No me conformo con que el sacrificio de mi padre, Jorge Eliécer
Gaitán, haya servido, fundamentalmente, como anzuelo electorero de los
manzanillos y oligarcas liberales que representan la antítesis de lo que
fue la batalla por el socialismo de mi padre.
Con su magnicidio esos oportunistas consiguieron "un mártir" para
usufructuar de su memoria, a la que han explotado inmisericordemente
para acrecentar su caudal electoral y fortalecer así al partido liberal
socialdemócrata, que tánto criticó mi progenitor.
Claro que ahora, cuando tienen un mártir más con el nombre de Luis
Carlos Galán, han decidido poner en un segundo plano a Jorge Eliécer
Gaitán, porque Galán está en manos de César Gaviria. Es él quien lo hace
hablar y quien adquirió el derecho, por voluntad de la familia del
mártir, de ser su legítimo heredero. Y es que, en realidad de verdad,
César Gaviria y Luis Carlos Galán estaban hechos políticamente el uno
para el otro.
En cambio, la heredera natural del legado de Jorge Eliécer Gaitán
soy yo, su única hija y a ellos no les conviene que sea yo quien lo
ponga a hablar, porque no ignoran que la lucha de mi padre estaba
centrada contra ellos, contra la manipulación de la mística popular,
contra el capitalismo que ellos defienden y que sus presidentes le han
impuesto al país.
Eso explica que me critiquen tánto porque yo siempre lo cito, lo
que hago adrede, para contrarrestar - con las limitadas armas de
difusión de que dispongo - la arremetida reaccionaria que los jefes
liberales han hecho de su figura para convertirlo en un MITO MUDO al
servicio de sus mezquinos intereses.
A ellos les conviene que mi padre aparezca como un dirigente
entregado a la causa popular (eso trae votos), siempre y cuando se diga
que era liberal, para ellos poder exhibir el mismo calificativo,
mostrándose farisaicamente como sus "copartidarios" y poder así
usufructuar dolosamente de su memoria.
Y ahora, para estas elecciones, cuando los gaitanistas doctrinarios
que conozco han tomado la decisión de votar mañana 30 de mayo por
Gustavo Petro, en las toldas del partido liberal les están diciendo
mentirosamente a los militantes liberales que Jorge Eliécer Gaitán decía
que "la disciplina es doctrina" y añaden que, por esa razón, deben
votar obligatoriamente por Rafael Pardo, así el programa de Petro esté
más cerca de la plataforma ideológica de Jorge Eliécer Gaitán que el
programa de Pardo.
Una vez más faltan a la verdad. Mi padre JAMÁS dijo que la
disciplina es doctrina. Si así fuera habría sido completamente
incoherente, pues siempre estuvo batallando contra la línea
política trazada por las directivas oficialistas del Partido Liberal y
se negó a votar por los candidatos oficialistas del partido. Lo que dijo
mi padre es que "el procedimiento es doctrina" y
mentir, como lo hacen los electoreros liberales, demuestra que su
doctrina es la de la ambición y la mezquindad.
Basta que le digan a sus electores que el programa de Pardo
presenta propuestas de lucha por la justicia y que son, según ellos, las
más convenientes para el pueblo. Pero que no vengan hoy, como
ayer, a "gaitanear", buscando deliberadamente confundir
a la gente al mezclar ´la figura de Luis Carlos Galán con la de Jorge
Eliécer Gaitán. Ellos dos representan caras antagónicas frente a
la política. El hijo mayor de Luis Carlos Galán, el día del entierro de
su padre en el Cementerio Central de Bogotá, al hacer la oración
fúnebre, dijo: "Galán no es un Gaitán". Tenía toda la razón. Por
lo menos, las directivas liberales deben respetar la posición de las
familias Gaitán y Galán, porque mutuamente hemos afirmado que NADA
tienen que ver el uno con el otro, ni ideológicamente, ni
programáticamente, ni sus asesinatos se originaron por iguales motivos.
¡Nooo! Hoy, la familia de Galán apoya la candidatura de Rafael Pardo,
mientras que mi familia, la familia de Gaitán, apoya la candidatura de
Gustavo Petro. Son dos posiciones diferentes, dos plataformas
ideológicas distintas, dos maneras diversas de entender la lucha y el
futuro de Colombia. Somos, mutuamente, legítimos herederos de nuestros
progenitores.
Ayer Galán fue heredero ideológico y táctico de Carlos Lleras
Restrepo - a quien su nieto Germán Vargas Lleras representa genuinamente
en su posición de derecha - y mi padre fue heredero ideológico de
Rafael Uribe Uribe, quien pregonó la necesidad de abrevar en las fuentes
del socialismo.
"N'a que ver" - como dicen los chilenos -, entre la ideología y los
propósitos de ambos. "N'a que ver", ni ayer ni hoy, ni lo será mañana,
porque el futuro de Colombia será socialista y no socialdemócrata.
Cordialmente, Gloria Gaitán
gaitanjaramillogloria@yahoo.es