“En un país, donde las cucarachas vuelan, todo puede suceder; así son las cosas”, decía un viejo y “folklórico” periodista ya fallecido. Que vaina tan extraña esta paradoja de la política venezolana. Estos nuevos vapores de la revolución Bolivariana crean todo tipo de sentimientos y resentimientos; escuchaba con mucha atención una ponencia del Magistrado, Dr. Francisco Carrasquero, a propósito del Congreso sobre El Nuevo Constitucionalismo Latinoamericano, donde expresó: “El creador del Moderno Constitucionalismo latinoamericano fue Hugo Chávez Frías, quien propugnó una Constitución que ha estado inspirando el cambio de pensamiento, no solo en Venezuela, en Latinoamérica y el Caribe, sino que en el mundo entero también; el comandante Chávez construyó sueños y dio sentido y concreción a las utopías, pero jamás despotricó de otro revolucionario, ni lo agredió, ni lo criticó y sobre todo no lo imitó”.

Estas premisas con que abro estas reflexiones contrastando dos visiones nos indica que estamos en vías de una profunda transición hacia el Socialismo; ya no son los opositores los que se encargan de criticar y producir matrices de opinión en contra del proceso revolucionario que lidera nuestro camarada Nicolás Maduro hijo del gran Hugo Chávez, ahora las críticas, detracciones y hasta cizañas están saliendo del campo revolucionario en contra del Presidente Maduro; las últimas actuaciones del Gobierno nacional en contra del contrabando, la inflación, el bachaqueo, el blanqueo de dinero y contra el narcotráfico volador en lujosas aeronaves nacionales y extrajeras, descubiertas recientemente, han producido una andanada de comentarios, sátiras y posiciones contradictorias, al extremo, que algunos connotados opinadores “revolucionarios”, han pedido que se pierde el tiempo en la lucha contra el contrabando y que la extracción de alimentos, gasolina, entre otros, son culpa del mismo gobierno de Maduro por no poner mano firme en las acciones de castigo contra esas mafias. Comentaba Julio Rosas, en la esquina Caliente de Caracas: ”si Maduro les da duro a los delincuentes es un dictador, si llama al pueblo a defenderse de estos, es un cómplice, coño…que me coma el tigre….”, eso está pasando en el campo revolucionario, ni si quiera se le da tiempo al opositor a hacer su crítica y tratamiento natural de los temas, (para eso les pagan y muy bien que se les paga), pues bueno, algunos “revolucionarios” están empeñados en dejar sin trabajo a los opinadores de la oposición; arremeten contra el presidente Maduro en cada acción que este emprende, contra cada estrategia que intente para defender el salario de la gente más humilde.

No quiero con esto decir que todo está color de rosas, pero creo que entre revolucionarios, lo menos que debemos hacer es meter el pié para que el gran esfuerzo por el cual entregó su vida Hugo Chávez Frías se caiga, debemos ponernos a trabajar cada quien en su espacio, para que Venezuela siga siendo el faro que alumbre las luchas socialistas, humanistas y reivindicadoras del mundo entero y no un laboratorio donde nos hayan puesto a darnos golpes unos contra otros, o a darnos dentelladas como perros, como bien denunciaba nuestro Hugo, en más de una oportunidad: “quiere el imperio norteamericano que esto se convierta en una pelea de perros”. Respeto profundamente todas las corrientes del pensamiento revolucionario, respeto sus miles de formas de acción, pero no comparto, que nos convirtamos en esa especie de jauría que no arremete contra los factores de la oposición que nos hacen tanto daño todos los días, ah, pero si están prestas a caerle encima al gobierno cuando acciona a favor de las grandes mayorías golpeando a los parásitos que han creado la más grande guerra económica jamás hecha contra país alguno, por diferentes vías, hasta crear en la psiquis colectiva una profunda rabia y desesperación al no conseguir algunos alimentos e insumos necesarios, aún sabiendo que el gobierno de Nicolás Maduro ha dado apoyo a la industria y al comercio, como ningún otro país en el mundo ha dado en función del bienestar de su gente y en una incesante lucha contra la inflación inducida que estamos viviendo; por ello, entristece escuchar a la viejita Juana, la que vende flores en el boulevard de Catia decir: “Antes era Chávez, a millón contra la inflación y “opositores” a millón contra Chávez;  ahora es, Maduro a millón contra la inflación y “revolucionarios” a millón contra Maduro”.