Corría la década de
los 70 y los cánticos y carteles que promovían ideologías de izquierdas
en la Cuba adornaban las paredes de las calles, las amenazas imperiales
crearon un estado de tensión y nació aquella consigna “Patria o
Muerte” luego de la recordada subversión del buque francés “La
Coubre” en el cual se descargaba armamento proveniente de Bélgica.
El Comandante Fidel Castro
en dicha declaración junto al pueblo cubano se declaró en resistencia
ante las injerencias extranjeras que atentaban contra la soberanía
y el proceso revolucionario que venia en construcción. Era un faro
de atención que alumbró Latinoamérica en ese momento.
Este artículo podría
traerme una serie de críticas fuertes, sin embargo estoy dispuesto
a asumirlas, la consigna revolucionaria “Patria Socialismo o Muerte”,
la cual es conocida por todos los adeptos y detractores del proceso
político que atraviesa el país, es una consigna clara que en el fondo
polariza y genera militancia para el movimiento de la masa ante los
cambios sociales.
Sin embargo estoy convencido
que utilizando otras estrategias, como “Patria, Socialismo y Vida.
Venceremos”, podría dejar a un lado el termino “muerte” que he
notado que genera ruido y rechazo en los que no están convencidos que
el socialismo es una opción para el país y el mundo. Estoy seguro
que debemos elaborar un nuevo mensaje socialista, en el cual se logre
elaborar una nueva estética en la propaganda, sin dejar a un lado la
profundidad ideológica que amerita la dialéctica del proyecto nacional,
con el objetivo sobre todo de abordar y cautivar la clase media en nuestra
sociedad.
Hay quienes esgrimen
ante esta postura que defiendo, que el proceso revolucionario no está
hecho para la clase media, sino para los pobres y excluidos, construir
un país bajo un nuevo modelo político en el cual no se incluya la
clase media es un grueso error, esto conllevaría a una franca lucha
de clases interminable que generaría ingobernabilidad y por lo tanto
el “DESGASTE” hasta quebrar el sueño de construir una patria socialista.
Saber promover las bondades
que defiende el proceso revolucionario, en el marco de un discurso que
no renuncie a los postulados genuino de la tesis socialista, pero que
sí llame a la unión de los sectores enfrentados, quiero ser claro,
no me refiero a los partidos políticos ni a negociar con la derecha,
me refiero al señor o señora de clase media que rechaza las propuestas
del Presidente.
Manejarnos en otros códigos,
dejar a un lado el término “escuálido” revisar y aplicar verdaderamente
la “ética del discurso”, sin ofensas y sí con diálogo, comenzando
desde las bases quienes deben ir comprender el trabajo misionero de
ir a pregonar las verdaderas causas por las cuales se está buscando
cambiar un modelo ya añejo pero que se niega a morir.
En la actualidad vivimos
una guerra de cuarta generación, la ocupación por la mente que promueve
el modelo capitalista a través de sus métodos subliminales de comunicación
que penetran en las conductas para seguir dándole continuidad al sistema
consumista e individualista, son armas.
Las CLASE MEDIA es imprescindible
que se sume al proceso de revolucionario de manera activa la clase media
venezolana, alienada por los factores mediáticos que han satanizado
el proceso de cambio y transformación que atraviesa el país.
delgadomoi@hotmail.com
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