Desenmarañando el Dólar Paralelo

El dólar paralelo en Venezuela es, desde hace algunos años, una referencia para la fijación de precios de bienes y servicios; y desde su aparición (más que desde su aparición, desde su publicación) ha tenido un comportamiento progresivo al alza, con raras excepciones. Siendo así, es obvio que este dólar ha influido de manera significativa en la actual inflación que padecemos los venezolanos ¿Pero de dónde sale este dólar? ¿Cómo y quién lo calcula? ¿A quiénes beneficia realmente? En este artículo trataré de desenmarañar la madeja compleja que está detrás del famoso Dólar Paralelo.

  Desde que comenzaron a publicar por internet este tipo de dólar, se supo que proviene de las transacciones cambiarias que realizan las casas de cambio colombianas que se encuentran en la frontera colombo-venezolana, fundamentalmente en Cúcuta. Su precio no obedece a la oferta y la demanda de dólares en Venezuela, sino a una fijación arbitraria del valor del Bolívar respecto al peso colombiano, como lo explicaba Juan Carlos Tanus, director de la Asociación de colombianos y colombianas en Venezuela, en un artículo publicado en su oportunidad por Aporrea. Comentaba Tanus: “…en la frontera hay mafias que controlan el precio del bolívar, disminuyen o aumentan su valor dependiendo del costo de transporte y de la mercancía...” en esa última parte, Tanus, hacía referencia al transporte y la mercancía del contrabando de extracción. Vale decir, las mafias que controlan en Colombia el contrabando de extracción, controlan las casas de cambio en la frontera. En este mismo orden de ideas, el economista y abogado colombiano, experto en el tema fronterizo, Daniel Libreros Caicedo, explica que “la perversión cambiaria tan pronunciada sucede por especulación, porque las casas de cambio fronterizas establecen una hinchazón artificial que les permite capturar más ganancia por contrabando.”. Luis Vicente León, director de Datanálisis, en un artículo publicado en la página Prodavinci.com, el 8 de diciembre de 2014, hablando sobre el dólar paralelo dijo: “Además, el referente que se ha estado utilizando como guía para las operaciones paralelas es el precio del dólar en la frontera. Hay que decir que las operaciones que se llevan a cabo en las regiones fronterizas son marginales, así que son incapaces de representar verdaderamente el mercado paralelo.” Antes de eso, Luis Vicente León había dicho también: “Al no haber un mercado de divisas abierto y transparente, existe una enorme distorsión del mercado cambiario. Pero a eso hay que añadirle la manipulación de las cifras que ponen en marcha los interesados en que el dólar negro suba y suba.”. Quiero aclarar que la referencia de la que hace mención el director de Datanálisis, no es del dólar en la frontera,  sino del “Bolívar” en la frontera, como veremos más adelante.

Expertos en materia monetaria coinciden en que no hay una teoría detrás del dólar paralelo, porque no hay marcadores macroeconómicos que lo expliquen. En este punto podemos afirmar entonces, que el dólar paralelo es una ficción, en el entendido que no responde a ninguna ley económica sino a la voluntad delictiva de grupos mafiosos colombianos en concordancia con grupos desestabilizadores venezolanos, como iré explicando. Ese dólar paralelo es fruto de la delincuencia organizada.

¿Cómo se calcula?

Según la misma gente que opera la página web DólarToday, la forma de calcular el dólar paralelo es la siguiente:

“La fórmula para el cambio fronterizo en Cúcuta es bastante simple, solo tomamos la cantidad de Pesos Colombianos que nos piden por un Dolar (según el cambio oficial del Peso/Dolar en Colombia) y lo dividimos por la cantidad de Pesos que recibimos a cambio de un Bolívar fuerte (dato este provisto por las casas de cambio en Cúcuta).” (Fuente: https://dolartoday.com/precio/).

Hagamos un ejercicio para ilustrarlo mejor:

El día 13 de diciembre de 2014, las casas de cambio en Cúcuta compraban cada  Bolívar por 14.10 Pesos. (Debemos destacar que según el Banco de la República, que viene siendo el Banco Central de Colombia, el cambio Bolívar/Pesos, era de 201, 87 pesos por cada Bolívar). Ese mismo día podíamos obtener un Dólar Americano por 2.405,31 Pesos, por lo tanto, con solo aplicar la siguiente fórmula podemos obtener el valor del dólar paralelo para ese día: 

      2.405,31 PesosCOL 
_____________________   =   BsF.  170,58 por Dolar

14.10 PesosCOL (BsF. 1,00)”

Pero resulta que para ese día, la página de DolarToday tenía publicado el dólar paralelo en 179,08 Bolívares. Esto ocurre por la forma que ellos (la gente de DolarToday) realizan sus cálculos del dólar paralelo; dicho por ellos mismos:

“…pero dependiendo de la operación (efectivo o transferencia) debe agregar (o restar) al TRM un pequeño porcentaje. Para operaciones en EFECTIVO debe restar entre un 3-5% al TRM vigente (esto varía dependiendo de la casa de cambio y/o temporada) y para TRANSFERENCIAS debe agregar entre un 1-5% (esto depende del banco, la casa de cambio y temporada). La fórmula utilizada por DolarToday asume una operación de TRANSFERENCIA y es la que usted verá reflejada en nuestro calculo, por este motivo, cuando usted divide el TRM VIGENTE entre el cambio Peso/Bolivar ve otro monto.” (Fuente: https://dolartoday.com/precio/). Al hacer el cálculo podremos constatar que la gente de DólarToday siempre le agrega un 5% al cálculo original.

Entonces, como ya vimos, para el cálculo del dólar paralelo utilizan, como dividendo, el valor del dólar oficial publicado por el banco central colombiano, y utilizan, como divisor, el valor que le dan al Bolívar las casas de cambio en Cúcuta. ¿Por qué no utilizan el valor del Bolívar respecto al peso, publicado por el banco central de Colombia? Hagamos el cálculo con ese valor a ver qué pasa:  

  

    2.405,31 PesosCOL 
_____________________   =   BsF.  11,9 por Dólar

201,87 PesosCOL (BsF. 1,00)”

¡Fíjense pues! Nos da un valor similar al dólar  del Sicad 1.

¿Por qué ocurren estas distorsiones y a quiénes beneficia?

Como ya dijimos, en la frontera colombo-venezolana, el valor del Bolívar lo determinan las casas de cambio de esa zona, cuyos propietarios dominan además el contrabando de los bienes que sacan ilegalmente de Venezuela. Para esas mafias es necesario comprar un bolívar barato ya que de esa manera obtienen más bolívares por pesos puesto que ellos pagan todo lo que implica el contrabando, en bolívares. Para esas mafias no es negocio comprar dólares para cambiar en bolívares, porque ellos tendrían que comprar el dólar al precio oficial de Colombia y al dividir lo que pagarían por ese dólar oficial entre lo que obtendrían en bolívares en el mercado negro, les saldría el bolívar al mismo precio que ellos lo compran en Cúcuta. Lo que es lógico, ya que la base del cálculo del dólar paralelo respecto al Bolívar está determinada por el valor que las casas de cambio le dan al Bolívar. De manera que queda claro que el negocio de las mafias colombianas que dominan la frontera no es el de comprar dólares para cambiar en bolívares, ya que ella fijan el precio del Bolívar de conformidad con sus intereses; que como ya dijimos, es el de pagar poco por los bolívares que les venden para poder comprar más mercancía de contrabando.

Colombia es el único país que acepta bolívares directamente para cambiar por su moneda nacional. Es decir, los venezolanos no necesitamos cambiar los bolívares en dólares para comprar pesos colombianos. Pero el Gobierno Colombiano permite que las casas de cambio determinen el precio al que comprarán el bolívar, aun cuando el banco central colombiano fija un precio oficial de cambio de la moneda venezolana respecto al peso colombiano. Por ejemplo, para el 13 de diciembre de 2014, el cambio oficial del bolívar respecto al peso era de 201, 87 pesos por cada Bolívar y las casas de cambio en la frontera pagaban sólo 14,10 pesos por Bolívar. Cabe preguntarse: ¿Qué pasa con esa diferencia entre el valor oficial del Bolívar y el valor por la que lo compran las casas de cambio? ¿Quiénes se quedan con esa diferencia? ¿Pudiera ser eso un excedente a favor de los contrabandistas también? De ser así, para las mafias contrabandistas colombianas, la fijación discrecional del valor del Bolívar es un asunto de ganar-ganar.

Bueno ya sabemos que no son las mafias colombianas las creadoras del dólar paralelo, sólo que a raíz de la actividad “legal” de los mafiosos colombianos (me refiero a la de fijar el valor del Bolívar a través de sus casas de cambio), surgió otra mafia que tiene dos propósitos fundamentales; el primero es desestabilizar la economía venezolana y la segunda, y para ellos la principal, obtener con esa actividad desestabilizadora, fabulosas ganancias económicas. Esta mafia está conformada por personas que tienen importantes cantidades de dólares fuera de Venezuela y que además, muchas de ellas siguen recibiendo dólares baratos por del Gobierno Venezolano. En este grupo hay grandes comerciantes y banqueros: Estos mafiosos conociendo lo que ocurre en la frontera, idearon esa forma perversa de crear un “dólar paralelo” con un cálculo sencillo. Su primer objetivo fue el de posicionar su producto (el Dólar Paralelo) en el mercado venezolano. La forma más segura era el internet, además que era evidente el uso importante y creciente que le da a este instrumento comunicacional, la clase media y media alta venezolana que son, buena parte de ellos, pequeños y medianos comerciantes bombardeados a diario por una campaña sicológica que los colocó en un estado de incertidumbre y de miedo, permitía que internet fue el mejor medio para encubrirse y a la vez hacer el trabajo publicitario. Otro elemento que alimentó el caldo de cultivo para el crecimiento de esa perversión llamada dólar paralelo, fueron las fallas en la asignación de divisas y sobre todo en la supervisión respecto a la asignación y su destino. Entonces lanzan su campaña a través de páginas como Lechuga Verde, y otras hasta llegar a DolarToday. Cabe destacar en este punto que se develó recientemente que los que trabajan en esta página, lo hacen desde un apartamento, propiedad del banquero prófugo Eligio Cedeño, ubicado en Miami. Lo cual confirma lo que hemos dicho acerca de quiénes integran esa mafia.

Una vez que logran que en el imaginario colectivo venezolano se tome ese dólar como el que suple la carencia de dólares oficiales, comienzan a vender los dólares que obtuvieron muy baratos a precio de ese fulano “Dólar Paralelo” con lo cual multiplicaron significativamente su patrimonio en bolívares y protegieron esas ganancias comprar bienes inmuebles a granel, por supuesto afectando los precios en el mercado inmobiliario; no sin antes haber influido en la fijación de casi todos precios de bienes y servicios esenciales con la creencia que ese es el precio “verdadero” del dólar respecto al Bolívar, y en un país donde las importaciones de bienes y de materias primas son enormes ese elemento sicológico juega un papel fundamental en la fijación de precios –bueno, en la economía, el aspecto sicológico siempre es determinante, y eso lo saben los enemigos del pueblo-.

Prueba irrefutable que ese dólar paralelo no guarda ninguna relación con el juego de la oferta y la demanda de dólares, es que según una declaración de Francisco Ibarra, director de la firma de consultores Econométrica; en una entrevista que le hicieran para el Nuevo Herald, si el Gobierno venezolano decidiera unificar el tipo de cambio, este año,  a una tasa de 40 Bs por dólar, la demanda total de dólares la pudiera cubrir con unos 15 mil millones de dólares, lo cual en teoría, lanzaría al piso el dólar paralelo. Pero resulta que en el 2012, el Gobierno erogó 59 mil millones de dólares y el “dólar paralelo” subió. Es decir, el Gobierno inundó el mercado de dólares y aun así el dólar paralelo subió.

En síntesis, el dólar paralelo fue una creación perversa de enemigos de los venezolanos a quienes no les importa destruir nuestra economía mientras puedan asegurarse fabulosos ganancias, además con la esperanza de volver al país para terminar de saquearlo, si la oposición retoma el poder político.

Posibles soluciones:

Ya está claro que la base de ese castillo de naipes es la facultad que tienen las casas de cambio colombianas para fijar el precio del Bolívar. Si es cierto que las pérdidas del lado colombiano se calculan en unos 330 millones de dólares aproximadamente; del lado venezolano las pérdidas están por el orden de los 5000 millones de dólares al año.

Es evidente que el Gobierno Colombiano está al tanto de esa situación y si de verdad quisiera ayudarnos a combatir el contrabando de extracción y contribuir a sanear la economía de ambos países, obligaría a las casas de cambio a pagar el Bolívar al cambio establecido por el banco central de ese país. Eso colocaría en terapia intensiva al contrabando y destruiría la base de cálculo del dólar paralelo. Así se le cae la fachada seudotécnica en el cálculo del dólar paralelo. Desaparecería, por lo menos, ese tipo de dólar paralelo.

Pero esperar ese acto de buena fe del Gobierno colombiano es a mi juicio, algo ingenuo de nuestra parte, ya que el diferencial en las pérdidas que experimentan ambos países está muy a favor del vecino país, ya que ellos pierden 330 millones de dólares, pero le ingresa 5000 millones de dólares en bienes subsidiados por todos los venezolanos. Vale decir, Todos los venezolanos mantenemos a la mayoría de la población fronteriza que está ubicada en territorio colombiano. ¿Para qué el Gobierno colombiano va a hacer algo para evitar eso? Mientras seamos nosotros quienes le mantenemos a su gente en la frontera, ellos se quitan ese peso. En todo caso esa solución, si bien colocaría el contrabando en terapia intensiva, y asesinaría al  Dólar Paralelo que conocemos hoy; al tener Venezuela control de cambio, los dolaresmaníacos se irían a Colombia a cambiar bolívares por pesos y luego comprar dólares allá  que les terminaría costando igual que si los compraran en el mercado oficial venezolano; pero como en Colombia no hay control de cambio y los bolívares que se cambian en Colombia ésta se los cambia al Banco Central de Venezuela por dólares, se convertiría eso en una fuga legal de dólares en perjuicio de nuestras reservas internacionales. De manera que la solución de nuestra parte estaría en eliminar ese convenio, y el colombiano que quiera contrabandear, tendrá que hacerlo en dólares, o por lo menos tendrán que adquirir dólares a precio oficial en su país y cambiarlos aquí en Venezuela por bolívares. Ahí muere el contrabando (de bienes, porque el de combustible es más difícil por lo barato que se vende aquí) y muere también el dólar paralelo.

Este es un tema complejo y quedan muchas aristas que podemos analizar, pero creo que hemos tocado la médula del problema para que nuestro pueblo lo entienda, y quienes se vayan a guiar por ese tipo de dólar sepan de dónde sale, a quienes beneficia y sobre todo cuándo nos perjudica a todos los venezolanos. Si les queda un ápice de amor a la patria, no seguirán el juego del Dólar Paralelo



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Juan Carlos Valdez


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