08/09/13.- A pocas horas de haber recibido las llaves de su nueva vivienda, María Isabel Mejías celebraba con una taza de café en la sala del apartamento B-63, en el urbanismo Santa Rosa II, ubicado en la avenida Libertador.

Mejías pertenece al grupo de familias que estuvo durante más de dos años en Pdvsa La Campiña, torre sur, luego de que su casa de tres pisos, situada en el barrio Hornos de Cal, parroquia San Agustín, fue declarada en alto riesgo por Protección Civil. Ella junto a los demás integrantes de su famillia debieron salir de su residencia en 2010.

“Desde ese día mi vida cambió totalmente. Me dije: ‘¡Dios! ¿Ahora para dónde voy a ir con mis hijos? Me llevaron a un colegio por pocos días, porque iban a comenzar las clases y lugo nos trasladaron a Pdvsa La Campiña, donde estuvimos 2 años y 8 meses, situación que no fue nada fácil para nosotros”, recordó apesadumbrada.

Hoy, la familia Mejías disfruta de un apartamento con tres habitaciones, dos baños, sala, cocina, comedor, lavandero y balcón en el urbanismo Santa Rosa, que construyen la Alcaldía de Caracas y el Gobierno del Distrito Capital en el marco de la Gran Misión Vivienda Venezuela.

Los Mejías manifestaron su eterno agradecimiento, primeramente a Dios y al Comandante Eterno, Hugo Chávez Frías. También indicaron que sienten gratitud por el alcalde de Caracas, Jorge Rodríguez, y la Jefa de Gobierno, Jacqueline Faria. Por supuesto tambien le lanzan sus flores al presidente de la República, Nicolás Maduro.

UNA LLAMADA CAMBIO LA VIDA DE ANDREY

Una llamada a las 8:00 am el día viernes 6 de septiembre de 2013 cambió la cara de tristeza de la señora Andrey Alvarado, luego de que le avisaran que preparara sus maletas, porque ese mismo día el presidente Nicólas Maduro le haría entrega de su casa.

“No lo podía creer cuando me llamaron para darme la noticia. De la alegría pegué un grito y me puse a llorar y dije: ‘hasta que no lo vea, no lo creo’. ¡Dios!, llegó la hora de tener mi casita y ser feliz junto a mis hijos”, comentó con lágrimas de felicidad en sus ojos.

Alvarado vivía junto a sus tres hijos y su esposo en el barrio Gramoven, Catia, parroquia Sucre. Con la llegada de las lluvias en el 2010, su vivienda fue declarada en alto riesgo. Era de bloques y tablas por lo que ya estaba a punto de caerse.

Para resguardar la vida de los integrantes de la familia, los Alvarado fueron desalojados y reubicados en los galpones de la Coca- Cola, en Gramoven; al tercer día los trasladaron al refugio del Hotel Yare, situado en Plaza Venezuela. Allí estuvieron tres años.

Andrey cuenta que no fue fácil permanecer en el refugio. Pero hoy dice “valió la pena, porque gracias a Dios y a la Misión Gran Vivienda hoy tenemos un techo digno para nuestra familia. Estamos muy contentos”, comentó emocionada y abrazada de sus hijos.

Adecuando el espacio En el piso 3, apartamento B-41, se encontraba Yatzabe Martínez, de 35 años de edad, con sus cuatro hijos de 1, 4, 13, y 17 años.

Ella vivía en el sector Santa Rosa, muy cerca del espacio donde se levanta el urbanismo. Cuenta que ese lugar donde vivía será desalojado en su totalidad para la contrucción de un bulevar, y las familias serán reubicadas. Ella es una de las primeras 14 familias que han salido del barrio.

“Vivía arrimada en una vivienda con 8 familias. No tenía espacio para nada y ni privacidad. Cuando nos dijeron que nos sacarían de allá para darnos una vivienda, me alegré mucho, porque siempre he pensado en el futuro de mis hijos. Aún no puedo creer que tengamos nuestra casa”, dijo.

Finalmente agregó que nunca había podido ofrecer a sus hijos un lugar que les brindara completa tranquilidad.

URBANISMO PRIVILEGIADO

El urbanismo Santa Rosa II, es uno de los complejos que levanta la Fundación Caracas (Fundacaracas). Tiene una extensión de terreno de 44 mil 752 metros cuadrados, lo que permite la construcción de diversos espacios de recreación. Los edificios fueron levantados con estructuras metálicas.

Este tipo de construcción se erige rápidamente, en comparación con las de concreto armado. El urbanismo también tendrá un polideportivo, un pequeño campo de fútbol, Simoncitos, parques infantiles Urbanismo privilegiado y otra plaza para que los habitantes del lugar puedan disfutar de espacios para el sano esparcimiento de la familia.

El complejo contará –cuando esté listo– con 360 apartamentos y 25 locales socioproductivos. Este es un proyecto muy vistoso, debido a su pintura en la estructura de color blanco y los ladrillos rojos.

Su ubicación, en las adyacencias del barrio Santa Rosa, en plena avenida Libertador, lo hace un espacio favorecido, puesto que está en una zona muy céntrica de la ciudad capital.