Tu, yo,
nosotros, los habitantes del planeta tierra, somos todos seres entes
humanos que hemos venido a vivir, construyendo y transformando el mundo.
Transformación, con derechos, para hacer nuestra historia.
No estamos
en el mundo para que se nos niegue, nos eliminen y nos quiten
la existencia como entes cosas, cuando otros, en nombre de Instituciones
internacionales, lo decidan, por sus intereses exógenos. Negación
que va atropellando el pensamiento, el sentimiento y los
intereses endógenos de cada nación. Intereses colectivos, comunitarios
y sectoriales con sus mundos circundantes, que deben sumar
los intereses existenciales, personales de cada uno de los seres entes
humanos que garanticen la felicidad a todos por igual y sin discriminación,
respetando la diversidad y los diferentes procesos.
No a los
invasores de los imperios del siglo XXI que destruyen para imponer la
homogeneidad, el pensamiento único de la globalización. No al dominio
del poder económico, tecnológico y político
de quienes pretenden ser los propietarios del mundo.
Por el derecho
de los seres humanos, por la paz planetaria y el respeto ambiental a
la madre tierra y el padre creador del universo, por la lucha
contra la pobreza integral y por la confirmación de nuestra condición
de ser ente humano, ¡protestemos! . En nombre del ser ente humano,
con alma, pensamiento, amor, sensibilidad voluntad,intuición, sentido
común, vocación o como quieras llamar tu esencia, que nos diferencia
de los animales, multipliquemos, por diversas vías, la
protesta contra la guerra, levantando la bandera de la paz que
se traduce en una vida en equilibrio con los otros y para todos.
Hoy por
ti, mañana por mi , vivamos con sentido comunitario, pensemos en todos
para que todos piensen en cada uno de nosotros, diagnosticando, planificando
organizando y ejecutando, asumiendo el trabajo liberador y productivo.
Un sentido comunitario, que abarca del sentido sectorial, es necesario
para ampararnos mutuamente, luchar por la vida, el ambiente y
la transformación histórica del siglo XXI.
Instituciones
como la OTAN se fundamenta en la retrograda Democracia Representativa
del siglo XX, donde en nombre de la mayoría de los pueblos, decide
una minoría e inician la negación de la existencia de seres
entes humanos y la destrucción de la mayoría que conforma el pueblo
de otros países. A nivel internacional es necesario crear
otras instituciones y sustituir la Democracia Representativa por la
Democracia Comunitaria y Sectorial, que supera la Democracia Participativa,
junto a la diplomacia Pueblo a Pueblo. Esto significa que toda
decisión debe implicar un consultar vía electoral, sectorial
y comunitaria, a lo interno de los países para tomar decisiones
internacionales.
No a la
degradación humana, basta de la ignorancia e imposición de un único
pensamiento y poder económico en el mundo. Imposición que se ampara
en la superestructura y estructura de la sociedad del
siglo XX de los países dominantes y países dominados en
relaciones verticales. Estructuras fuertemente establecidas aun
en el siglo XXI, que fortalecen y usan procesos electorales,
supuestamente políticos correspondientes con la Democracia Representativa,
que responden a partidismos y partidos que dividen,
desintegrando el sentido común y comunitario en torno a la patria,
junto a los intereses endógenos de la nación. Partidos y partidismos
de lucha por poder, grupismos y líneas impuestas que propician el desorden
junto a la corrupción, asumen la privatización, el neoliberalismo
y la entrega a las empresas extrajeras.
Partidos
y partidismos que niegan la auténtica política, tanto la lucha como
el unir esfuerzos de todos los sectores que activan el país, comunidades
con los consejos comunales e instituciones, en función de diagnosticar,
planificar, organizar, ejecutar, tecnificar, laborar y supervisar,
hacer seguimiento o evaluar, para el logro de proyectos de
Desarrollo Integral Comunitario y solucionar problemas a corto,
mediano y largo plazo. Partidos que atentan contra la propiedad social
y la realización humana de todos en convivencia con los otros,
propiciando el desgaste con la pérdida de tiempo y las frustraciones
mediante las Democracias Representativas y sus instituciones
del tiempo pasado. Frustraciones de seres humanos que se va juntando
y al interior de la nación va constituyendo un cuerpo que puede ser
usado por intereses ajenos a la patria, con la excusa de retomar la
supuesta “Democracia”
Frente a
terroríficos avances de la guerra es urgente, a lo interno de cada
país y a nivel internacional, el el crecimiento de todos los
seres entes humanos. Un crecimiento mediante la cultura, la educación
ocupacional, un poder mediático al servicio social de la patria y un
profundo amor a la autonomía y libertad de los pueblos, que se
consolida con el trabajo creador, para asumir la contra-ideologizada
materialista-consumista de la cultura global y homogénea. Es un asumir
una preparación para el trabajo productivo-creativo y un avance
tecnológico, mediante el dominio de saberes tanto teóricos y
prácticos. Un dominio que debe ser invertido en la producción
económica que cubra todas las necesidades de la comunidad y promueva
la participación de todos los sectores, superando los intereses
partidistas que sólo quieren el poder para sus grupos y líneas.
Importante
es el compromiso y experiencia que identifica a Venezuela
con la visión del siglo XXI. Es un compromiso ético e histórico,
político, económico, social, educativo y cultural para
des-construir las instituciones, las estructuras y superestructuras
de las sociedad del pasado y transformar en beneficio de todos
y asumiendo las realidades históricas. En nuestra nación de Venezuela
es urgente la transformación que supere la palabra, la abstracción
política, la confrontación partidista y sus partidos, los discursos,
los sueños, las esperanzas y las ideas con hechos, organizados
y planificados. Son hechos donde las palabras, las abstracciones deben
superar el idealismo, el platonismo y es necesario que se
concreten y se demuestre que si es posible un proceso de cambio, de
transformación que supere la pobreza, tanto material como
cultural. Los hechos confirman el proyecto y crecimiento filosófico
político práctico y transformador, desde la experiencia y comprensión
humana, junto al buen vivir en convivencia armónica
con la naturaleza, el crecimiento económico y la seguridad sin delincuencia.
Una transformación
donde la columna vertebral es el amor a la patria que supere los partidos,
la discriminación partidista a gran velocidad, donde esta prohibido
perder tiempo y obligatorio asumir la filosofía y política práctica
que consolide, a la largo y ancho de Venezuela, el buen vivir, la felicidad
de cada ser humano de la nación. Un buen vivir que implica el
urbanismo estético-ambiental y la vivienda con sus servicios de agua
potable, energía eléctrica, gas, aseo etc., que corresponda
con los Desarrollos Integrales Comunitarios, tanto urbanos como rurales,
el transporte, la cultura, los medios, la educación, el deporte,
la salud, la economía en todas las áreas con producción y democratización
de capital que de seguridad social, detenga el alto costo de la
vida, que supere el desempleo, la limitación de los salarios
junto a la inseguridad por el alto grado de delincuencia. Urgente
es declarar la lucha contra la corrupción, la negación
de la nueva clase burguerrupta o burguesía corrupta y la delincuencia
disfrazada de política- partidista del PSUV que se ha minado
en las instituciones de gobierno.
Uno de los
tantos casos es el abuso de poder tanto en Barinas como en Mérida.
En Barinas para diciembre del 2010 actuaron las y los funcionarios
públicos, indebidamente en nombre de la revolución del pueblo y el
gobierno del presidente Chávez. Desde la Alcaldía de Barinas,
el Concejo Municipal y la Sindicatura, limitaron el tiempo para construir,
bloquearon la permisologia y posteriormente invadieron los terrenos,
armas en mano, amenazando a los propietarios en el
sector de Alto Barinas. Para tal actuación declararon los terrenos
propiedad del Municipio de Barinas, apelando a artículos de leyes de
la década de los 80 con el fin de expropiar de sus propiedades a sus
dueños, que los compraron con el sudor de su trabajo y levantaron
en el sitio rápidamente construcciones privadas y no una construcción
de servicio social y cultural como una escuela para la infancia. Las
familias propietarias no contaron ni cuentan con el amparo de la justicia
y de instituciones como la Defensoría del Pueblo, la Contraloría del
Estado y Municipal y el Ministerio Público que debe garantizar
el Estado de Derecho por cuanto supuestamente se identifican como
contrarios al proceso y disponen de recurso económicos. Las familia
quedaron sin terrenos para construir sus viviendas y sin recibir
el costo del dinero que se pago por el terreno, que posee en su historia
unas cuantas sucesión de ventas con documentos en el Registro Publico
como propiedad privada, lo que no justifica la propiedad municipal.
Es una nueva
delincuencia conformada por personas que minan las instituciones en
nombre de la política de cambio, que ha decepcionado, negado
y desplazado, por temor, la participación de otros en el proceso
de cambio. Son personas que posiblemente para legalizar sus propiedades
indebidas, por actos corruptos, sean cómplices actualmente y preparen
la entrega de la patria a otros intereses exógenos. No es posible confiar
en los traidores y enemigos que supuestamente están dentro de
las instituciones de gobierno actuando negativamente para propiciar
las protestas e ir contra el proceso.
Urgente
es asumir el compromiso y no perder el momento histórico. Es
una transformación necesaria orientada a consolidar las nuevas
instituciones del siglo XXI que responden a un nuevo horizonte histórico.
La Patria Bolivariana de Venezuela tiene el compromiso histórico de
ser el referente y un camino de la Política Tradicional Alternativa
es el deber, con la comprensión, interpretación y aplicación de
la Democracia Comunitaria y Sectorial para la construcción colectiva
en relaciones horizontales, sin discriminación con visión integral
centrada en la realización y existencia auténtica del ser ente
humano, con el conocimiento interdisciplinario y transdisciplinario
que retoma el saber tradicional como un encuentro creador y verdadero
entre el pasado y el presente por el derecho a la heterogeneidad, la
libertad de los pueblos y su propia auto- determinación, correspondiente
con la nueva Filosofía y Política teórico practica del pensamiento
del siglo XXI,