Al igual que semanas antes del criminal golpe de estado, que se produjo en nuestra patria
en abríl de 2002, la casi totalidad de los medios de comunicación actores o cómplices de ese hecho abominable, ilegal y antidemocrático, que fuera manipulado o silenciado por El Nacional, El Universal, Tal Cual, El Correo del Caroní, El Carabobeño, El Impulso, RCTV, GLOBOVISIÓN, VENEVISIÓN, TELEVEN, CONSECOMERCIO, la SIP, el CNP, el SNTP, la Conferencia Episcopal, intelectuales, organismos y medios de comunicación, de nuevo han comenzado a difundir sus “partes de guerra” contra el Presidente Hugo Chávez y el trascendental proceso de cambios históricos que ocurren en Venezuela, utilizando como pretextos las necesarias reformas a la Constitución Bolivariana de 1999. Basta tomar en nuestras manos, cualquiera de estos medios o ver, escuchar, o leer alguna “información”, noticieros, programas o costosas páginas de opinión, editoriales, artículos o documentos, para constatar de inmediato que la casi totalidad de ellos, utilizan los mismos métodos insurreccionales y guarimberos que usaron los golpistas antes del zarpazo sangriento, engañando a nuestro pueblo con publicidad engañosa como la que apareció en Ultimas Noticias de la CIEC, el pasado lunes 29 de octubre titulada “¿ Cómo te afecta la Reforma ¿ “No te garantiza el derecho a la propiedad de lo tuyo o mío. Te pueden tener preso por pensar distinto. No podrás pensar. Te limita la libertad y autonomía sindical. Se debilita la democracia”, etc
Abiertamente y sin ningún temor porque están seguros que ahora si existe Libertad de Expresión y que no serán encarcelados, torturados o desaparecidos como ocurría en la siniestra DIGEPOL de la cuarta república, incitan al magnicidio del Presidente Chávez, o a portátiles manifestaciones estudiantiles para que defiendan la “autonomía universitaria”, olvidando que ellos justificaron o fueron cómplices del allanamiento brutal de la UCV en 1970, porque ahora sus líderes buscan titulares de CNN y vociferan dentro de la Asamblea o reparten panfletos financiados por la CIA y se acuestan en el piso del TSJ, mientras escandalizan con un grupo de maestros que reclaman un contrato colectivo o las madres que protestan el “desabastecimiento”, la inseguridad o la “escasez de alimentos”. El mismo libreto golpista de hace cinco años. Pero el pueblo está alerta.
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