Caracas, 12 de octubre de 2011
Después de 12 años de transitar por diversas formar de organización social y política y de modelos de concebir al Estado revolucionario, las fuerzas emergentes que confluyen en el reconocimiento del liderazgo del Presidente Chávez y en la resistencia contra el imperialismo y el capitalismo empiezan a asumir una forma alternativa de organización política, que tiene como reto fundamental la construcción de un nuevo bloque hegemónico, basado en la explosión del Poder Popular y la Nueva Geometría del Poder como bases para el establecimiento de nuevas formas de relaciones sociales de producción y la trasformación de la cultura política venezolana.
Desde el 2007 nuestro país transita hacia el socialismo a partir de una serie de lineamientos políticos generales que anticipan un plan socialista, este es el Proyecto Nacional de Desarrollo Simón Bolívar 2007-2013. Sin embargo, y de manera crítica hemos observado que los extraordinarios avances que se han desarrollado en ese sentido se han visto perturbados por los niveles de ineficiencia e ineficacia en la Administración Pública central y la descentralizada, ya que el Estado no sólo no se ha reformado sino que no se ha transformado en la estructura fundamental para el avance del Poder Popular y la consagración de un Estado Comunal.
Uno de los debates pendientes en el avanzar de la revolución bolivariana ha sido la de definir la vía al socialismo, encontrándose dos corrientes fundamentales en este sentido que hemos diagnosticado, la del Capitalismo de Estado y la del Poder Popular en vías al Estado Comunal, de aquí asumimos se desprende las diferencias que se han germinado en el seno de visiones contrapuestas en el seno de la revolución que presente desarrollarse en nuestro país.
Si ha esto le sumamos un contexto internacional de crisis del capitalismo, como consecuencia de la caducidad del modelo que se resquebraja en torno a la inviabilidad de una economía especulativa, que desvaloriza a la fuerza del trabajo en todos los sentidos, entones estamos hablando de un capitalismo a la ofensiva, que pretende subsistir a cuesta de todo, y que para ello planifica la exterminación de cualquier escollo que se presente para el logro de su objetivo; reciclarse para continuar la hegemonía mundial.
Es aquí donde se devela al enemigo interno, aquel que ataca del mismo modo que los defensores del capitalismo y el imperialismo, porque sólo así defiende sus intereses a lo interno del país. Por lo que se articula en torno a la democracia burguesa electoral, arma que el proceso revolucionario ha sabido revertir, pero permanentemente atenta contra los objetivos trascendentes cuando la oposición se une en función de engañar, seducir e imponer su doctrina de miseria.
A lo interno de las fuerzas revolucionarias también existen otras contradicciones, en especial en el partido que tiene como responsabilidad ser la punta de lanza para la concreción de la lucha revolucionaria:
1. El debilitamiento del PSUV, tanto en su capacidad de convocatoria como de movilización electoral, producto de los desencuentros entre los diversos sectores que apoyan al proceso revolucionario y la directiva del partido.
2. El estilo estalinista de mando de parte de la directiva del PSUV. Que de manera paulatina ha ido desmovilizando iniciativas dentro del partido.
3. El exceso de poder y control de una tendencia dentro del PSUV, que ha concentrado múltiples áreas de incidencia que se inmovilizan, sólo respondiendo a intereses personales, pero justificadas con base en intereses colectivos.
4. La falta de claridad y transparencia de los procesos internos del PSUV.
5. La cooptación como método impositivo de autoridades dentro del PSUV, que ha frustrado las expectativas de los militantes del partido de someterse a la elección por las bases.
6. La arrogancia que generó el creer que los 7.1 millones de inscritos formalmente en el PSUV equivalía a afirmar que se tenía 7.1 millones de militantes incondicionales.
7. Confundir la disciplina con la sumisión en una relación de poder sustentada en el discurso socialista, siendo profundamente contradictorio.
8. La ausencia de una plataforma que muestre pluralidad y diversidad en torno al liderazgo de Chávez, rumbo a las elecciones del 2012.
9. La negación de la crítica y la denuncia como base de sustentación de la relación revolucionaria, lo que ha potenciado la ineficiencia e ineficacia revolucionaria.
Estas contradicciones, sólo son algunas que conducen a la necesaria rearticulación de fuerzas revolucionarias, en función de atender, solventar y avanzar en los objetivos trascendentes de la revolución bolivariana y socialista.
En este sentido, y en función de la emoción que nos embarga a amplios sectores del proceso revolucionario, concluimos que ante los recientes sucesos en torno a la convocatoria del presidente y comandante Chávez a la constitución del GPP definitivamente: todo cambio genera resistencia, y esto lo afirmamos ya que se está sucediendo un cambio dentro del proceso revolucionario y entre los del proceso revolucionario que amerita mucha atención.
Por otra parte, asumimos, después de un arduo análisis que el PSUV tiene una muy valiosa militancia no mayor de 2.1 millones de personas (cosa extraordinaria para cualquier partido político en el mundo), pero el proceso revolucionario tiene no menos de 7.1 millones de adeptos (potencial garantía para la victoria electoral del 2012), a esta conclusión llegamos ya que:
1. Voceros oficiales del PSUV afirman que la cifra de registro de “militantes” es de 7.1 millones de ciudadanos, sin embargo en la inscripción de los “patrulleros de vanguardia” se registraron 2.1 millones, y para las asambleas convocadas para el sábado 8 de octubre la desmovilización y falta de concreción de un gran número de las mismas fue lo que predominó a pesar del esfuerzo de la Dirección Nacional.
2. La convocatoria al registro del Gran Polo Patriótico (GPP), donde el elemento atractor fundamental fue el hecho de ser parte de alguna organización social independiente del PSUV, fue todo un éxito, generándose casos como el sucedido en la Plaza Sucre de Catia, donde de los 100 asistentes a la asamblea de patrulleros de vanguardia del PSUV, poco más de la mitad llegaron pensando que la convocatoria era del GPP, lo que hizo imposible constituir formalmente las patrullas correspondientes a ese sector tan afecto al proceso revolucionario.
3. El encuentro de algunas de las organizaciones sociales que forman parte del Equipo Promotor del GPP con el Presidente Chávez el viernes 7 de octubre, donde predominó la crítica propositiva hacia el partido y al equipo de gobierno de manera muy respetuosa, evidenció una “indignación” de importantes sectores del proceso revolucionario que se encuentran precisamente entre esos 5 millones de inscritos en el partido (y aún más de aquellos que no se inscribieron pero están con el proceso), pero excluidos del mismo por diversas razones, que comprometidos con el proyecto socialista son en su mayoría “indignados” dentro del proceso, en especial ante la conducción que se ha hecho del PSUV.
Eso nos invita a pensar sobre la gran importancia en la constitución del GPP, por ello y en relación con la constitución del Grupo Promotor (GP) del Gran Polo Patriótico (GPP), y en virtud del deseo de construir el mejor rumbo posible, anticipamos que se cometieron varios errores funcionales que parecieran poder ser solventados si existe la voluntad de los actores convocantes, y aún más, de los convocados para ello.
1. Todos los miembros del GP fueron escogidos por los ministros, lo que excluyó a organizaciones como Aporrea, UNETE, Marea Socialista, ForoCandanga y otras reconocidas organizaciones que deberán ser incluidas en lo inmediato para darle mayor legitimidad al GP.
2. Una porción importante del GP responde a tendencias ya existentes dentro del PSUV, pero tienen la posibilidad de liberarse de esa dependencia si se les da el impulso real y el poder necesario para hacerlo.
3. Aún el GP no tiene autonomía de recursos, lo que genera dependencia tanto de la base de datos como de las herramientas tecnológicas ya montadas por el PSUV, como la página web, twitter, etc.
4. El dimensionamiento de la organización interna del Polo no tiene ningún referente o línea presidencial hasta ahora, lo que es positivo en parte y negativo también, ya que aunque facilita la libertad de escoger las formas de organización; también abre una posible discusión prolongada que puede inmovilizar la acción aglutinadora del GPP de manera inmediata y en el marco de su efervescencia.
Por lo que en el desarrollo de nuestros análisis, hemos visualizado varios escenarios posibles, apostando por el mejor, estos son:
1. El GPP puede fracasar si las tendencias del PSUV buscan y se les permite reproducirse sus formas y estilos de hacer política dentro del GP.
2. Las organizaciones sociales, producto de la “indignación” acumulada con el PSUV, pueden arremeter contra el partido, cometiendo errores que pueden impulsar la falta de concreción del GPP.
3. El GPP se amplia, y logra articular formas de organización inclusivas que acompañadas de estructuras participativas en todos los niveles, permite que las decisiones y sus ejecuciones fluyan de manera favorable.
4. El GPP termina siendo un foro de encuentro de las organizaciones sin mayor motoridad ni capacidad decisora, terminando como un espacio de consulta más que de vanguardia.
5. El GPP termina siendo una plataforma electoral coyuntural, que permite la consolidación del triunfo para el 2012 y desaparece, como otros esfuerzos anteriores.
Nosotros y nosotras, las organizaciones sociales que suscribimos el presente documento estamos en marcha para la concreción del tercer escenario: El GPP se amplia, y logra articular formas de organización inclusivas que acompañadas de estructuras participativas en todos los niveles, permite que las decisiones y sus ejecuciones fluyan de manera favorable.
Por lo que, las organizaciones que hemos venido reuniéndonos en este espacio común, y que hoy nos expresamos en conjunto, declaramos nuestra adhesión al Gran Polo Patriótico asumiéndolo como un espacio que no desdibuja nuestras propias formas de organización y que servirá de espacio para la construcción colectiva del proyecto socialista que impulsamos.
Para ello proponemos puntualmente:
1.- La Ampliación del Grupo Promotor (GP) a niveles estadales, municipales, parroquiales y sectoriales, lo que permitirá organizar asambleas incluyentes con todos los partidos y organizaciones sociales del país.
2.- Definición de grupos de trabajo a lo interno del GP del GPP.
3.- Designación de tareas puntuales por áreas de trabajo y formulación de un plan con indicadores que permitan evaluar su avance en el tiempo.
4.- Extender y ampliar el proceso de registro de organizaciones al GPP a nivel nacional.
5.- Establecer etapas y cronogramas de instalación del GPP a nivel nacional.
6.- Iniciar las discusiones sobre la forma de organización definitiva del GPP en todos los niveles.
7.- Establecer los parámetros de autonomía del GPP ante los partidos y las instituciones del Estado.
8.- No negar la posibilidad de que el desarrollo del trabajo colectivo produzca una nueva forma de organización que no necesariamente se denomine Gran Polo Patriótico.
¡El socialismo no es sumisión, es irreverencia en el discurso y lealtad en la acción!
Organizaciones sociales que suscriben:
RED FEMINISTA Y SOCIALISTA DEL PODER POPULAR DE LA PARROQUIA SUCRE, COCHE Y EL VALLE; ESPACIO CRÍTICO PARA LA CONSTRUCCIÓN SOCIALISTA; FEDERACIÓN BOLIVARIANA DE ABOGADOS DE LA PARROQUIA SUCRE.