Venezuela y EEUU no pelean por petróleo

Hace días la Asamblea Constituyente sostuvo un debate destinado a rechazar recientes sanciones económicas que el gobierno de Estados Unidos decretó contra Venezuela y su empresa Citgo.

El escenario bilateral se ha deteriorado desde que el Presidente Donald Trump expresó que no descartaba una "opción militar" en nuestras tierras. En respuesta a esa declaración, he propuesto una vía de resolución pacífica del conflicto, basándome en mi experiencia profesional en EEUU y el prestigioso premio IVLP que ese respetable país me otorgó en 2017. Ver video (en inglés) Doctor Jesús Silva exige a Donald Trump descartar opción militar https://youtu.be/bPVc3BjOYLo

Dos visiones se plantearon en la ANC, una técnocratica que plantea que el conflicto entre nuestra patria y el gigante estadounidense es netamente petrolero; y otra que advierte que el problema es por la independencia venezolana.

Ciertamente acompaño esta segunda visión independentista como factor determinante.

Tecnocráticamente, es harto conocido que en EEUU grandes consorcios económicos pueden influir políticamente en el aparato del Estado (esto ocurre en muchos otros países), que este poder fáctico se interesa por intervenir en naciones con riqueza energética; sin embargo no es verdad que todo Estado petrolero tenga pleitos con el gigante del norte pues Arabia Saudita, que produce más de diez millones de barriles de petróleo diario (Venezuela produce casi tres millones), mantiene excelente relaciones con Washington y hacen grandes negocios (obviamente sacrificando la independencia saudita).

Entonces, es la decisión política de Venezuela respecto a ser siempre independiente, la real causa de controversia. En efecto, nuestra patria ha roto todos los vínculos de subordinación política que durante dos siglos la ataron a EEUU. En nuestra tierra hay un gobierno revolucionario que no discute ni negocia su autoridad soberana con potencias extranjeras, no privatiza la industria petrolera, ni las básicas, iguslmente las decisiones del paîs las dicta el pueblo y sus servidores elegidos públicos elegidos democráticamente; es resumen, Venezuela es conducida por los venezolanos sin necesidad de aprobación de terceros.

Es precisamente el entreguismo de la MUD (cúpula opositora antinacional), ofreciéndole al imperialismo un retorno al esquema de obediencia venezolans al norte, lo que alimenta la alianza antichavista con EEUU. Sin duda que si no existoera esa oferta, la MUD no sería tomada en cuenta por la superpotencia gringa.

En resumidas cuentas, el conflicto venezolano estadounidense es mucho más complejo que contabilizar nuestras reservas petroleras en la faja del Orinoco y etc. Eso debería entenderlo cualquier experto petrolero que estidie suficientemente la geopolítica.

Esta controversia, para ser resuelta, exige debatir internacionalmente sobre derechos humsnos, democracia, separación de poderes y de ese modo elevar la imagen de Venezuela ante el mundo y rechazar acusaciones de EEUU en este ámbito. Ciertamente, mejorar relaciones con el Tío Sam implica desplegar una estrategia multidisciplinaria (diplomática, política, jurídica, mediadora, etc) para lograr la coexistencia pacífica y el respeto entre ambos Estados conforme a los principios del Derecho Internacional y el diálogo constructivo.



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Jesús Silva R.

Doctor en Derecho Constitucional. Abogado penalista. Escritor marxista. Profesor de estudios políticos e internacionales en UCV. http://jesusmanuelsilva.blogspot.com

 jesussilva2001@gmail.com      @Jesus_Silva_R

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