dirigentes que integran el Partido de los Trabajadores. El analista advirtió que si bien hay "una cercanía política" del núcleo central del Gobierno de Lula hacia la administración de Maduro, una escalada del conflicto en la región del Esequibo podría generar "un alejamiento estratégico de Brasil hacia Venezuela".
Al mismo tiempo, Brasil se mantiene muy expectante del efecto que el rápido crecimiento económico de Guyana repercute en el comercio bilateral y la propia economía brasileña. "Guyana se está volviendo cada vez más importante para la región y para Brasil", sentenció el experto.
En efecto, los hallazgos hechos en 2015 por la empresa ExxonMobil dotaron al país sudamericano de reservas petroleras de 11.000 millones de barriles, con capacidad para extraer unos 400.000 barriles diarios, lo que convierte al pequeño país en un actor relevante en el mercado petrolero regional y mundial. En este contexto, según consigna Agencia Brasil, el comercio bilateral entre Guyana y Brasil pasó de 70 a 1.300 millones de dólares en los últimos tres años, especialmente en materia de petróleo y derivados.
"Brasil entiende que al crecer la economía de Guyana habrá un estímulo para que crezcan las economías de los estados brasileños vecinos al país. Eso es importante para Brasil porque esos estados (Roraima y Pará) son relativamente muy pobres en comparación con los de la región centro-sur", explicó Olímpio.
El experto subrayó que, en ese marco, es que funcionarios del Gobierno brasileño se debaten entre el apoyo a Caracas y el mantenimiento de "una relación positiva desde lo diplomático y comercial" con Georgetown.
El analista añadió que, además, existe en Brasil un "discreto interés" en "que se evalúe la posibilidad de exportar crudo en el norte del país, principalmente en el margen ecuatorial de la Amazonía brasileña", una zona vecina a la región en que Guyana encontró petróleo. Olímpio remarcó que "cualquier tensión militar en la región es mala para Brasil" en este punto.