Binóculo Nº 147

Chikungunya

Para cuando escribo esta columna, voy por mi octavo día con Chikungunya, en la segunda vuelta. Es decir, ya me había dado una primera vez; que por cierto tiene dos características importantes. La primera es que repite y además en los primeros cinco días pareciera hacerse inmune, por lo que se me hace absolutamente imposible creer que sea un mosquito el responsable. Y la segunda, es que es imposible que haya 40 personas en una misma calle padeciendo la enfermedad, como si 40 zancudos se pusieron de acuerdo para picar al mismo tiempo, o la simultaneidad en el padecimiento. De tal manera que a mi entender –y conste que no soy ni biólogo ni epidemiólogo, ni cosa por el estilo- nuestro Ministerio de Salud está perdido, vale decir, no sabe qué está pasando.

Pero eso no viene al caso y realmente no es de mi interés meterme por esos lados. Quería explicar cosas que sí me preocupan realmente. Número uno, esa vaina sí es arrecha. Ya entiendo cómo se puede inmovilizar un país por completo. Porque además tiene diversas manifestaciones. Tengo amigas que les dio tres días de hemorragia y luego parecía que tenían viruela. Tengo amigos que un mes después todavía caminan tullidos. Tengo amigos con reacción alérgica a los sarpullidos que literalmente se arrancan la piel producto de la comezón. Tengo amigos con fiebre hasta de 42 grados. Yo no tuve hemorragia, pero se mantienen los sarpullidos aunque no me pican en exceso. Todos los diagnósticos fueron iguales: Chikungunya. Y claro vaya qué hace porque Acetaminofen, no hay, aunque el gobierno lo compró por toneladas, incluso en algunos CDI los han entregado.

Lo que no entiendo es que el gobierno insista en echarle la culpa a un mosquito cuando en You Tube aparece un investigador argentino mostrando las patentes de Estados Unidos según las cuales, el virus, o la bacteria, o como se llame se patentó en el año 2005 por dos investigadores, una hindú y un iraní, a nombre de la transnacional que pagó la investigación.

Y además, también mostró el investigador argentino, la patente del registro de la vacuna para combatir el mal, patentada en el 2011. Es decir, es la próxima fase. Vacúnese antes de que le de Chikungunya, se evidenciará entonces de que no era ningún mosquito.

Las armas biológicas tienen ya algún tiempo, tal vez poco más de medio siglo. Siempre se las ha cuestionado con fuerza. Incluso porque aparecieron males que la humanidad no conocía. Aún se desconoce el origen real del Sida. Y aunque culpen a un mono verde de África, nunca se ha demostrado su culpa, y cosa curiosa, algunos científicos aseguran que este mal es un virus escapado de un fuerte militar de Estados Unidos. Fue oscuro el incidente, incluso se desconoce el paradero de los afectados en ese entonces. Y no es mucho tampoco lo que se sabe del Ébola, pero entre otras versiones, existe la de una supuesta investigación de un equipo multidisciplinario europeo que en plena era de los imperios modernos, es decir a mediados de siglo pasado, desarrollaron un virus en tierras del cuerno, cuyas pruebas se salieron de control. Al parecer, por mucho tiempo lograron mantenerlo en tierras africanas sin que se moviera de allí, salvo ahora, que algunos sostienen se ha hecho inmune y ha mutado con más fuerza, lo que tiene despavoridos a sus propios supuestos creadores.

Tengo un amigo dominicano que vive en Venezuela desde hace más de 30 años, quien me contó que en la guerra civil de 1965 cuando la invasión yanqui, los muertos comenzaron a almacenarse en las esquinas a falta de cementerios, les rociaban gasolina y les prendían fuego. Todos sabemos que eso no quema un cadáver, razón por la que comenzaron las epidemias. Entonces llegaron los sabios gringos y emprendieron a vacunar a la gente por cualquier hecho. Me dice que una de las vacunas que le pusieron a la población, literalmente inmovilizó al país por cuatro días. Paralizaba los músculos, la persona se quedaba inmóvil tirada en una cama, absolutamente indefensa. Nunca supo realmente de qué lo vacunaron.

A mediados de los ochenta, los cubanos debieron sacrificar seis millones de cochinos que estaban contaminados con un virus que luego se comprobó fue bombardeado por la CIA. Generó tantos problemas socio-económicos en la isla que debieron aplicar un plan conocido como el “Período Especial” para no morirse de hambre.

Sé que Venezuela es un país de gente capaz y también sé que hemos aprendido mucho en materia de defensa. No sé cuánto sabemos que guerras químicas o bacteriológicas, pero supongo que lo suficiente para detectar cualquier momento peligroso. Pero también sé que tenemos un enemigo sin escrúpulos, capaz de hacer cualquier cosa para acabar con el país y con el proceso; con un aliado interno capaz de hacer cosas peores incluso, sin que le importe un carajo los seres humanos.

En lo personal pienso que la humanidad va a un camino sin retorno. Y juro que no soy un hombre apocalíptico, por el contrario, siempre he estado lleno de fe. Pero no hay nada en el análisis que me indique lo contrario. El capitalismo camina hacia el acabose o hacia una transformación profunda de sí mismo, y eso significa el sacrificio de muchas vidas, miles, millones, más bien miles de millones. Qué se estará pensando, o en que se estará pensando, no sé. Pero muchas veces recuerdo que en mi adolescencia vi una película que jamás olvidé, porque luego de la catástrofe nuclear estaba la propuesta de alimentar a la humanidad con las famosas soylent Green: Cuando el destino nos alcance.

Caminito de hormigas…

Tal como lo dijo está columna. Los propietarios de la MUD, es decir, los terroristas, no quieren a Chuo Torrealba. Me dicen que esta semana tira la toalla producto de la presión y de que no lo dejan hacer nada…

Los servicios de inteligencia del Estado aún descifran los planes de los terroristas al servicio de Lorent Saleh. Al parecer ya detectaron dos nuevas células que actuarían de manera independiente. Lo que indica que el alto mando terrorista está más arriba que Saleh…

Alguien dice mentira sobre la Colección Bicentenario. Por ejemplo el liceo privado Fundación Valencia con tres sucursales (unos 1.800 alumnos), dicen que no la tienen. Tampoco la tienen los de la escuela pública Integral Lomas de Funval…

¿Por qué el gobierno no dice cuántos son los presos de Venoco para cerrar esa información definitivamente?...

Hay un pastor que se apropió del auditorio de la aldea Hugo Chávez. Él dice que le pertenece y que allí se hace lo que él dice porque para eso paga un alquiler ¿quién está recibiendo ese dinero? Por cierto, sus misas son discursos en contra del chavismo…

Recomiendo por You Tube el video “Chikungunya, la verdad que oculta la CIA”, cosas interesantes.




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Rafael Rodríguez Olmos

Periodista, analista político, profesor universitario y articulista. Desde hace nueve años mantiene su programa de radio ¿Aquí no es así?, que se transmite en Valencia por Tecnológica 93.7 FM.

 rafaelolmos101@gmail.com      @aureliano2327

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