Asombrados leemos un suplemento y oímos algunos medios progresistas, comentar el Mundial de Futbol en Sudáfrica y la participación de Nigeria, Camerún, Ghana, Costa de Marfil, y Argelia. Aquí analistas, en un afán por diferenciarse de los medios transnacionales terminaron siendo idénticos.
La estrategia transnacional de los años 1970 y 80, fue la de hacer invisible para el resto del Sur al África llena de recursos naturales como minerales, petróleo, piedras preciosas, agua, flora, fauna; el África nacionalista, socialista. Fue presentar un África pobre (no empobrecida), con SIDA, hambre, guerras, desigualdades y otras calamidades que parecían ser causadas por los propios africanos.
Cuando disertan sobre el mundial, resaltan, sin citar las causas, esas dificultades existentes y omiten las inmensas fortalezas y voluntad africana que ha permitido llegar a organizar este evento contra la oposición de las grandes potencias, no podemos evitar recordar las campañas aterradoras de los años 70.
Presentar sólo indicadores negativos de Sudáfrica, joven democracia de 16 años, onceava economía del mundo por su tesonera lucha; que ha venido superando los traumas del apartheid, sin analizar sus logros multisectoriales es como negar a los países del Sur realizar grandes eventos mundiales o regionales porque deben lamentar siempre los problemas heredados, llorarlos, castigarse y no afrontarlos. Esa forma de análisis reduccionista, efectista, pareciera decirles a los africanos, a los países del Sur, no jueguen al futbol, déjenle eso a las potencias de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico. !Y así no es!
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