El viernes pasado la vicepresidencia entregó a la Asamblea Nacional la propuesta para reformar la ley resorte para que el estado controle los contenidos publicados en internet, “para restringir los mensajes que puedan constituir manipulaciones mediáticas dirigidas a fomentar zozobra o alterar el orden público”.
La expresión manipulaciones mediáticas, utilizada por el gobierno, con seguridad alcanzará a las críticas a la gestión del gobierno publicadas en Aporrea; este proyecto será discutido junto a otras reformas constitucionales antes de las festividades de navidad y año nuevo para que sea aprobado de inmediato ya que el 5 de enero inicia sesiones la nueva Asamblea Nacional con la incómoda oposición.
Censurar Aporrea por las críticas emitidas en esa página por quienes no estamos de acuerdo en una transición perpetua que ya es parte del status quo revolucionario con un futuro incierto para el socialismo del siglo XXI ya que su construcción se hace con limosnas en los cambios políticos, culturales, económicos, y porque el cambio político con el PSUV es muy cuestionable por su actividad difusa, -el partido no es la cara del pueblo es la cara del buró-, además, porque se nos dice que estamos en el camino de un proceso revolucionario, que todo lo pasado es malo y que todo lo que hace el gobierno es bueno y no merece discusión, entonces, lo más fácil es censurar.
Castigar la crítica produce incertidumbre, descontento. Ahora que el país está en un estado de indefensión por las inundaciones y la regular gestión política en la revolución, proceso que solicita la ampliación para los cambios constitucionales que no se lograron en el 2007, pero que, si benefician al pueblo bienvenidos sean ¿por qué no se solicitó antes la ampliación a la Asamblea para gobernar de mejor manera?
La transición perpetua nos dice que la economía está sana porque no negociamos con el FMI o el BM y vivimos inundados de vehículos, TV plasma, agua a 5 BsF el litro, sin energía eléctrica cuando no llueve y cuando llueve no tenemos las centrales hidroeléctricas por estar pensando en la energía nuclear y compramos todo lo que podemos producir. Es lo que muchos decimos en Aporrea, otros tienen mucha esperanza, optimismo y pesimismo, siempre esas emociones las habrá porque son parte del ser humano, pero, más allá de las decepciones y triunfos inmediatos está la capacidad de la masa para sostener el cambio con el voto.
La lentitud del cambio choca de frente con esta urgencia del proletariado que nos pide ser mejores y construir el socialismo siempre y cuando el gobierno sepa de lo que se trata para que el lenguaje de los poderosos no sea el único que predomine como demagogia.
Censurar la libertad de expresión, de comunicación, ha mostrado a través de la historia distintas dimensiones; por lo general, perjudica políticamente al gobierno cuando no se lo hace bien como lo ocurrido con RCTV dejando a GLOBOVISION, dividimos a la opinión pública y fortalecemos a la oposición. Meterse con INTERNET será el golpe de gracia para el gobierno después del fracaso de las elecciones legislativas y un freno para la revolución en las presidenciales del 2012.
No entiendo si Miraflores quiere seguir con ese paupérrimo 50% con el que se gana las elecciones, eso es pensar solo en el gobierno no en el socialismo, no se puede proyectar eternamente la revolución con esos millones de empleados públicos y gente perteneciente a las misiones que forman el colchón electoral, así no se puede crecer porque no se multiplica, se divide, y eso es no tener proyección revolucionaria. Requerimos con urgencia llegar un 75% de apoyo a la gestión del gobierno para hablar de revolución en toda la nación.
Controlar la manipulación mediática con castigos y censuras, requiere que la justicia no sea laxa ni draconiana para cultivar el equilibrio siguiendo los debidos procesos pero también utilizando el sentido común, castigando de forma proporcionada a los culpables solamente.
Una sanción que afecte a personas y medios que nada tienen que ver con la contrarrevolución es improcedente y el remedio será peor que la enfermedad que se pretende curar. En Cuba, su pueblo desea mejorar el socialismo ayudados con la tecnología, la juventud clama por tener acceso a INTERNET, aquí se lo pretende censurar.
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