Quieren armar un chiripero. Eso se nota.
Lamentablemente hay quienes siempre han militado en un chiripero y se conforman con sesgos unilaterales, aparentemente dogmáticos pero realmente falsos. Dan la espalda a la historia cuando sobreponen sus individualismos hormonales a la transformación colectiva.
A veces con una fachada “pura” quieren ocultar el divisionismo y su apuesta por el fin del proceso bolivariano. Aspiran volver a la época en que la izquierda era un reducto y tenía pocas posibilidades.
Los castos lo son por no involucrarse. Ningún escrupuloso limpia nada. Algunos ingenuos luchan por su propia tortura.
Otros luchan por el legado de Pompeyo y Teodoro, mientras publican guiones de Lupita Ferrer en forma de cartas.
Nunca dicen nada de los partidos de la derecha, pero brincan ante los procesos que democratizan la política en el PSUV. En lugar de valorar la masiva movilización popular, su tema inmediato es la “abstención”.
En vez de sumarse a la transformación de nuestra acera, se ubican en la tribuna espectadora lateral a lanzar piedras, contra nosotros.
No podrán.
La mayoría del pueblo venezolano da la espalda a los aventureros, aspirantes a chiripero, porque comprende que a pesar de lo mejorable hay mucho por defender y por cuidar.
Somos más los que preferimos transformar desde adentro todo lo transformable, valorando que la Revolución Bolivariana es una oportunidad histórica que no se puede perder ni por anécdotas, ni por egolatrías, ni por ingenuidades. “Sentido del momento histórico”, dice Fidel.
Ni el imperialismo ni ellos podrán con el pueblo de Bolívar, que es Chávez.
Venceremos!
@WilleyP
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