¿Qué quiere Ud. decir mi doña? , le preguntó otro de los viajeros.
Respondió la señora: ¿Y le parece poco lo que le hemos hecho al valle de Caracas desde 1958 hasta la fecha?
Todos hemos sido responsables al haber permitido las invasiones de los cerros por personas venidas desde la provincia e incluso desde países vecinos.
Que yo sepa, fué con aquel "Plan de Emergencia" de Larrazabal, luego de la caída de Pérez Jiménez, que comenzaron a proliferar los barrios".
En Venezuela quedaban solamente 6000 ranchos en 1958 y sin embargo hoy hay mas de 1500 barrios en toda Caracas, siguió comentando con cierto pesar la muy animada dama de cabellos color ceniza.
Llegué a mi destino pero me quedó grabado lo de "La tierra nos pasa factura...".
Que de cosas uno escucha a diario en el transporte público caraqueño.
Cada año se repite el mismo drama:
Llegan las lluvias, los derrumbes ,la reubicación de los afectados, al tiempo vuelven a las zonas de riesgo, construyen sus ranchos, vuelven las lluvias y los derrumbes, la reubicación etc etc.
Como la vida en cualquier barrio, los males caminan en círculo de la mano de la falta de esperanza.
Por décadas entre 1958-1998 ,el estado progresivamente se fué ausentando de esas mismas barriadas que ayudaron a equipar con zinc, cemento y cabillas con el llamado "Plan de emergencia";excepto cuando llegaban las elecciones cada 5 años.
Los gobernantes de turno en lugar de evitar el éxodo desde la provincia hacia la capital pués simplemente se "hacían los musiues"; permitiendo así la aparición de la llamada industria del rancho que aún afecta a los venezolanos.
Además del pase de factura anual, creo que la madre tierra nos ha estado alertando,- con los deslaves del Diciembre de 1999 y las lluvias de Diciembre de 2010-,que ya no aguanta más.
La tragedia del pasado mes de Diciembre que dejó un saldo de más de 130 mil damnificados pudo haber tenido consecuencias aún mas graves de no haberse contado con la pronta y enérgica respuesta del gobierno del Pdte. Hugo Chávez. Solo un gobierno orientado por la justicia social es capaz de sensibilizarse y velar por los intereses de todos sus ciudadanos.