Despertamos al lado de un Nuevo País

Yo conocí a Bolívar una mañana larga,
en Madrid, en la boca del Quinto Regimiento,
Padre, le dije, ¿eres o no eres o quién eres?
Y mirando el Cuartel de la Montaña, dijo:
Despierto cada cien años cuando despierta el pueblo”.

PABLO NERUDA

No creo que haya nadie más leal que el pueblo venezolano hacia la constitución Bolivariana. Ahora se advierte que en el fondo de esa lealtad se halla el amor por la esperanza y la dignificación del ser humano. Nunca en la democracia venezolana pueblo alguno había puesto su confianza en un proyecto nacional. Nunca en el mundo se había puesto en marcha una revolución pacífica, donde el militar y el civil comieran de un mismo plato o compartiesen una misma proyección de país. Esto ha sido posible a través de un hombre “cojonudo” llamado Hugo Chávez Frías, hombre del pueblo y para el pueblo, un demócrata que busca el equilibrio del pueblo, la igualdad del pueblo, el bienestar del pueblo, y para muestra son las múltiples misiones sociales que se desarrollan en todos los rincones de Venezuela. Para muestra es la ideología autóctona y auténticamente Bolivariana que estamos desarrollando y que está contemplada en la carta magna. Y hoy más que nunca, luego de unas largas jornadas de elecciones: reparos, ratificación y elecciones de Gobernadores, Diputados y Alcaldes, debemos imprimirle lealtad al pueblo.

No hay excusas para repetir los errores del pasado, se ha ganado la mayoría de Gobernaciones, Consejos Legislativos y Alcaldías. No debemos de inventar nada, todo está contemplado en la constitución de 1999. Es de suma importancia darle el poder al pueblo. Que sea el pueblo quien elabore el Plan Operativo Anual o el llamado POA de las gobernaciones y Alcaldías. Es importante que ellos sean los ejecutores y contralores de los programas, actividades y proyectos de sus comunidades organizadas. Que sea desde este momento la hora del pueblo. Que el pueblo sea el primer actor y protagonista de sus propias acciones. Que no vengan los engañadores de oficio o politiqueros a interrumpir este sueño despierto donde todo es posible y donde todo es realizable. Que no vengan los Gobernadores, Legisladores, Alcaldes, Familiares, Amigos, Mafiosos o grupúsculos a premiar o apadrinar a aquellos quistes dañinos del pueblo. Que no vengan estos a repetir los esquemas burocráticos de siempre, que no vengan a llenarse los bolsillos y a vociferar poesías para esconder su podredumbre. Queremos hombres probos, honestos, dispuestos a luchar al lado del pueblo. Recordemos que muchos Gobernadores, Legisladores y Alcaldes fueron electos por poca votación y se debió a la abstención que hubo en todas las regiones de Venezuela, y que muchos “fácilmente” son revocables. Recordemos que las unidades de batallas electorales y los patrulleros, deben asumir el rol de Unidades de Batallas Endógenas Sociales, fiscalizar y vigilar los recursos económicos, sociales y políticos del pueblo, para lograr la mayor suma de felicidad que añoraba nuestro Libertador. Recordemos que las UBES están por encima de los partidos políticos, llámense como se llamen, porque sin el pueblo no hay gobierno. Las teorías y las prácticas de cualquier propuesta posible hay que hacerla de forma consulta con las comunidades. Que nos olvidemos de oficinas, de horarios, del protocolo para alcanzar los objetivos, caminemos al ritmo del vecino. Señalemos aquellos que viven de la prebenda, del diez por ciento, del amiguismo. Hagamos la revolución dentro de la revolución. Sigamos agigantados con el pensamiento socialista de nuestros camaradas Simón Bolívar y Hugo Chávez Frías.

Quitémosle el poder a aquellos que lo utilizan para enriquecerse, para agredir, para negociar conciencias, los que se obnubilan y embrutecen, los que derrochan y desvían los dineros ajenos, los que pretenden cuotas para dañar al del lado, a esos miserables disfrazados de revolucionarios que se distancian de los “otros”. Quitémosle el poder a los aduladores, a esos delincuentes que andan metido en los ministerios y gobernaciones, y muchos sabemos quienes son. “¿Creer o no?. ¿Podrá seguir existiendo corrupción en la Quinta República?”. Se preguntaba nuestro amigo Giandomenico Puliti, asesinado el 08 de mayo de 2004.
“El presidente Chávez intentando derrotarla. Pero otros, con boina roja, permitiendo su sobrevivencia. ¿Cuánto más podremos soportarla?”. Reflexionaba Giandomenico, que tal vez por pensamientos como estos, lo ejecutaron de certero disparo, y actualmente nadie sabe nada.

Hoy despertamos al lado de un nuevo país, con la gran oportunidad de hacerlo el más prospero del mundo, y todo depende de la voluntad de cada uno de nosotros. Se abre una gran puerta con todo el esplendor para dignificar a los venezolanos. Adelante, que el empuje no lo pare nadie, reciclemos lo bueno del pasado y avancemos unidos, organizados hacia un nuevo porvenir de glorias y libertades.


Javier Alexander Roa
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