El método de reunirse para compartir o debatir criterios e informaciones en las esquinas , no es un hecho casuístico, ni mucho menos caprichoso; obedece a una condición histórica dada en tiempos y espacios diferentes.
En época de la colonia, la república o simplemente la llamada “Venezuela de antier” , las personas solían usar las esquinas para entablar sistemas de comunicación, que muchas veces se convertían en tribunas para analizar y desarrollar planes de orden político, entre múltiples formas de organizarse.
Sin temor a equivocarnos esta forma orgánico-comunicacional contribuyó en toda la lucha de independencia a desarrollar diferentes métodos de enfrentamientos al poder constituido.
Ahora bien, el foco fundamental de estas reflexiones es el papel que jugó las esquinas calientes en el proceso de refundación de la república, partiendo de un marco referencial, cual es la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
Gran parte del proceso constituyente y los periodos eleccionarios fueron debatidos por lo más común de los ciudadanos, convirtiéndose estos espacios en una tribuna pública, que aportó bastantes insumos para la captación de militantes y afectos al chavismo y a la revolución.
La esquina caliente de la plaza Bolívar de Caracas , fue también de alguna manera partera de otras esquinas calientes, tanto a nivel nacional como internacional.
Igualmente, pudiéramos decir que los primeros intentos de ejercicio de contraloría social, se encuentran en esta figura; toda vez que fluía con rapidez la información y análisis de comportamiento y conductas de algunos servidores públicos; dentro de ellos gobernadores, alcaldes, concejales, diputados entre otros.
En los momentos más cruciales del desarrollo de la revolución,nos referimos con precisión a la conspiración manifestada con más fuerza en los paros, huelgas, marchas y guarimbas hasta el 11, 12 y 13 de abril, el papel de la esquina caliente fue fundamental, tan necesario que se convirtió en uno de los convocantes a la defensa del palacio de gobierno y de muchos gobernantes y funcionarios que tenían serios cuestionamientos desde el punto de vista de la condición socio-económica de quienes nos concentrábamos en dichas esquinas.
La poblada que se aglomeraba el día del golpe en los alrededores de Miraflores, puente Llaguno y la avenida Baralt, para enfrentar la arremetida del fascismo, éramos los que día a día u ocasionalmente nos encontrábamos en la esquina caliente. NO LO OLVIDE.
Lo que más llama la atención y nos preocupa es que luego de todo el protagonismo y participación que tuvo la esquina caliente y después de haber sorteado todo tipo de peligros; hoy luego de haber contribuido a la estabilidad política del país, de haber ayudado a muchos candidatos a ser gobierno; parece que la conjura y el golpe se vuelve contra esta genuina manera de organizarse. ¿ Será que en tiempos de revolución las esquinas calientes, son una piedrita en los callos de algunos “revolucionarios” institucionalistas.
De ser así, y atendiendo al llamado de la REVOLUCIÓN DENTRO DE LA REVOLUCIÓN, hoy más que nunca la contraloría social y las esquinas calientes, no sólo son una necesidad, son más aún una garantía de control territorial en el desarrollo de la revolución.
Ese escenario es el adecuado, desde el punto de vista de la discusión pública de masa para debatir y fijar posición respecto a LA FLAGRANTE VIOLACIÓN DE NUESTRA SOBERANÍA POR PARTE DEL GOBIERNO COLOMBIANO, e igualmente establecer las formas organizativas y los planes de acción para ACOMPAÑAR A NUESTRO PRESIDENTE COMANDANTE HUGO CHÁVEZ EN LAS DECISIONES DE ESTADO que ha tomado y tomará respecto al caso
Por ello llamamos a todos los revolucionarios a retomar sus espacios de formación y debate en las esquinas y las calles, para garantizar la información socializada, que permita tener mayor claridad sobre la situación
Prof. Bartolo Hernández:
Escuela para la Gestión Alternativa (EGEPAL).
PNA. Mov. 13 Abril.
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