Yo puedo morir feliz, porque le regale una canción al mundo.
Facundo Cabral
Los hombres que llevaron
fe al mundo, que dejaron palabra para descolgarnos un rato del tiempo
y la injusticia, son hombres infinitos, aquellos vivirán en nosotros
y todos los instantes, son el preludio del café mañanero y la sonrisa,
el gesto entre los seres humanos que caminan una plaza. CARAMBA ¡Facundo
Cabral no había tenido tiempo!, no me había podido encontrar con este
silencio y entender esta ausencia que pesa un continente entero, te
hiciste ahora miles y en cada rincón con palabra de fuego y en el fondo
el punteo de tu guitarra, llega tu figura con el bastón de tus caminos.
Habrá con el tiempo
personas que tatarearan “pobrecito mi patrón piensa que el pobre
soy yo”, ¿Qué espera Dios?, que el hombre vuelva a ser un niño,
para recibirlo en su seno, perfecto, perfecto. Recordamos las frases
de tu canción Jesús ha vuelto a la tierra, “Jesús anda por la tierra,
quién lo pudiera encontrar, para dejar las tinieblas que nos hacen
tanto mal”.
Un hombre profundamente
espiritual, conoció el hurgar en la basura para encontrar un bocado
de pan, un humilde y sensible hombre que supo descifrar y hacer canción
el sudor de los prójimos del campo, encontró la grandeza religiosa
de la poesía y su mundo, la que sumerge los universos en lápiz y papel,
la que hurta los sitios sencillos y los hace mágicos.
¡Facundo no había tenido
tiempo!, pero se que ya eres atemporal, que te hiciste ahora parte de
todos los lugares, parte de todos los acordes de una canción Latinoamericana.
No eres de aquí ni de allá, eres de todo ser que te recuerda, el hombre
que disparó la bala, no te mató sino que te multiplicó para la eternidad.
@moisesenlinea
Correo: delgadomoi@hotmail.com