Quito, septiembre 21 - Los presidentes de Venezuela y Colombia acordaron el retorno inmediato de los respectivos embajadores, realizar una investigación de la frontera, reunir al equipo de ministros para tratar temas fronterizos, la progresiva normalización de la frontera, continuar trabajando con el acompañamiento de Ecuador y Uruguay, entre otros puntos.
Asimismo, acordaron construir un acuerdo que solucione los problemas de la frontera común en función a la convivencia y desarrollo económico social. Asimismo, acordaron fortalecer el diálogo y respeto en el marco del derecho internacional.
Reconocieron la importancia fundamental que tienen los organismos de integración regional, como Unasur y la CELAC.
El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, leyó la declaración conjunta lograda entre el primer mandatario venezolano, Nicolás Maduro, y su par colombiano Juan Manuel Santos.
"La reunión ha logrado metas y objetivos muy importantes, no sólo para los venezolanos y colombianos, sino para todo el pueblo latinoamericano”, aseguró el presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez.
Los mandatarios ofrecen una rueda de prensa tras reunirse en el palacio de Carondelet (sede del Gobierno ecuatoriano), con el rol mediador de Ecuador y Uruguay como representantes de CELAC y la Unasur.
Esta reunión fue producto de los reiterados llamados al diálogo de ambas partes para lograr una solución conjunta sobre diversos problemas que se registran en la frontera colombo-venezolana, como el contrabando de extracción, paramilitarismo y miles de colombianos indocumentados en el lado de Venezuela.
Durante su llegada a Quito en horas del mediodía, Nicolás Maduro insistió en la necesidad de optimizar las relaciones con Colombia a fin de refundar y reconstruir una nueva frontera de paz para ambos países.
Por su parte el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, aseguró que asistiría al diálogo con su par venezolano a fin de contribuir en la construcción de políticas justas de beneficio para todos, sin embargo, recalcó que los problemas en la frontera, que repercuten en la economía y seguridad de Venezuela, “no son culpa de su país”.
En agosto pasado, el presidente Maduro decretó estado de excepción constitucional en varios municipios ubicados en la frontera con Colombia como parte de sus políticas contra el paramilitarismo y el contrabando de extracción.
