El papel de la micro política en la macro política

Confundir la micro política con la macro política puede llevar a la vanguardia de los procesos políticos a derroteros inciertos donde se pierda la orientación estratégica y los objetivos de largo plazo. Una confusión que intercambia objetivos y estrategias por improvisación, inconsistencia ideológica, culto a la personalidad, guerra de egos y desarrollo de las contradicciones internas destructivas que paralizan o aniquilan a las organizaciones sociales. Esta confusión los hacen presa fácil de las políticas imperiales.

La micro política se caracteriza por las pequeñas jugadas de los distintos actores nacionales o internacionales cuyo fin es ganar posición en la guerra, de cara a la victoria final: de cara a la imposición de los objetivos y dominio sobre el oponente. Estos movimientos tácticos mantienen a las distintas clases sociales pegadas de un televisor o de un diario. Son micro jugadas que cuentan con la particularidad de acaparar la atención y distraer al pueblo. En especial tienen la capacidad de minar la mente de los oponentes y de sus seguidores, especialmente de sus opinadores e intelectuales; para agudizar sus propias contradicciones, exacerbando sus miedos e inconsistencias ideológicas.

La micro política se basa en elementos tácticos que ocultan lo estratégico; haciéndonos vivir el día a día, sin recordar ni siquiera el pasado cercano. En ella los hechos se presentan aparentemente inconexo. Esas tácticas persiguen hacer que las distintas clases sociales reaccionen a voluntad; en el sentido propuesto por quien propone el movimiento; y procurando, por otra parte, que el oponente actúe en contra de sus propios intereses. La micro política si bien es un elemento impulsor de acciones tácticas puede distorsionar o consolidar la conciencia de la clase trabajadora, dependiendo de si procura hacerlos conscientes o no de la estrategia y los objetivos de largo plazo. De allí la importancia, para el análisis, de contextualiza los hechos en el marco de la estrategia que se desarrolla y de los objetivos de largo plazo que se persiguen. Los que viven en y de la micro política sólo conocen reacción y acción. Este trabajo si bien muy importante en los procesos sociales no deben perder de vista la macro política; ya que obviarla, puede poner a los actores de la micro política en el juego del oponente, dividiendo fuerzas y debilitando las propias posiciones en la guerra política, económica y social nacional y/o internacional que se libra .

La macro política esta basada en los objetivos a largo plazo (en nuestro caso en el plan socialista), en la estrategia de gobernabilidad que impone la situación actual (o concreta) y en la capacidad del gobierno para sortear las dificultades y conseguir los objetivos. En este marco la micro política con sus juegos tácticos desempeña un papel importante en la viabilidad de la estrategia. Los movimiento macro político se construyen ganando posiciones a través de la micro política. En una guerra en tiempo de paz el campo político conoce de retroceso o desviaciones que pueden resultar en avances o aparentes avances en la macro política como también pueden resultar en retrocesos o inclusive traiciones. Todo depende de que estas acciones den o no paso al logro del plan de largo plazo.

Muchos actores de la micro política hacen culto a la personalidad de quienes hacen macro política porque no entiende como algunos actores avanzan y, por otra parte, se sienten muy cómodos tras el manto de los éxitos que logran. La micro política no siempre, o la mayor de las veces, no crea conciencia revolucionaria sino adeptos o adictos al dogmatismo, al caudillismo o al día a día. El papel de los revolucionarios es asumir la micro política desde un punto de vista tal que contribuya a dar forma y viabilidad a la estrategia revolucionaria que permita consolidar las condiciones objetivas y subjetivas (conciencia de clase) que hagan realidad los planes revolucionarios socialistas de largo plazo. En ese sentido, la traición se define como la realización de acciones que conlleven a desviaciones en el plan revolucionario. Esto es, al reformismo del sistema capitalista y/o al retroceso organizativo y de conciencia en la construcción del socialismo. En tal sentido, la táctica debe ser pensada y analizada para entender sus fines y logros respecto al avance estratégico revolucionario.

Muchos actores de la micro política alejados de la macro política sustituyen la realidad en que se encuentra el proceso social por sus deseos o por los privilegios de sus posiciones de poder. Estos actores pueden hacer un grave daño a los procesos sociales al jugar a la desorientación cuando defienden sus privilegios y egos. Estos actores no entienden su papel formativo y orientador dentro de la clase trabajadora: no les enseñan a la clase trabajadora que deben aprender a pensar, a gobernar por sus propios medios, porque sólo así se avanza en la construcción revolucionaria. Y esto le ocurre a estos actores porque no hacen un análisis concreto de la situación concreta. No entiende el plan y no ven la estrategia. El revolucionario tiene la tarea de apuntalar el accionar de la clase trabajadora y campesina a fin de facilitar y dar viabilidad a una gobernabilidad y capacidad de gobierno que permita construir el plan socialista. Esta es nuestra tarea en la revolución, construir puentes para la concreción de una economía y sociedad socialista. Viviremos y venceremos, que viva el socialismo, Carajo.


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Néstor Aponte


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