La paciencia del pueblo chavista también se agota

Sometidos como hemos estado durante tantos años a las arremetidas caprichosas del sector empresarial de este país, señores que hacen gobierno, no deberían ni pensar, nuevamente, en pactar con este sector. Hacerlo es aceptar que ellos nos gobernarán, como gobernaron antes de estos años revolucionarios y como intentaron en la permanencia de Chávez en la presidencia. Durante estos años han controvertido de diversos modos pese a las muchas oportunidades y privilegios que Chávez les otorgó. Pero como estas oportunidades no fueron dadas en sus términos, ni en condiciones de dueños y señores, siguen afinando y desgastando la misma estrategia golpista. Durante el año de mandato de Maduro, solo han reiterado la sorprendente e inmoral capacidad de golpear nuestra economía, de llevarnos al atolladero, con tal de defender intereses particulares.

Ante este escenario de claridad, en el que el pueblo identifica los actores golpistas, vemos a los señores que hacen gobierno, débiles, protegiéndolos, no sabemos con qué intenciones. Quisiéramos, como inocentemente esperamos la base chavista, que sea para estabilizar la economía venezolana. Pero nada de eso pasa aun. No ha cesado la especulación, no han cesado los abusos en los sobreprecios, no ha cesado el descaro, no ha cesado la violencia, no ha cesado la amenaza, no ha cesado la zozobra. Pesé a la medida del Sicad II, y a la baja del dólar paralelo, los precios siguen multiplicándose por porcentajes exorbitantes. El sector con el que hoy se “negocia” porque aceptémoslo, se negocia nuestra paz, dueño como es del país, pide no perder sus privilegios. Ellos piden que se les retribuyan esos privilegios para seguir jodiéndonos. El gobierno continúa dándole ese poder.

Son los dueños del país, por eso tienen la libertad de acaparar alimentos y luego venderlos al precio que les dé la gana. Burlan las regulaciones con estrategias vulgares que todos conocemos. Burlan cualquier ley que le dé herramientas al pueblo para defenderse de sus abusos, sumado a eso, nuestros funcionarios públicos venden nuestros derechos con su silencio e inoperatividad. Si vamos al sector inmobiliario, es lo mismo en proporciones que son indignantes. Y nuestros funcionarios públicos viven para solapar esto. Por este hecho sencillo pierde credibilidad el gobierno. Abusan de la buena fe y la paciencia de los chavistas. Somos abusados de ambos lados. El gobierno lo permite.

Bastaría con visitar sistemáticamente los supermercados y demás establecimientos comerciales y revisar sistemáticamente la prensa, sus clasificados, para darnos cuenta de dos cosas: la primera, que los órganos y funcionarios públicos, no están sacando la tarea, lo que les iguala a los golpistas; y segundo, que quienes gobiernan en este país son los empresarios, demás está decir que entre estos hay una variedad de especímenes: vagos, maleantes, delincuentes, especuladores, narcos. Son los dueños del país, nuestra economía está totalmente desestatificada, paramilitarizada, por eso pueden paralizarla y echarla andar cuando lo decidan y en la dirección que lo decidan.

En este caso, para que el carrito vuelva a rodar hay que aceptar las condiciones de los mismos señores que dialogan en Miraflores, y son “burlados”, y les hacen “changas”, en fin… comparten una cena, y debaten sobre asuntos ya pasados y no superados, muy por debajo de esa misma mesa, al tiempo que solicitan que liberen sus delincuentes, financian el terrorismo con destino a acabar todas las obras visibles, que han costado al pueblo años de lucha. Estas obras sociales, visibles hoy, misiones, instituciones, universidades, es en contra de las cuales dirigen su ataque los opoterroristas, y que representan solo parte del pago de la “deuda social” contraída precisamente por estos empresarios corruptos y también por reconocidos políticos corruptos, que durante décadas estafaron este país. Ellos no levantarán este país. ¿Qué hace falta que vean? Estos mismos señores son los que se robaron los 20.000 millones de dólares y cuya lista permanece oculta mientras les siguen otorgando las privilegiadas divisas.

En lugar de la constancia en las políticas implementadas en cada crisis, de soluciones reales, de decisiones contundentes, de penalizar la usura, de penalizar la corrupción, cosa que usó Maduro como bandera, seguimos en la única constante; la interminable zozobra. Mientras el mencionado sector no descansa, sigue sobre preciando, sigue especulando, sigue chupándose la tética del estado. ¿Cuánto tiempo creen que soportará el pueblo? Estamos alertas. Sabemos de qué lado estamos y conocemos nuestras convicciones, que son inamovibles, pero no queremos pañitos tibios, ni negociaciones con los traidores de siempre. No queremos leyes engavetadas. No más funcionarios públicos corruptos. No más ministerios inútiles. Ojo con las muy visibles costuras del gobierno y las muy viejas tácticas distractoras que pronto no engañarán a nadie. Recuerden que quien debe gobernar es el pueblo. El pueblo es quien da y quita el poder. No creo que quieran volver a ver este pueblo arrecho.

Lcda.

dulvicbetsabe.9@gmail.com

 



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