Docencia amena

Juicios presentes al hablar de diversidad sexual

Llegado al mundo algunos padres tenían ciertas orientaciones sociales para con sus bebés una vez fueran identificados por sus genitales. Las enseñanzas impartidas por mamá y papá, hoy de grata recordación, las ubicamos en el tiempo tan propias de familias caracterizadas del siglo XX en eso de identificar a los neonatos hembras y varones. Desde luego podríamos citar otras manifestaciones muy particulares sobre los nacimientos, en la cultura occidental, pero por los momentos nos debemos conformar con la manera y colores al diferenciar sexualmente a los recién nacidos.

En el caso de las hembras la vestimenta era rosada y en los varones azul. De entonces los accesorios de baño, alimentación y demás utilería se relacionaban del color seleccionado durante la primera etapa de la vida. Hasta los momentos se trata de una costumbre cumplida de generación en generación. Cultura popular que aún logra mantenerse. No obstante las tiendas de ropa infantil comercializan por estos tiempos indumentarias de cualquier tono unicolor aun sin superar los primeros antes citados.

Ahora bien, al utilizarse la frase "diversidad sexual" sería conveniente visualizar en estas tiendas del ramo para niños si existen departamentos con lo que la arropadora bandera símbolo del "orgullo gay" señala la existencia de un tipo de colección sexodiversa para recién nacidos. Es decir, hay hechos donde se sabe a un niño o niña le es predeterminada su conducta sexual aún reconociendo biológicamente su sexo. ¿De veras un padre o una madre podría marcar así a su primogénito a temprana edad? ¿Estamos en presencia de nuevos estilos de moda? ¿Quién es el verdadero consumidor en el campo de la sexualidad? ¿Es Dios el proveedor de esta nueva mercancía? ¿Qué hacemos con la masculinidad y la feminidad?

Según Jeffrey Weeks (2020), sociólogo británico, la frase diversidad sexual está relacionada con la dignidad de las personas y el derecho a su intimidad, autonomía y al principio de vulnerabilidad. "Es la estigmatización, y no la orientación no heterosexual en sí, lo que genera tensión y estrés repercutiendo de este modo sobre la salud mental de la persona que vive bajo este estigma".

De este modo se entiende adultos o personas de criterio bien fundamentado tomen parte de determinaciones propias al llevar un estilo de vida en la que se asuma toda posición de identidad social.

Aunque en lo personal se haya mostrado ser indiferentes al tema de ningún modo ha sido tal. Sobran experiencias para contar y escoger sobre episodios en la que se confrontan realidades, de esas en que vemos niños o niñas con ademanes y rápidamente se les ha hecho sus observaciones. De igual manera en el caso de adolescentes donde la particularidad, ellos piensan por estas épocas, su existencia es regida por las hormonas, el deseo, la carne y el placer. A lo sumo contamos con años de experiencia para diferenciar en la actualidad las maneras impositivas de las desviaciones sexuales. Desde luego se cuentan con otras herramientas del pasado en la que se procura no causar daños a la integridad ajena.

Cabe señalar que el origen del artículo se debe al propósito de fomentar la conciencia ante uno de los tópicos más polémicos de la era postmoderna y que gracias a familiares muy cercanos, quienes no ocultan su preferencia sexual, ha sido entendida la oportuna invitación al análisis. Más aun cuando a través de un mensaje de tik tok, sopesa lo concerniente a la homosexualidad y el lesbianismo como un acto redentorio en la que Dios estaría asumiendo el "peo". Mientras tanto las sociedades del mundo entero, observándolo así, estarían viendo el levantamiento de nuevas comunidades en las que la figura del Estado acompañado por grupos de gran impacto económico y motorizados por Organizaciones No Gubernamentales empiecen a manejar las mentes más débiles haciendo ver que los valores son cosas, impresiones y hasta ¡moda!

Es así entonces cuando toca referirnos a los juicios existenciales y juicios de valor. ¿Qué diferencia hay entre uno y otro? Como apuntábamos anteriormente se piensa más por el lado de lo material dejando así diluir la esencia del ser.

Para Morente (1983) "…los juicios de valor se distinguen de los juicios de existencia porque los juicios de valor no enuncian nada acerca del ser, resulta que los valores no son cosas. Pero (…) por otra parte, los valores tampoco son impresiones subjetivas". De esto señalamos que entre las consignas lanzadas por miembros de cierto número de comunidades gays de alrededor del mundo surgen la del respeto a los derechos humanos, la inclusión social, matrimonio del mismo género e incluso ser tomados en cuenta en el lenguaje de inclusión, por citar las más comunes.

Dicho lo anterior, existe otra realidad, la cual cae en otra prueba más, casos muy puntuales como aglutinar cuotas de poder para afianzar un plus con abrazadas intenciones de abrir nuevos mercados al costo de desarraigar el papel de instituciones como la familia, la escuela, la iglesia, entre otros.

En el caso de concentraciones públicas cuyas imágenes en la que se aprecian niñas, niños y adolescentes portando indumentarias con los símbolos de LGBT, presenciando incluso, algunos adultos exhibiendo sus genitales o ser besados en la boca pone de manifiesto la crisis de valores con que las sociedades occidentales experimentan su debacle.

Así mismo queda la prueba palpable que en dichas manifestaciones al parecer no existen controles por parte de las autoridades civiles ni mucho menos militares porque no se ha considerado como un problema de salud pública en manos del Estado.

En el caso venezolano el movimiento LGBT luce organizado como muchas otras minorías van adquiriendo participación y protagonismo. Sin embargo el tema de los valores, lo tenemos señalado así, no interesa a una masa repulsiva de sexodiversa que actúa irresponsablemente e irrespetando la normal formación y desarrollo de centenares de niñas, niños y adolescentes.

Por esto y mucho más es que se debe tener cuidado en ser cómplices de situaciones inusuales y menos que menos asumir comportamientos indiferentes. El futuro de la humanidad está en juego. Es abominable la manera como la industria del entretenimiento se maneja en la actualidad incorporando escenas o haciendo ver que una relación sentimental entre dos personas del mismo sexo sea una conducta normal a tal punto de crear nuevos tipos de modelo de sociedad. Aquí hay una química muy peligrosa al combinar placer con poder.

Sepamos con firmeza cuál es la identidad y el papel del ser humano sobre la faz de la Tierra. Su marcada diferencia ante otras especies cohabitantes del planeta refiriéndonos a su inteligencia y sabiduría lo hace superior pero también es cierto que por su arrogancia y destemplada manía de desequilibrar su modo natural de vida lo condena a su extinción. De ahí que hagamos evaluaciones y tempranos juicios que nos hagan valer como personas de provecho y sanas costumbres



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Brígido Daniel Torrealba


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