Libia: rebelión, muerte y caos generalizado, y la esperanza verde

Las rebeliones árabes que tuvieron lugar en varios países del Norte de África y el Medio Oriente, a finales de 2010 y principio de 2011, denominadas por occidente como Primavera Árabe, tuvieron distintas facetas en todos los países que fueron afectados. Pero todas marcadas por la intervención de las potencias occidentales y la violencia que terminó derramando ríos de sangre de aquellos pueblos

La Gran Yamahiriya Árabe Libia Popular Socialista fue objeto de una descarada intervención militar por parte de las potencias arrogantes que conforman la Organización del Tratado Atlántico Norte (OTAN), esta vez bajo el pretexto de la Responsabilidad de Proteger a la población civil que supuestamente estaba siendo masacrada por las fuerzas del tirano libio. De esta manera, la OTAN armó y apoyó en tierra a diferentes grupos anárquicos y mercenarios: a varios cientos de milicias manipuladas por algunos jefes tribales y a los grupos islamistas vinculados a la Hermandad Musulmana y Al-Qaeda del Magreb Islámico. Todos tenían el encargo de derrocar al líder libio Muammar Al Gaddafi y entregar a la OTAN su cabeza en bandeja de plata.

Cabe destacar que desde el 2004, el gobierno de Al-Gaddafi había aceptado la propuesta de Europa y Estados Unidos que pedía el desarme del ejército libio (acuerdos pactados en 2003: cese del programa de armas nucleares y misiles estratégicos de largo alcance de Libia) a cambio del fin de las sanciones contra Libia y la apertura comercial con occidente.

Desarmado el ejército libio fue pieza fácil para la traición y el asalto final de la OTAN sobre aquel país rico en petróleo y gas, así como de enormes reservas de aguas fósiles, todo a escasos kilómetros de Europa. Al otro lado del mediterráneo. Mucha tentación para las hienas sanguinarias.

Cronología del caos que invade a Libia

El día 11 de marzo del corriente, el parlamento libio censuró al Primer Ministro, Alí Zidan y designó en su lugar al Ministro de defensa Abdalah Al Zani. Una mayoría aplastante de los diputados apoyaron la moción de censura contra quien exhibía la Presidencia Ejecutiva desde el 31 de octubre de 2012, en un clima de protestas originadas por el rechazo de las diferentes fuerzas políticas a la aspiración del ex mandatario de extender la presidencia, la cual había concluido el pasado 7 de febrero.

Las propuestas se iniciaron en el momento que corría el rumor por la captura de un super tanquero petrolero 'Morning Glory', de bandera norcoreana, que había logrado eludir los controles de la armada libia en el puerto de Es Sider, controlado por un grupo de milicianos federalistas oriundos de la ciudad de Sirte.

Los milicianos intentaban comercializar el petróleo por su propia cuenta para financiar sus actividades. Por su parte, el gobierno libio solicitó al gobierno de chipriota que fuese detenido el buque petrolero, en momentos que se encontraba cerca de las aguas territoriales de Chipre. La captura del buque la ejecutó un grupo comando naval norteamericano. El gobierno de Pionyang se había desmarcado de su responsabilidad informando que el buque de bandera coreana había sido alquilado.

Cabe recordar que en julio pasado, grupos milicianos anárquicos despojaron al país de la principal fuente de ingresos, bloqueando algunos puertos y campos petroleros de Libia. Aquellos episodios marcaron un descenso en la producción petrolera libia que se ubicó en unos 250 mil barriles por día, frente a los 1,5 millones de barriles por día que producía en el pasado. Las acciones de las milicias impactaron en el presupuesto del gobierno, que llegó, incluso, a la incapacidad de pagar los sueldos de los empleados.

El pasado día 13 de abril renuncia del jefe de Gobierno interino, Abdalah al Zani, un día después de que él y su familia fueran objeto de un ataque armado por parte de grupos islamistas del que salieron ilesos.

El 5 de mayo presidente del parlamento Nuri Abu Sahmein, de corriente islamista, ratificó la designación de Ahmed Miitig como primer ministro de Libia, al día siguiente de una caótica elección que reveló la lucha entre islamistas y liberales en un país 

Ahmed Miitig, un empresario de 42 años, oriundo de la provincia de Misrata, elegido sobre todo con el apoyo de los islamistas, es el quinto jefe de gobierno desde la caída de Al Gaddafi en 2011. El premier Miitig cuenta con el respaldo de los partidos islamistas, fundamentalmente con el apoyo de la Hermandad Musulmana, y del partido Al-Watan, así como también de varios líderes vinculados a al-Qaeda.

La fraudulenta designación de Miitig fue interpretada por muchos como golpe de Estado de los islamistas. La frustración generalizada del pueblo libio y la anarquía reinante en todo el país terminó por provocar un levantamiento armado de parte de las fuerzas liberales y de otras milicias tribales contra el actual gobierno dirigido por los islamistas.

El 18 de mayo, las milicias controladas por el general Khalifa Hifter iniciaron una rebelión armada e irrumpieron contra la sede del parlamento para apresar a la bancada islamista. Numerosos enfrentamientos se han producido en las dos últimas semanas en la ciudad de Bengazi, la segunda ciudad de Libia, y en la sede del Parlamento libio en Trípoli, causado más de 72 muertos y 208 heridos.

El presidente del parlamento libio Nuri Abu Sahmein ordenó a las milicias dirigidas por los islamistas a tomar posiciones en la capital Trípoli y enfrentar a los alzados dirigidos por el general Hifter.

Hifter había sido general en el aparato militar de Al Gaddafi, pero se rebeló contra este en la década de 1980, luego huyó a los Estados Unidos donde vivió durante varios años hasta que regresó a Libia en 2011 para unirse a quienes luchaban contra el fallecido líder libio.

Según últimas informaciones, el 19 de mayo, Wanis Abu Khamada, jefe de las fuerzas especiales de Libia, declaró que apoya la operación anti islamista que está dirigiendo por Hifter.

Los intereses tras la caotización de Libia

La anarquía y el caos reinan en toda Libia tienen un solo responsable: EE.UU. y sus lacayos serviles de la OTAN.

Algunos medios informativos refieren a la posibilidad de que se produzca una nueva guerra civil generalizada, esta vez entre las fuerzas del debilitado gobierno central dominado por los islamistas, las milicias liberales anti islamistas y las milicias conformada por los jefes tribales que controlan los puertos petroleros de aquel país.

El actual conflicto que vive Libia evidencia del carácter de ingobernabilidad y caos invade a ese pa[is tras el derrocamiento y magnicidio del líder libio Muammar Al Gaddafi en 2011.

Vale recordar que varios jefes tribales (denominadas Kabilas) de la región de Cirenaica amenazaron con revocar a sus representantes del Congreso Nacional General si el actual gobierno libio no detenía el envío de tropas a las instalaciones petroleras controladas por ellos.

Las fronteras entre las regiones de Tripolitania, Cirenaica y Fezzan que componen a toda Libia están siendo demarcadas por los intereses transnacionales que se benefician del desorden y la inexistencia del Estado libio.

Muchos expertos en materia petrolera consideran EE.UU. estaría tras la desestabilización y guerras en el Medio Oriente y el Norte del África (Libia, Egipto, Mali y Nigeria) con el objetivo de aplastar la competencia en el mercado mundial petrolero una vez que EE.UU. logre disponer de volúmenes libres para la exportación de crudo y gas. Según estos analistas, el auge en la producción petrolera en EE.UU. se debe a las enormes inversiones en el fracking (fractura hidráulica de las piedras que almacenan de gas) que fueron posibles gracias a los altos precios de crudo desde que EE.UU. invadiera Irak y destruyera su sector estatal  de  petróleo [1].

La Agencia de Energía Internacional pronostica el liderazgo global de EE.UU. en la extracción de crudo en el 2020 y su independencia energética para 2037. 

EE.UU. produce el 10% de la oferta global de petróleo y gas -aunque cuenta con un superávit de oferta de crudo gracias a la tecnología de 'fracking'- pero no exporta ningún barril desde la Ley impuesta en respuesta al embargo de la OPEP en 1973 sobre las exportaciones de crudo al país norteamericano en 1973. Hoy la administración Obama está contemplando cambiar esta ley.   

Por otra parte, EE.UU. y sus aliados europeos de la OTAN también se plantean caotizar a los países productores de petróleo, debilitarlos y controlar sus recursos energéticos para cortar la posibilidad de acceso del gigante asiático, China, a aquellos mercados.

Los grandes capitales y lobbys petroleros y gasíferos se benefician enormemente por la muerte y el caos en Libia.

¿Pero hasta cuándo podrán mantener el caos en Libia?

Se acerca el tiempo del retoño de los verdes. Actúa militarmente, acuerda, negocia, pero se mantienen de bajo perfil, cosechando silenciosamente los frutos del futuro promisorio libio. Mientras tanto, la resistencia verde espera.

Fuentes:

[1] William Dores,  un analista  político de International Action Center, con sede en Nueva York.  http://actualidad.rt.com/economia/view/128086-eeuu-plantea-exportar-petroleo-embargo



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