No estamos hablando de escalar montañas, me refiero a la escalada de verborrea inútil de la política venezolana. La política venezolana está cada vez más minúscula y hablar de Política con P mayúscula es difícil. No se consigue ahora con quien hablar de manera profunda y seria para visualizar un buen futuro para el país.
La asamblea nacional está montada en sabotear el gobierno, el gobierno trata de no ser sustituido y sus partidarios tratan con todos los argumentos posibles de detener la medición electoral. Evidentemente la mayoría votaría contra esta gestión, la escasez enfurece a todos y no busca culpables, simplemente quiere que las cosas sean diferentes y la elección es la vía. Culpables, depende de cómo se mire. Venezuela es una sociedad que se acostumbró y es acostumbrada a vivir del petróleo, así que sus empresarios solo buscan beneficio económico de la renta petrolera. Nadie produce nada. Y los grandes que producen sacan sus fortunas en dólares de nuestro petróleo había otros países, debilitando nuestra economía evitando que crezca, beneficiando a las economías europeas y norteamericanas.
Cuando el precio petrolero cae, la economía del país cae. Ya ha pasado antes, solo que esta vez el margen de caída fue descomunal y la escasez igual. La solución tradicional era hipotecar al país y asumir recetas extractoras privatizando todo. Así que los empresarios que solo comercian y no producen son los grandes culpables, por cierto, todos vinculados a la oposición de una u otra forma, sobre todo por la forma de vida donde ellos viven bien gracias a que los demás viven mal, pero podemos señalar a otros quizás culpables, culpables por ser tan torpes, ingenuos o tontos útiles y a algunos funcionarios corruptos que le ponen la guinda al pastel. Por ejemplo a los funcionarios que no hicieron reservas económicas para un mal momento, y los que no se enfocaron en producir cuando el presidente Chávez instalo una gran agro industria que no llego a funcionar adecuadamente para beneficiar a los que importan alimentos y a las corporaciones trasnacionales, esos son los grandes culpables por lo que el gobierno debería tomar medidas con ellos y algunos en la gestión actual.
Los actores políticos divagan cada vez más, las mentiras desbordan los medios. Las valoraciones de la realidad que hacen los políticos se limitan a la discusión entre facciones, no hay debate, y si lo hay es baladí, superficial, vacío, tosco, rudimentario, visceral improductivo, nostálgico y sin horizonte., el espectáculo protagonizado en la asamblea nacional, fue lo más triste del momento político. Una simple antesala para tratar de lograr apoyo internacional, por medio de una simple y vacía denuncia de que el gobierno es malo y me quiere pegar, cual niños de 4 años cuando no le dan las chupetas
Quizás esta última calificación es la más triste de todas. Gobierno y oposición está entrampado en túneles sin salida que en eran desesperanza a la población, mientras pescadores en rio revuelto se ocupan de seguir chupando del país, en este particular hablamos de los grandes cacaos y de los musiu, que lo único que les ha interesado en más de 100 años es usufructuar beneficios a costa del país, dícese, gente y recursos.
Pero hacia dónde vamos, cual es el camino?, cual es la salida?, un golpe tipo Brasil?, un colapso social violento?, un grupito opositor violento que prenda el conflicto político como el de siria o libia? O vamos hacia la cubanización, las tarjetas de racionamiento, la improductividad cada vez mayor, el aumento de la importación con petróleo de lo mínimo necesario para vivir?, o vamos hacia una intervención internacional para "salvar el país", o vamos hacia un país productivo, que crece económicamente, que domina la tecnología petrolera, que se autoabastece alimenticiamente, que tiene empleos dignos, donde la informalidad del comercio es desplazada por el comercio formal, donde los bachaqueros de hoy o buhoneros de ayer desaparecen, donde los jóvenes son más felices porque visualizan un futuro mejor. Que no es precisamente disneylandia. Un país donde la calidad está en todo y no la popularización de la improvisación o de la irreverencia funcional. Esta es la discusión y el debate profundo necesario.
No un espectáculo mediático para hacer creer que el otro es tu enemigo. Por supuesto, en el medio, los medios propiciando el engaño informando solo los pedazos que ataquen y haciendo publicidad para lo manipular mentes. Mientras nos van llevando a la polarización negativa, de dividirnos por lo malo y no de diferenciarnos por las calidades. Recuerda inevitablemente a la generación de psicosis colectiva del 2002, donde prácticamente a la clase media y a la más pudiente, todo le hiede y nada le huele.
Definitivamente la situación actual nos lleva a una confrontación que no le conviene a nadie. A los venezolanos en primer término, los extranjeros no tienen nada que perder, sin hablar de xenofobia, pues vinieron buscando que sacar provecho y con devolverse con lo obtenido es suficiente. Igual que los venezolanos que emigran, que se fueron a otro país a buscar que podrían sacar del otro país y donde algunos se devuelven porque no era como se lo pintaron. Al gobierno es a quien menos le conviene, porque de todo esto puede perder el gobierno, porque en segundo lugar, las consecuencias pueden acabar con lo logrado políticamente o lo capitalice otro, porque el futuro político se va desmoronando pues la situación a quien más aleja o destruye es a los jóvenes. Deben recordar como el lavado cerebral que se les hizo a los niños y adolescentes con la publicidad tan agresiva en televisión, la campaña de terror, la disociación tan significativa del 2002 en la mente de ellos produjo 5 años más tarde a los manitos blancas en 2007, lideres disociados de la realidad que fueron llevados o programados a ser la carne de cañón en la confrontación violenta que protagonizaron. Esos mismos que ayer se sintieron y se creyeron victoriosos por haber impedido una modificación a la constitución, cuando fue porque algunos chavistas no fueron a votar porque había artículos que incluyeron algunos diputados que no estaban a tono con el objetivo de la revolución. Lamentablemente toda la población sufrió esa programación mental y generaron violencia mental en la población, donde los más vulnerables fueron los pobres.
Luego la campaña de antivalores y de referentes tan vacíos que genero la industria del entretenimiento con el regeton, que por medio de sus artistas y jóvenes luchadores empezaron a promover en la juventud de todos los sectores que la imagen del duro del barrio es la correcta, que tener una guaya o la cadena de perro brillante, billete, zapatos de moda, gorritas de lado y lentes oscuros y chiva a medio afeitar, es la imagen del ser que deben aspirar. De allí tanta violencia, pues la superficialidad nos invadió. En los barrios las chicas se fijan en los lideres negativos primero, lo chicos quieres ser duros para levantar chicas lindas, y como ser más duro que con una pistola, o mover droga para tener dinero fácil y rápido o peor, matar. Así levantas las chicas que quieres, y muchos jóvenes terminan siendo parte de ese movimiento sin querer. Adicionalmente, la música del duro, de los reguetoneros induce al pensamiento primitivo más básico con sus videos y egos, donde ves el sexo con ropa en el baile, llevando poco a poco a la degradación del pensamiento y a la vulnerabilidad de la conciencia, perdiendose el esfuerzo de la musica. Si existieran valores de hogar estable, de construcción de futuro, de honestidad, de esfuerzo, esa música tendrá menos impacto. Pero una sociedad donde el consumo es y ha sido la forma de crecer. Nuestros niños y jóvenes son las principales víctimas, matando el futuro.
Esos niños y jóvenes que en 2014, creyéndose los iluminados por la sociedad, respaldados por líderes negativos que invitan a la violencia, generados en el 2002 y 2007, son el principal material para distorsionar el verdadero debate político, constructivo, productivo y de crecimiento social que Venezuela y Latinoamérica necesita para ser una sociedad dependiente y más justa. La justicia que inicia en primer lugar con los policías, pero que son jóvenes y con ese mismo mal inducido al fragor de la publicidad comercial y política. Pero eso es otra historia...
De este show no quedo sino mas deterioro para las dos partes y poca solución para la gente, para todo el pueblo. Por lo pronto, hace falta comenzar un debate político de profundidad, serio, sin tantos intereses particulares por delante, una discusión productiva, con horizonte lejano y que levente la moral, de los venezolanos. De donde seguro saldrá no un mesías, pero si destacaran venezolanos que serán una verdadera posibilidad y que serán atacados por los políticos de poca monta que no hacen mucho por el país. Estos nuevos políticos representaran esa afirmación de que un mundo mejor es posible.
iprado01@yahoo.com