"España no tiene por que pedir perdón"

Ni leyenda Rosa, Ni Leyenda negra: Historia Multicolor

Análisis del discurso de Marcelo Gullo.

Gullo es un académico, analista y consultor en relaciones internacionales argentino, y es el creador de la teoría que llama de la insubordinación "fundante".​ Es peronista, pero crítico y defiende posiciones panhispanistas. De buen hablar, buen orador, convincente. Considera que la dirigencia del peronismo «se ha entregado a manos del neoliberalismo y el progresismo, que son ideologías de subordinación que esclavizan al pueblo».

Nos sorprendió en esta presentación de un libro, que puedes ver en https://www.youtube.com/watch?v=nAxfpViX1aE.

En ella se preguntó: ¿Por qué España debería pedir perdón? La Leyenda negra es hegemónica, dice. No es más que "la falsa historia de España contada por los enemigos de España": Holanda, Inglaterra, Francia, Estados Unidos y la Unión Soviética. Según esta versión, España nos robó el oro y plagó el continente de muertes y miseria.

Si a España sólo le interesaba el oro – dice - ¿por qué decide fundar un rosario, más de 30 universidades, semi gratuitas, a las que podían asistir todas las clases sociales. Y así mismo, fundó muchos colegios.

¿Y por qué en esas universidades se estudiaba teoría política?, se pregunta. Ese derecho político decía que el poder viene de Dios, y Dios se lo da al pueblo; el pueblo lo delega en el rey, porque es su padre. Pero si el rey no ejerce el poder como debe, el pueblo tiene el derecho a la revolución, a destituir (y hasta matar) al rey. Esa teoría política se enseñaba en las universidades americanas, dice Gullo.

¿Por qué, - vuelve a preguntar - alguien que va a robar y matar, se mestiza?

Cuando un imperio va a robar a un sitio, funda puertos, para sacar rápido lo que roban y huir. Pero España fundó decenas de ciudades, muy lejos de las costas de los puertos, para quedarse.

España fundó muchos hospitales gratuitos, algunos muy buenos. Se pregunta, ¿por qué?, si su intención era robar y matar

Y ¿por qué enseñaba en quechua y nahualt a los indígenas – sigue diciendo -, con la gramática de estos idiomas? Y España envía a América a sus mejores profesores; hasta Cervantes – dice - se ofreció, aunque no logró venir.

España trajo imprentas, y se imprimieron muchos libros. ¿Por qué? – se pregunta.

Los enemigos de España formaron un tribunal de la historia, con la leyenda negra. Pero los países que la crearon tienen una sangrienta historia.

Francia, durante la Revolución Francesa, actuó con crueldad contra los ciudadanos que se oponían, exterminando pueblos enteros (La Avendeé, por ejemplo), con crueles castigos y torturas; arrasó pueblos franceses. Igual hizo desastres en África, cuyos resultados aún se ven.

Inglaterra dijo "el mejor indio es el indio muerto". En Australia declararon no humanos a los indígenas y arrasaron con ellos. Ya sabemos lo que hicieron en Norte América. Y dentro de Inglaterra, los anglicanos mataban a los católicos. En la Segunda Guerra Mundial, Churchill quitó comida a la India, para darla a sus soldados y pueblo inglés, causando muerte a unos 3 millones de hindúes.

Portugal también hizo desastres en sus colonias en América y África, dice.

Pero España actuó de forma distinta, afirma Gullo.

Cita, por ejemplo, un discurso de 1975 del actual papa Francisco, cuando era sacerdote en Argentina, en el que indica que la obra de España en América fue una Misión, "que se volcó a esta tierra con lo mejor que tenía."

Cita, también, palabras de Perón en 1947: "La obra civilizatoria de España no tiene parangón en la historia".

Dice que el pueblo indígena acompañó, por ejemplo, a Cortez, contra un imperio azteca antropófago que mataba cientos de miles.

España era distinta – dice -, porque fue forjada en la lucha de más de setecientos años contra el imperialismo musulmán, intolerante, que esclavizó a las mujeres y mató a miles de españoles. España se forjó como un pueblo de caballeros, el señor y el siervo enfrentaron por igual al invasor.

Por eso, concluye, España no tiene nada por lo que pedir perdón.

Hasta aquí su discurso. Dice verdades. Pero omite muchas.

¿Nos olvidamos, entonces, de los profundos análisis del Libertador, en la Carta de Jamaica, el Manifiesto de Cartagena? ¿Nos olvidamos del padre Bartolomé de Las Casas? ¿Nos olvidamos de la Venas Abiertas de América Latina?

¿Nos olvidamos de las decenas de millones de muertes crueles documentadas? ¿De la crueldad de las torturas para imponer una fe extraña? ¿De la saña de la Inquisición de los poseedores de la verdad?

Si España debe pedir perdón sola, o acompañada de toda Europa, es discutible.

Por cierto, Gullo olvidó mencionar que el Papa pidió recientemente perdón por los crímenes de la Iglesia durante la colonización de América Latina. "Se han cometido muchos y graves pecados contra los pueblos originarios de América en nombre de Dios". Lo ha dicho en varias oportunidades.

No, ni Leyenda negra, pero tampoco leyenda Rosa. HISTORIA MULTICOLOR. Somos Abya Yala. No rumiamos nuestro pasado, pero aprendemos de él. No vivimos en ensueños de futuro, en castillos en el aire, pero planificamos un porvenir glorioso. Sin rencor.

América tiene con qué. Simón Bolívar, según su maestro Rodríguez, dijo en el monte Sacro: Ese pueblo europeo "ha dado para todo, menos para la causa de la humanidad… La civilización que ha soplado del Oriente, ha mostrado (en Europa) todas sus fases, ha hecho ver todos sus elementos; mas en cuanto a resolver el gran problema del hombre en libertad, parece que el asunto ha sido desconocido y que el despejo de esa misteriosa incógnita no ha de verificarse sino en el Nuevo Mundo."

Queda entonces pendiente un juramento:

"¡Juro delante de usted, juro por el Dios de mis padres, juro por ellos; juro por mi honor y juro por la Patria, que no daré descanso a mi brazo ni reposo a mi alma, hasta que no haya roto las cadenas que nos oprimen por voluntad del poder español!" (Roma, 15 de agosto 1815).

Solo que ahora, el imperio es otro. Y, sobrepuesto al imperio neoliberal, está uno más poderoso, dentro de nosotros. Un paradigma centenario, la modernidad, que llevamos, no en los genes, pero sí en los memes.

Simón Bolívar, al convocar al Congreso de Panamá, previó un acuerdo con uniformidad de principios, en el que cada nación conservaría su orden interno intacto, para darse mutuamente consejo y apoyo ante los grandes conflictos, ser punto de contacto ante peligros comunes, ser fiel intérprete en los tratados públicos cuando ocurrieran dificultades, así como conciliador ante las diferencias.

Con ello se lograría el "equilibrio del universo". España se vería obligada a reconocer a las naciones y haría la paz con Inglaterra y la Santa Alianza.

En un corto documento llamado "Un pensamiento sobre el Congreso de Panamá", escrito en Lima en febrero de 1826, vaticina que, como consecuencia de este tratado, "en la marcha de los siglos podría encontrarse, quizá, una sola nación cubriendo el universo: la federal".

Esperamos vivir para ver eso: una Federación Mundial bajo la Constitución Mundial.

Leopoldo Alberto Cook y Antonorsi

leopoldocook@gmail.com

01/08/2023



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Leopoldo Alberto Cook Antonorsi


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