Señor Presidente Chávez, querido compatriota latinoamericano,
Usted lo sabe, más que nadie, que lo quiero como se quiere a un hijo, que además lo respeto desde lo más profundo de mi ser, porque Ud. representa para mí, y para muchos gaitanistas, la continuación del sueño de mi padre, Jorge Eliécer Gaitán.
También sabe Ud. que yo estaría dispuesta a entregar mi vida si de ello dependiera la defensa de la suya. Mis hijas entenderían que el sacrificio que yo hiciera estaría en concordancia con la lealtad a los ideales de mi padre y, si en esos momentos tuviera la dicha de encontrar en el más allá al alma de mi progenitor, sé que me recibiría diciéndome “nunca me has fallado”.
Por ese amor que le profeso es que me atrevo a escribirle estas líneas, que espero reciba con el alcance exacto que tienen mis palabras:
Señor Presidente, por favor, no le pida en este momento al Presidente Uribe y al gobierno colombiano que le presenten excusas a su gobierno y al pueblo venezolano. No le pida al Presidente Uribe que reconozca el error que ha cometido, ni haga depender de ese requisito nuestras relaciones diplomáticas, políticas y comerciales, porque el gobierno colombiano no lo hará y el único resultado será la construcción de un ambiente propicio en Colombia a la invasión que desde nuestro país pretenden promover los Estados Unidos.
En esta guerra eventual, que se está preparando torticeramente. al crear paulatinamente en la opinión pública colombiana un ambiente desfavorable al gobierno venezolano, el más perjudicado será el pueblo colombiano. Estaremos luchando en una guerra que sólo va a favorecer al imperialismo norteamericano y a la oligarquía colombiana, que son una misma cosa.
Mientras el pueblo venezolano saldrá a la lucha para defender sus propios intereses, nuestros soldaditos, campesinos y gentes humildes de nuestras ciudades, tendrán que ofrendar sus vidas en defensa de una patria que no les pertenece.
Señor Presidente Chávez, compatriota, hermano. En aras del amor que Ud. le profesa al pueblo colombiano, le ruego que haga ese gesto en defensa de la vida de nuestras gentes, ya que sería paradójico que los colombianos fuéramos al sacrificio por enfrentar a un pueblo hermano. Me atrevo a sugerirle, respetuosamente que, si es posible, en memoria de mi padre y por el hecho coincidente de que hoy, 23 de enero, es el día de su natalicio, le diga Ud. al Presidente Uribe que será la última vez que accede a olvidar un incidente desgraciado que vulnera la soberanía venezolana. Sé que el pueblo venezolano, con la conciencia americanista que ha adquirido bajo su mandato, entenderá su generoso gesto y que el pueblo colombiano reconocerá que, en aras de la defensa de la vida de quienes podrían morir injustamente, Ud. ha cedido en su posición sin que ello signifique la pérdida de la dignidad, ni el sentido del honor.
A la espera de su comprensiva atención, me suscribo de Ud. con afectuoso agradecimiento. Su devota compatriota latinoamericana,
GLORIA GAITÁN
gloriagaitanj@yahoo.com
Bogotá, D.C., enero 23 de 2005.fecha
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