Dentro del discurso político de dirigentes tanto oficialistas como opositores; nosotros, los miembros de la comunidad LGBT vemos y oímos con suma preocupación las declaraciones altamente homofóbicas de diferentes personalidades públicas; pareciera que el mayor crimen que se pueda cometer en el país es ser Lesbiana, Gay, Bisexual o Transexual y que una orientación sexual divergente es impedimento insalvable para ejercer eficazmente un cargo público.
La acusación más grave que un dirigente le puede hacer a un contrario, pareciera ser, consiste en demostrar que es "marico", utilizando ese término tan despectivo para referirse a las personas homosexuales. ¿Acaso ser homosexual es equivalente a ser Asesino, Violador, Ladrón, Corrupto, Mentiroso, como para que el hecho de serlo pueda ser usado como acusación severa?
Ya lo vimos tanto en VTV, en un programa en la cual Alberto Castelar (PSUV) se refiere a Enrique Capriles Radonski (MUD) con el término de "Raroski" en alusión a "Raro" (Otro término despectivo con el que se le llama a los homosexuales en Venezuela).
Del otro lado del Ring, nos encontramos con la postura fundamentalista de muchos dirigentes políticos de la oposición que comparten la línea doctrinal del Catolicismo y el Cristianismo Evangélico (Lo cual en ningún momento se critica) pero que pretender llevar el Catecismo a la Política (Lo cual viola el principio de separación entre la Iglesia y el Estado; además de la Constitución; específicamente en su Artículo 59).
Lo paradójico y al mismo tiempo esperanzador del caso, es que los principios de la Democracia no están en contradicción con la Diversidad Sexual ni con el Reconocimiento de los Derechos de las Personas LGBT. Incluso el Socialismo ha sido históricamente asociado a la lucha por las reivindicaciones de los derechos LGBT; resulta desconcertante que voceros del PSUV emitan expresiones homofóbicas.
No se pretende emitir un juicio de valor ni respaldo a ninguna tendencia política en particular; sino que se establezcan unas reglas de juego claras, en las cuales, se respete a la comunidad LGBT y que las figuras públicas se abstengan de pronunciar cualquier tipo de términos discriminatorios, racistas, ridiculizantes u homofóbicos. Cada vez que lo hacen irrespetan al Pueblo Soberano Sexodiverso.
Debo hacer una honrosa excepción a todos los grupos afines al Oficialismo y la Oposición que sí son consecuentes con los principios del Respeto y la Tolerancia y en la lucha contra la Homofobia; constituyen todos ellos, un ejemplo a seguir.
@gomaldavid
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