Los pobres son un negocio

Una ley nace producto de una necesidad, sirve para ordenar, estructurar. Las leyes teóricamente responden a un clamor del pueblo, ahora bien, si esto es así, porque todavía no se ha visto la primera manifestación del pueblo beneficiado con la gran misión vivienda Venezuela exigiendo títulos de propiedad privada y renunciando al carácter social de estos programas. Estoy seguro que el 80% del electorado que votó por la oposición no tienen beneficios de la Gran Misión Vivienda Venezuela y ni siquiera tienen el mayor interés en ese tema, obviamente hablo de los sectores de medios de nuestra sociedad (médicos, profesores, ingenieros etc) y los clasifico porque el Diputado Julio Borges antes detractor de este programa social, si sabe a quién va dirigido este oportunidad de negocio.

Me explico, la piratería petrolera que opera en el medio oriente y que a simple vista parece financiada por el gobierno norteamericano, ha dejado en posición de jaque nuestra economía, al punto que si el barril llegara abajar a 17% solo serviría para pagar su costo de producción, obviamente, esto ya lo sabe la burguesía parasitaria venezolana, saben que ya no hay más dólares para raspar, revender y especular.

El momento crítico que atravesamos nos demanda esfuerzo de todos incluyéndolos a ellos, nos convoca a producir, a sembrar, a crear en la adversidad, pero lamentablemente estos apátridas ya hicieron su primer estudios de OPORTUNIDADES, es decir ya vislumbraron de donde van a sacar los reales sin trabajar y en esa ruleta que es más gringa que rusa, aparecimos los pobres. Los pobres como mercancía; como activos y como sujeto de inversión, ahora los pobres somos un negocio.

Un millón de viviendas con un millón de Títulos de propiedad privada fuera del alcance de la protección social y de la supervisión del ejecutivo nacional, es el equivalente en los tiempos de crisis que se avizora; a por lo menos ochocientos hipotecas financieras, sin contar los préstamos que ofrece la banca privada para saldar la cuenta de los terrenos antes confiscados o expropiados, estamos hablando de una sustracción fáctica de los beneficios de la distribución de la renta petrolera, aquella que le dio capacidad de maniobra a nuestro comandante Chávez, cuando logró subir el impuesto de las regalías a un 33,3%. Es a todas luces seguir viviendo del rentismo en un momento en que nuestro país nos necesita en concentrados en al aparato productivo ,estos mal nacidos (Porque no merecieron nacer en la patria de Bolívar y Chávez) optan nuevamente por el saqueo y la riqueza fácil, no les extrañe que los cesta tickets de los pensionados, sea porque ellos tienen las empresas de las tiqueras, ya debe venir una ley para que en los CDI no se regale medicina pero que si se pueda vender de la Pfizer, Bristol o Bayern, deben estar cocinando una ley para cobrarle a los cubanos impuesto de estadía en Venezuela y por supuesto ya debe venir algo con el metro, su alter ego Mauricio Macri les ha señalado el camino.

Los pobres son un negocio, siempre ha sido así para los capitalistas, en su telenovelas y películas estos estafadores se ponen a favor de ellos, pero no por amor, sino por el interés de arrastrar a las grandes mayorías a que vean y compren sus productos, la causa de los pobres genera dinero las películas de Disney como La Cenicienta por ejemplo, siempre son historias épicas donde los oprimidos salen victoriosos, lo mismo hace la iglesia católica, su causa aparente es la de los desamparados pero apenas sale una revolución que defiende la causa de los pobres inmediatamente su alta jerarquía y alguna no tan alta se coloca en la acera de enfrente.

Si hay un CAMBIO pasaremos de ser SUJETOS DE TRANSFORMACIÖN A MERCANCIA. No lo permitamos por favor.



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