Una de las fallas aún no resuelta por la dirigencia política del gobierno bolivariano, es la ausencia de formación en las bases para enfrentar la batalla diaria en las calles y en los sitios de aglomeración popular, en los cuales hay como una suerte de brigadas que despotrican contra el régimen y sus políticas económicas y sociales, con gran desparpajo y, muchas veces, en forma ofensiva….y la mayoría otorga, no porque se solidaricen con los improperios, sino porque carecen de las armas teóricas para enfrentarlos.
Es muy común ver por los canales de televisión, escuchar por algunas emisoras-en espacios pagados, por lo general- y en los llamados “actos de masa” de diferentes categorías, a los políticos de oficio, desglosando sus menú teóricos sobre la Revolución Bolivariana y coreando “Chávez vive vive…la lucha sigue sigue”…”no volverán”…”tenemos Patria”, etc. etc. Pero en el Mercado, en autobuses del transporte público, carros “por puesto” y “libres”, en las colas de los automercados, pedevales, mercales, en los bancos, hasta en los CDI, etc. Sitios frecuentados por mucha gente…Ahí, camaradas revolucionarios, es plomo de todos los calibres que recibe l gestión oficial y , con raras excepciones, –entre las cuales me cuento- uno de cientos sale en la defensa del gobierno o de algunas de sus políticas sociales….esa es la triste verdad, aunque muchos pretendan negarlo.
¿Para qué sirve inflarse la boca diciendo “tenemos el partido más grande de Latinoamérica”-además, vanguardia de una revolución socialista – si no lo capacitas para defender en la practica esa revolución, si no lo armas con herramientas teóricas sencillas y convincentes con que enfrentar las barbaridades y calumnias no murmuradas, sino dichas a viva voz en los sitios mencionados.
Debe quedar claro que no soy del PSUV, noando en “tendencias” buscando postulaciones o algún cambur urocrático…. soy comunista -no militante activo en la actualidad-; mas, cuanto vemos en la calle, porque andamos “a pata limpia” nos preocupa. Ojalá la dirigencia roja-rojita le eche una mano a la preparación política, ideológica y de información un ejército de cuadros para la defensa del proceso y sus logros.
