Los mismos gritos, el mismo silencio

En estos días he estado mirando atónita cómo se repite una historia. Parece que no somos capaces de aprender de nuestros propios errores.

Se ha desatado una inmunda guerra comunicacional en la cual el enemigo ataca a sus anchas, usando todo tipo de mentiras disfrazadas de opiniones de expertos. Veinticuatro horas de cuentos de terror más pavorosos que que Drácula, Frankenstein y Michael Jackson juntos. El supuesto motivo: las 26 leyes decretadas por mi presi. El verdadero motivo: Confundir, asustar, alborotar, sabotear. El fin: acabar con la revolución bolivariana, como siempre.

No me extraña la actitud de los medios opositores, es más de lo mismo. Lo que me extraña es la pasividad de nuestros medios, del mismo Ministerio de Comunicaciones que, conociendo a la oposición cómo los conocemos, no haya ideado de antemano una campaña informativa sobre las leyes en cuestión.

Resulta que las leyes están escritas en leguaje ‘’abogadil’’. Resulta que la mayoría de nosotros no somos abogados, por lo que necesitamos un traductor que nos ayude a deshilachar cada uno de los artículos que tan abogadamente un abogado redactó.

No basta ver a un ministro decir en la tele que estas leyes benefician al pueblo. Necesitamos expertos comunicadores explicándonos cómo y por qué nos benefician. Una por una, no de forma general.

Así como nos burlamos de los opositores que no conocen el contenido de las leyes, ellos se burlan de nosotros por no poder explicar por qué las apoyamos sin reservas. Nuestra respuesta más sincera es que mi presi las decretó y mi presi solo decretaría leyes que beneficien al pueblo. Es una respuesta del corazón, pero no es un buen argumento para ganar esta pelea, ni esta ni ninguna.

La oposición está usando el paquete de leyes como caballito de batalla en su campaña electoral. Aún cuando no creo que las 26 leyes puedan influenciar negativamente el resultado, ya que son para nosotros un gran paso adelante, si creo que la no comprensión de las mismas nos puede hacer mucho daño a todos.

¿Si las leyes se hacen para el pueblo, no debe el pueblo entenderlas al pelo?

No puede esperarse que todo lo haga mi presi. Si bien es el mejor comunicador que tenemos, no podemos pretender que se enfrente él solito a ese ejército mediático que nos está atacando a todos.

Yo trato de leer los artículos de las leyes para hablar sobre ellos en mi programa de radio, pero me enredo en tanto lenguaje legal, que se me hace muy difícil explicar lo que por encima estoy entendiendo.

Necesitamos un diccionario abogado-castellano. Necesitamos un traductor. Necesitamos entender de una vez por todas que la guerra comunicacional no se gana si no es peleando con la verdad en la mano.

Otra vez perdemos el tiempo riéndonos de las idioteces de Kiko y Carla, otra vez la oposición nos distrae con su carnada tonta, con sus noticias absurdas que nos obligan a ocuparnos de desmentirlas, que nos restan el tiempo que tenemos para informar. Otra vez la misma cancioncita y otra vez bailamos al mismo son.

A ver si aprendemos de nuestros errores de una buena vez, no vaya a ser que nos despertemos un día preguntándonos qué fue lo que pasó.

carolachavez.blogspot.com


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Carola Chávez

Periodista y escritora. Autora del libro "Qué pena con ese señor" y co-editora del suplemento comico-politico "El Especulador Precóz". carolachavez.wordpress.com

 tongorocho@gmail.com      @tongorocho

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