Si Monseñor Padrón, usted es un patán impregnado de azufre y le voy a explicar por qué.
Usted Monseñor, según su religión católica, de la cual al igual que muchos otros creyentes me he alejado aunque mantengo la fe cristiana que difícilmente creo usted practica, dice ser representante de Dios en la tierra y es lo menos cercano al Dios celestial y santo porque lo que se esconde debajo de esa sotana es un ser grosero y satánico.
Usted monseñor, ha tenido el descaro de responsabilizar al plan de la patria, ese legado que nos dejó el comandante eterno Hugo Chávez, como el causante y culpable de los actos terroristas cometidos por asesinos a sueldo pagados por la ultraderecha fascista de la oposición venezolana, disfrazados de manifestantes estudiantes pacíficos que usted defiende.
Usted monseñor, se da el tupé de llamar a una transición de gobierno poniéndose al lado de los que desconociendo la voluntad popular que eligió al presidente Nicolás Maduro como legitimo presidente de la república hacen el mismo llamado, como si la decisión de la mayoría no importa y sólo es valedera la voz de esa minoría oligarca que le quiere poner las manos al poder para saciar sus apetencias personales y entregarle el país al imperialismo. ¡Claro!, ustedes, los de la cúpula eclesiástica saben que allí también tienen su pedazo de la torta y esa la razón más poderosa que los mueve a plegarse a favor de los conspiradores.
Usted monseñor, acusa al gobierno de ser represivo por tomar medidas que eviten que estos vándalos y terroristas destruyan los bienes públicos y privados, tranque las vías, quemen animales vivos, talen arboles para poner barricadas y asesinen a inocentes sin impórtales condición social, sexo edad o afiliación política, ya que en definitiva lo que buscan es causar muertes para lograr su maléfico plan que es justificar una intervención que les permita una transición de gobierno. Eso usted no lo condena, como no se le ha escuchado a ninguno de los integrantes de esa cofradía satánica que es la CEV manifestarse en contra de la intentona de acabar con la vida de ochenta y nueve (89) niños que estaban en el preescolar de la Misión Vivienda y que los terroristas que usted defiende solapadamente le pegaron candela.
Por eso monseñor, usted no es más que un patán y grosero queriéndose ocultar con esa sotana de hombre culto y santo, pero lo rodea una aureola de azufre.
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