Los ricos venezolanos son puro buche y plumas, y nada más

El antiguo mito de que el dinero abundante, la buena cuna y la educación de calidad transforman al ser humano en una persona honrada, distinguida e intachable; se volvió puro humo aquí en Venezuela después que Hugo Chávez Frías fue elegido presidente en 1998.
Recordemos, cómo reaccionaron los representantes de las familias ricas de Caracas, Valencia y Maracaibo, así como los dirigentes de FEDECAMARAS, ASOCIACIÓN BANCARIA y CONINDUSTRIA ante el nuevo gobierno bolivariano dirigido por Chávez. Todos aquellos individuos pertenecientes a la aristocracia o alta sociedad, quienes siempre tuvieron la fama de ser personas decentes y honorables, como María Corina Machado, Guillermo Zuloaga, Leopoldo López Mendoza, Henrique Capriles, etc.; de repente, empezaron hacer algo que núnca antes habían hecho públicamente: protestar, criticar y hasta rebelarse contra el nuevo gobierno democrático y elegido por abrumadora mayoría (56%). Y lo peor y más grave fue, que a pesar de que Chávez ganó las elecciones de manera clara, legítima y limpia; la élite económica y supuestamente "democrática", no se conformó ni aceptó la victoria del movimiento bolivariano en el país.

Lentamente, todas las conocidas cualidades que se atribuyeron la misma clase pudiente en el pasado, como: decencia, honorabilidad, honradez, alta moral, buenos modales, etc; se desvanecieron de esos personajes, así como se deshace un hechizo o encantamiento.

Con la llegada de la revolución chavista y bolivariana al gobierno, Venezuela se convirtió en el primer país del continente americano y quizás del mundo, en donde los ricos y la clase media alta salieron a las calles a protestar contra los cambios y mejoras gubernamentales, mientras que la gente pobre y marginada, celebraba las obras y la eficiencia del Presidente Chávez.

Poco tiempo después a finales del 2002, los miembros de la élite empresarial e industrial venezolana se quitaron su careta y su disfraz de gente de bien, decencia, respeto y buenas costumbres; para mostrarse como éllos son en realidad y sus verdaderos sentimientos de odio, perversidad, amargura y crueldad; al convocar a una huelga ilegal e injustificada, en la que cerraron sus empresas durante 3 meses, provocando así una escacez de productos de primera necesidad, nunca antes vista en la historia del país.
FEDECAMARAS con esa huelga le causó grandes dificultades y sufrimientos al inocente pueblo venezolano, incluso muchas personas enfermas o accidentadas murieron, porque no hubo gasolina durante semanas para las ambulancias de los hospitales.
Allí demostraron claramente los empresarios y comerciantes ricos, que su propio pueblo ni tampoco el país, no les importa para nada.

Cuando se esperaba que la clase rica venezolana siendo el sector pudiente y emprendedor, la creación de empresas de producción e industrias, iba a servir de ejemplo y de referencia para el pueblo humilde y sin buena educación escolar, para liderar y conducir al país hacia el desarrollo sostenible y la sustitución de importaciones por productos nacionales de calidad, resulta que hicieron todo lo contrario, puesto que se dedicaron más bien a la importación de todo tipo de productos, maquinarias y vehículos del mundo entero, lo cual fue para éllos la actividad más rentable, fácil y cómoda, pero para el desarrollo manufacturero del país y para la generación de fuentes de empleos fue una verdadera calamidad social.

En vez de dedicarse a fabricar productos de primera necesidad, así como a producir bienes y servicios para el mercado nacional, lo que decidieron los aristócratas criollos, fue convertirse en grandes BUHONEROS, importaron mercancías libremente en el extranjero y construyeron grandes Centros Comerciales o Malls en todo el país. La importación sin orden y sin moderación de productos extranjeros, como la que se dió en Venezuela, causó demasiados perjuicios al pueblo trabajador y al desarrollo del país:
1) Acabó con la pequeña y mediana industria nacional que existió hasta los años 60 (fábricas del excelente ron criollo, de ropa, de zapatos, de refrescos nacionales, etc).

2) Alta tasas de desempleo en el país

3) Reducción de la producción agropecuaria en el campo y el consecuente éxodo de familias campesinas hacia las grandes ciudades, en las que se formaron los barrios de ranchos y casuchas de techo de cartón.

4) Miseria y mala calidad de vida de las grandes mayorías.

De manera que los ricos venezolanos lo que si hicieron bien y con arrogancia, fue vivir en el lujo y en la abundancia, para disfrutar de la buen vida y dejarse fotografiar y aparecer presumiendo en las secciones de la alta sociedad en los periódicos el Nacional y el Universal.

Puro buche y plumas, y nada más!

 

cumanagoto@bluewin.ch



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