En mi parecer, nuestro Comandante Chávez, no se equivocó con la escogencia de Nicolás. Y uno de los rasgos más resaltantes del Camarada Maduro, es su experiencia obrerista. Pero el dedo que escogió al ciudadano Alberto Mora, en el municipio Santiago Mariño del estado
Aragua, debe tener un cargo de conciencia, que provoca insomnio.
Los rezagos de la cooptación.
Este ciudadano, desde que llegó a su cargo, no ha hecho más que atropellar flagrantemente a la clase trabajadora. Desde su famoso discurso en la sede de la Alcaldía, donde decretó que no había ningún trabajador fijo, basado en una jurisprudencia del Tribunal Supremo de Justicia, lo cual hizo que camaradas abogados, escondiesen sus rostros ante semejante desparpajo.
De Ripley y aunque usted, no lo crea.
Ya bastante había señalado en la campaña electoral que su designación “era una tarea encomendada por la Revolución” y la masa votante, a regañadientes, cumplió. Pero en realidad, más que político parece repostero, ya que no hecho otra cosa más, que poner la torta.
Es preferible atender a tiempo, que lamentarse después.
Además de violar unos cuantos artículos de la Ley de trabajo, sucede que alguien que va a solicitar sus prestaciones, les responden en la oficina de recursos humanos, que van a pedir un crédito adicional. Pero en el momento que el ex trabajador pregunta cuánto le corresponde, le dicen no tener los cálculos. Pregunto entonces ¿Cómo demonios está haciendo esa cuenta de crédito adicional?
¿Será que la persona a cargo no tiene una profesión afin?
Es probable que el ciudadano mencionado desconozca que cuando un político deja de ser abordado por la gente, es que no espera nada de él. Esto lo digo porque las escasas veces que se le ha visto en la Plaza de Turmero, el pueblo ni lo ignora. Y preocupa, porque ese municipio se ha caracterizado por ser un bastión de la Revolución en el país. No sea que este caballero, salga parecido al estudiante de Washington, Rafael Isea.
El mismo que cada tres palabras nombraba el 4-F y a Chávez.
Muchos buenos dirigentes, están suficientemente molestos con la gestión. Y hay que recordar que los jóvenes son una fuerza emergente, pero la vieja guardia todavía está activa y más crítica que nunca. Solo me voy a atrever darle una recomendación, mida su popularidad y aplique el consejo que bastantes veces ha dado Diosdado Cabello, vaya a darse una vueltica sincera, por el Cuartel de La Montaña.
Las elecciones se ganan con votos pero la Revolución, con conciencia.