Ante el actual ajuste económico que aplica el gobierno nacional, encubierto en el relato oficialista de la llamada “guerra económica”, ya no sabemos qué otra medida anti-popular podemos esperar de la política económica del Presidente Nicolás Maduro, parece claro que lo único que no vamos a ver concretado es una reforma tributaria progresiva, la estatización del comercio exterior o la creación de un sistema estatal de distribución de alimentos o bienes de higiene personal. Eso es muy revolucionario. Después de reducir en el año 2014, según datos del BCV, de manera unilateral las importaciones en 21% ocasionando un incremento acelerado de la inflación y la escasez que llena el paisaje nacional de largas colas para comprar los alimentos regulados, solo con el objetivo de cumplir los compromisos con el capital financiero mundial, ahora estamos al borde de que el Estado asuma la deuda de la burguesía a través de su titularización en bonos de la deuda pública[i].
En muchas oportunidades, en los canales oficiales y en aquellos discursos de historia económica de Venezuela del compatriota Hugo Chávez, escuchamos con fuertes críticas la narración de la bochornosa re-negociación de la deuda pública efectuada por el Ex-presidente Jaime Lusinchi. Mecanismo empleado en los años 80 del siglo XX por la fracción tradicional de las clases dominantes agrupada en Fedecamaras, para lograr con la complacencia de un gobierno servil que su deuda fuera asumida por el Estado y cargada a las espaldas del pueblo trabajador. Hoy, al abrir el internet y revisar las noticias, nos encontramos con una reunión entre el Primer Vicepresidente de la Asamblea Nacional, diputado Elvis Amoroso, y el nuevo Presidente de Fedecamaras, Francisco Martínez, que tuvo según los portales de información entre otros puntos de discusión la propuesta totalmente reaccionaria y neoliberal de titularizar en bonos de la deuda pública, la actual deuda que tiene la burguesía importadora con sus proveedores externos, que en palabras del Presidente de Conindustria alcanza cerca de los 10.000 millones de dólares[ii]. En pocas palabras, se negocia que nosotros el pueblo trabajador de Venezuela tenga que asumir la deuda espuria de la burguesía venezolana, sufriendo más recortes a las importaciones de bienes de consumo final o insumos intermedios, por ende mucha más escasez e inflación. ¿Será que Ministros, diputados y dirigentes en general provenientes de la ala de izquierda del proceso bolivariano se van a quedar en silencio? ¿Será que de verdad el Presidente de la Asamblea Nacional, diputado Diosdado Cabello, puede defender una medida tan anti-popular? ¿Será que el Presidente Nicolás Maduro va aceptar que las clases populares de Venezuela paguen la supuesta deuda de aquellos que han transferido al exterior solo legalmente 151 mil millones de dólares en los últimos quince años? Camaradas la inocencia no mata al pueblo, pero tampoco lo salva, decía nuestro Alí Primera, ya basta de silencios cómplices, aplausos mercenarios o contemplación religiosa es hora de levantar la voz o vamos a terminar peor que como comenzamos hace ya 16 años el proceso bolivariano, igual en un capitalismo neoliberal y totalmente desprestigiados ante el pueblo trabajador.
Omar Vázquez Heredia
[i] http://www.eluniversal.com/
[ii] http://www.eluniversal.com/