19-06-15.-El presidente del Consorcio Oleaginoso Portuguesa (Coposa), Nelson Quijada, señaló que nuestros productos regulados generan un “bachaqueo en todo el país y no solo en la frontera. Ni lo que producimos en todas la áreas ni una importación masiva evitaría que se pare. Hay que tomar medidas puntuales”.

El industrial expandió su punto de vista: “Nosotros, por ejemplo, aumentamos un 20% la producción del 2013 a 2014. Si embargo, el producto vuela de los mercados. Tenemos mayoristas a los que antes le entregábamos una gandola cada 15 días y hoy en día le dura dos horas. Ves en las colas de los automercados amas de casa y hombres que van a buscar comida para sus familias, pero muchos más van a comprar para revender”.

No ve en una gran importación la solución: “Estamos seguros de que una importación masiva de productos de primera necesidad también se iría en dos días, porque el problema es que tenemos productos que tienen precios muy bajos con respecto a otros países. Hoy tenemos el comercio formal que está vendiendo los productos a precios regulados como están en las gacetas, y por otro lado, al comercio informal que lo vende cuatro o cinco veces más caro”.

Añadió sobre la fuga de comida hacia Colombia: “Antes teníamos un bachaqueo fronterizo, de toda la vida lo hemos tenido. Inclusive, en una época fue de Colombia hacia acá. Nuestra gente iba a Cúcuta a comprar y traía cosas más baratas para acá. En los últimos años esto cambio y hoy todo se va hacia allá. Hay mucha gente involucrada en ese contrabando, ya que genera mucho dinero. Sin embargo, hoy el bachaqueo es en todo el país, ya que el revendedor vende un producto regulado a cuatro y cinco veces su valor”.

Añadió que para combatir este flagelo “sería necesario nivelar un poco más nuestros precios con los internacionales. Esto haría que no sean tan atractivos. Si hay precios bajos en varios productos y los pueden vender 10 veces más caros en Colombia, la gente hace lo que sea para conseguirlos y revenderlos al otro lado. Hay que generar normas, porque el mercado está anárquico”.

¿REGULAR O NO?

Regular o no regular es una encrucijada en nuestro camino económico, a criterio de muchos especialistas: “El tema no es tanto la regulación. Nosotros hemos estado regulados desde que nacimos, hace casi 41 años. Las regulaciones no es que sean malas en sí, lo que son malas son las regulaciones estáticas, que no se mueven el tiempo”.

A su juicio “las regulaciones tienen que moverse, si vas a regular algo tienes que moverlo cada tres meses, cada cuatro meses. En este momento es más necesaria que nunca esa revisión, porque tenemos un mercado anárquico donde todo mundo cobra lo que quiere por un bien”.

Y citó un ejemplo clásico, “como el subsidio de la gasolina desde hace más de 30 años”. A su juicio “se debe sincerar el precio, pero nadie se atreve porque es un problema político para quien está en el poder. No puede ser, para decir otro ejemplo, que 8 de cada 19 noticias que lees hoy en día en los periódicos se refieren al problema de las elecciones municipales. El problema que se debe tocar más es el económico y la búsqueda de soluciones”.

AGRICULTORES CON DIVIDENDOS

Coposa tiene 41 años de existencia, desde que la fundaron inversionistas y agricultores del estado Portuguesa. En sus inicios el aceite de algodón fue su principal producto, pero luego se ha diversificado en varios productos de origen vegetal oleaginoso (soya, girasol y grasas vegetales que hacen con aceite de palma, entre otros). Producen -según el vocero- 8 mil toneladas mensuales, gracias a 850 trabajadores directos y más de 4.200 indirectos.

Quijada señaló que la estructura de capital en Coposa es distinta a la mayoría de las industrias en Venezuela: “Nuestros asociados son más de 400 agricultores y trabajadores de Portuguesa y Barinas. Esta gente siembra para Coposa, pero nosotros no los financiamos y ellos entregan la siembra en cuanto a oleaginosas. Sin embargo, ellos reciben dividendos por lo que gana al empresa. La idea es que el productor agrícola participe en el valor agregado de la producción. Que no solo gane con lo que produce, sino que siga pegado en lo que genera su producto. Todos ganan al final con los dividendos. Es un agricultor que es parte de la empresa”.

El directivo informó, además, que la empresa vende más de 3 millones de litros mensuales y dos toneladas de margarina a los mercados populares de CASA a precios bajos: “Nosotros no ganamos mucho con estas ventas, pero lo compensamos. Nosotros tenemos muchos más productos que podemos vender a precios no regulados. La idea es que el mix o la variedad de productos en su suma de positivo, no que todos los productos den positivo. Cuando un producto nuestro no da ganancias, pero la suma de los otros que si puedo vender más caro lo ayudan, compenso y gano. Es nuestra filosofía, pero no es la idea de otros empresarios que quieren ganar en todo. No entiendo mucho las propuestas de muchos empresarios venezolanos que quieren ganar al mil por ciento en todos sus productos”.

IMPULSAR LA AGRICULTURA

El tema de la agricultura no se ha tratado nunca como debe ser, no solo en este gobierno sino desde hace 40 años, opinó. “Nunca se ha logrado una cosecha estable en cualquier ramo. Hemos tenido picos de cosecha altos y luego bajamos. Es un tema político. El tema de la agricultura no es solo precios, sino también tecnología y otras variantes. Por lo menos debemos tener variedad de semillas que se adapten a nuestra tierras para producir en cualquier rubro, sea maíz o papas, por ejemplo”.