En Washington se hacen cálculos electorales por parte de los demócratas si deciden atacar Irán, si no lo hacen Israel atacara por su cuenta y Estados Unidos tendrá que intervenir liberando la presión del pentágono y Tel Aviv sobre Obama.
Es difícil detener a Israel, está loco por bombardear Irán, llevan meses preparando a la sociedad a través de internet, este será su modo de comunicación, terminaron de recolectar comida, agua y máscaras antigás, en estos menesteres la población lleva más de 90 días; ya están preparados dicen las autoridades del gobierno para la lluvia de misiles que le caerán después del bombardeo.
Discursos a la población en las universidades y colegios preparándolos sicológicamente para la guerra por ex funcionarios del Mossad se producen en todo el territorio, solicitan además que EEUU intervenga porque las negociaciones con Teherán no dan resultado, más tiempo significaría permitir que Ahmadinejad consiga sus armas nucleares manifiesta el gobierno de Benjamín Netanyahu, no podemos esperar más, el ataque es irremediable concluyen.
Por su parte, la casa blanca y el secretario de seguridad ya tienen el pretexto para una zona de exclusión aérea sobre Siria, las armas químicas de Bashar al Asad, la ONU autorizara la instalación de la zona aérea exclusiva para la aviación estadounidense y de la OTAN para atacar la aviación siria y dejar ese flanco listo para penetrar también por allí a Irán.
La manera más recurrente de construir un discurso político por parte de EEUU es a través de actos de provocación, la CIA es su brazo ejecutor, que por reiterados forman parte de la ética de Washington, no se quieren dar cuenta que, a la larga es una torpeza tanta prepotencia de EEUU e Israel, actitudes de intimidación desembocan en la respuesta de Irán, también llevan años preparándose para el ataque, respuesta que podría desencadenar que varios actores entren en el conflicto si Israel o EEUU deciden utilizar bombas nucleares.
Con veto o sin veto EEUU está dispuesto a destruir la aviación siria, último escollo para atacar Irán, para eso Obama ya anuncio sus intenciones de cambiar sus cálculos militares si Bashar al Asad se decidiera utilizar armas químicas, atentado que será ejecutado por la CIA para culpar al gobierno de Al Asad, elemento manipulador que requiere la ONU para conferir el permiso a EEUU y a la OTAN para atacar desde un espacio aéreo restringido.
La renuncia de Kofi Aman, ex secretario general de Naciones Unidas y enviado especial de ese organismo a Siria en misión mediadora evidencio un hecho inocultable, la guerra civil en Siria no tiene solución por la participación de EEUU a través de Turquía, Arabia Saudita, Qatar, en efecto, Aman no pudo cumplir con el pedido del Consejo de Seguridad de buscar una salida negociada por la presión internacional de los países alineados con EEUU, estructura de poder que está más arriba del marco institucional de la ONU y de las Cortes Internacionales.
No es el veto de Rusia o el voto en contra de China, que impide una salida política a la guerra en Siria. Kofi Aman se dio cuenta que Siria es un pretexto para cercar a Irán, convertido en el premio mayor desde que inicio la primavera árabe, proyecto geopolítico que inicio derrocando los gobiernos de Túnez, Argelia, Egipto, Libia, países esenciales por su ubicación geográfica, gobiernos con liderazgos e influencia islamita que había que destruir.
Siria es el escollo que se prolonga porque Washington se topó con el veto de Rusia, la oposición de China, les permitió a los militares del pentágono el tiempo suficiente para alistar su armamento nuclear de bajos kilotones, armas que serán utilizadas si en las primeras semanas si Irán resiste con fuerza y no se vislumbra el término de la guerra en un mes.
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