Vinotinto sin sabor y sin color, o temprano adiós al mundial 2018

En medio de el agitado clima político venezolano, la debacle del equipo
venezolano de fútbol ha pasado pot debajo de la mesa, ya ni se le para al
que fue la revelación en la copa América pasada y que estuvo durante muchos
minutos con pie y medio en el mundial, durante aquel partido ante Bolívia
que estábamos ganando y que al final nos empataron casi en extremis. Desde
aquel fatídico gol hasta ahora, las uvas maduritas que estaban dando un
delicioso vino se agriaron, tornaron a verdes y nos traen hasta hoy por el
camino de la amargura.

En septiembre de 2013, el suscrito redactó un artículo publicado en Aporrea
denominado "Mientras tengamos técnicos de Futbol sin pergaminos jamás
clasificaremos al mundial", que se podría reproducir actualmente sin haber
perdido vigencia. Sin ser un ataque a los técnicos nacionales, es evidente
que el mejor de nuestros estrategas futboleros no puede medirse de tú a tú
con una gran cantidad de sus colegas de otras nacionalidades, especialmente
argentinos, brasileños, españoles, ingleses, etc, acostumbrados a
lidiar con algunas de las estrellas más rutilantes del espectáculo y
con equipos ganadores de cualquier cantidad de copas nacionales e
internacionales enfrentando a otros grandes.

Este tipo de roces, además del trabajo serio y a mediano y largo plazo
con la cantera es lo que a la larga va dando buenos resultados.
Preguntemos a los hermanos colombianos como ha sido el trabajo,
increiblemente exitoso, del argentino José Pekerman, quien tomó una
selección del montón y la ha llevado hasta los cuartos de final de la
copa del mundo y al tercer lugar del ranking FIFA. Por el contrario,
las autoridades venezolanas han tomado una selección en el número 29 y
la están enfilando sin pausa y con mucha prisa hacia el centésimo
lugar. La culpa o la responsabilidad de esta debacle no es achacable
sino en pequeño grado al nuevo técnico, quien apenas tiene unos meses
a cargo de nuestra selección... Pero cualquier venezolano (como me
gustaría equivocarme, y como me agradaría que me lo restregaran en la
cara en el 2018) tendría demasiado cuesta arriba superar tan negativa
situación de nuestro fútbol, de la cual el seleccionado es sólo una
consecuencia.

Termino entonces este escrito con el título del anterior artículo
mencionado: mientras tengamos técnicos del seleccionado de fútbol sin
pergaminos suficientes, jamás clasificaremos a un mundial, pero
tampoco haremos mejores papeles de los secundarios y terciarios hechos
hasta ahora.

*Técnico, jugador y árbitro de fútbol en diferentes categorías,
siempre en el Municipio Independencia, edo. Anzoátegui


apolo.martin@gmail.com


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