El Plan de la Patria y la Pequeña Minería (III)

En esta Tercera entrega (anteriores http://aporrea.org/actualidad/a163935.html, y http://aporrea.org/actualidad/a164339.html ), estaré escribiendo sobre mi visión de cómo se podría alcanzar el éxito esperado partiendo de lo escrito por el comandante Chávez en el Plan de la Patria 2013-2019, esta serie de artículos que escribo sobre esta materia, no son mas que algunas sugerencias que salen del haber vivido por muchos años en áreas mineras, haber trabajado con ellos en su organización, en sus proyectos, de ver la poca atención que se le ha dado a este sector de la economía, de saber que Venezuela cuenta con unas excelentes reservas de oro pero este beneficio económico que ha recibido la nación no se ha revertido en mejoras sociales y laborales a los pequeños mineros y de tener ahora la mejor de las armas (Plan de la Patria 2013-2019)para lograr el desarrollo social o como lo decía el Comandante Hugo Chávez el “BUEN VIVIR” de la población minera.

El punto, que tratare hoy es el:

3.1.15.12. Organizar la pequeña minería, concentrada en la explotación de oro y diamante, en unidades de producción donde el Estado brinde apoyo tecnológico y financiero para proteger la salud de los trabajadores, los recursos naturales y el medio ambiente.

Ya en Venezuela se realizó un ensayo de financiamiento y asistencia técnica a los pequeños mineros (aunque este al final resulto ser mal utilizado por una empresa extranjera para así obtener indulgencia del estado y como es lógico en este caso termino en fracaso), este ensayo se realizó en áreas de minería aurífera subterránea, entre las enseñanzas que dejo este, podríamos mencionar que el apoyo técnico y financiero es necesario y esencial, para ver a mediano plazo un verdadero desarrollo sustentable de la Pequeña Minería con un bajo impacto ambiental. Otra enseñanza que nos dejo es que este apoyo solo debe provenir del estado, para así asegurar que no se distorsionaran los objetivos fundamentales de este proyecto y garantizar a mediano y largo plazo la continuidad del mismo.

En cuanto a lo escrito Por el Comandante Chávez (en lo que podríamos llamar su última Obra Maestra el “Plan de La Patria 2013-2019”), en este inciso donde que se refiere a la Pequeña Minería, queda claro su interés en ver a los pequeños mineros organizados y desarrollados social, técnica y económicamente, legado que ha pasado a buenas manos para su ejecución quedando está bajo la responsabilidad de El Presidente Nicolás Maduro, quien se ha comprometido públicamente hacer de este plan el eje rector de las políticas de desarrollo del país y de El Ministro Rafael Ramírez, quien será el ejecutor de estas directrices, sabemos, quiénes conocemos sus trayectorias que está en las mejores manos para cumplir con él.

¿Cómo alcanzar esta meta?

El primer paso, sería realizar un censo poblacional, minero y ambiental, donde se determinarían las características y necesidades sociales, patrones de explotación minera, tipo de minería en las diferentes poblaciones y daños ambientales; para así tener al detalle las realidades de cada sector o comunidad y atacar las debilidades que presenta el estado (en cuanto a salud, educación, alimentación y recuperación ambiental).

Segundo Paso: Iniciar de inmediato luego del censo, la aplicación de regla de las “Tres R” como lo definió nuestro comandante eterno Hugo Chávez la tarea de “revisión, rectificación y reimpulso de la Revolución Bolivariana en cada una de las comunidades estudiadas.

Tercer Paso: Crear las Unidades de Producción Minera, (UPM) en cada uno de las poblaciones atendiendo de manera específica las particularidades de cada población. Para luego iniciar con la preparación técnica de los mineros en las diferentes áreas de trabajo: mantenimiento de equipos, ambiente, cooperativismo y mancomunidad, seguridad industrial, manejo de explosivos y manejo de maquinaria pesada entre otras.

Partimos de la idea de que el estado cuenta con suficiente información geológica que permite ubicar estas Unidades de Producción Mineras (UPM), en zonas con yacimientos medianos (entre 50.000 y 100.000 Oz de reserva) lo que permite garantizar la sustentabilidad económica de los diferentes proyectos.

El Cuarto paso: Comenzar con el desarrollo de la actividad minera siempre supervisada por personal especializado, pero ejecutada esta vez por personal debidamente preparado proveniente de las propias comunidades.

El Quinto paso: A iniciar la producción aurífera o diamantífera, se debe destinar parte de los fondos obtenidos a la recuperación ambiental y esta tarea debe estar supervisada tanto por las contralorías sociales de los consejos comunales, como por personal especializado que debe ser aportado por el estado.

Estos cinco pasos deberían dar resultados satisfactorios en tres fases: A corto plazo en cuanto a la consolidación del habitad de las comunidades; a mediano plazo el fortalecimiento del poder popular y las comunas por lo tanto de la Revolución Social; a largo plazo en la producción aurífera que incrementaría las reservas de oro y la recuperación ambiental de áreas afectadas por la actividad minera descontrolada.

Siguiendo estos pasos podríamos lograr un habitad mas humano, digno, se estarían sentando las bases de la estabilidad económica y laboral, para las futuras generaciones de mineros; así se atacaría directamente el contrabando del oro y diamante, y nos sentiríamos orgullosos de llamarlo Revolución Minera.

@enmaduro

enriquemaduro@gmail.com



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