Desde el “Colectivo La Voz Comunal” en diversas ocasiones hemos manifestado posición en torno a la importancia táctico-estratégica del GPP, cuando, sin ser oportunistas, junto al conjunto de colectivos que forman las organizaciones que respaldan al proceso revolucionario que se vive en Venezuela y bajo el liderazgo del Comandante Chávez, insistimos, reflexivamente, en atención a los errores políticos propios, que se trata de una nueva oportunidad que la historia pone en mente y manos de los hombres y mujeres que creen fervientemente en la necesitad de construir el Socialismo.
Los errores. El movimiento popular, compuesto por los campesinos, obreros, estudiantes, amas de casas, intelectuales, militares, religiosos, artistas, identificados con la causa del Pueblo en Venezuela, jamás ha estado al margen de las luchas por la emancipación, solo ha faltado una verdadera sintonía de la vanguardia. En la revolución bolivariana sigue presente el mismo error, recordemos los círculos bolivarianos, las ubes, los batallones, las patrullas, los consejos comunales, muy a pesar de la intención del Presidente Chávez para lograr el empoderamiento popular, las mezquindades, ambiciones y/o proyectos personales, han soslayado lo sagrado de la participación del Pueblo, la capacidad de decidir.
Mientras tanto, quienes propulsan en sentido contrario a los intereses populares, los de afuera y los de adentro, ante el riesgo que representa el Gran Polo Patriótico, desde sus madrigueras mueven sus pezuñas enmugrecidas con el poder político y económico para dar de nuevo el zarpazo, que no es otra cosa que eternizar la transición que les ha permitido usufructuar el malhabido poder, concentrando todo en sus manos y desviando el objetivo de llegar, junto al Comandante, felizmente al Socialismo; por otro lado, el sectarismo, la desconfianza, la dispersión, la incoherencia y/o desatino ideológico, cierran las ojos y los oídos que representaría la muerte de la diversidad, la pluralidad y el debate para encontrar las vías de lograr la verdadera unidad revolucionaria, como única alternativa de vencer a esa minoría burocrática y corrupta que viene incrustada desde el aluvión de 1998.
De la misma manera, los colectivos que nos definimos anti cúpulas, tenemos la gran responsabilidad de ser asertivos en el accionar, ya el Presidente Chávez lo advirtió y con fuerza, debemos evitar los errores que nos conlleven diluir el esfuerzo en discusiones sin concreción, sin tareas políticas ni planificación; debemos entender que la movilización de la vanguardia acompañando para agitar las luchas del pueblo, en cumplimiento de las Líneas de Acción Política, es la herramienta principal en la presente coyuntura, solo así, al menos en Carabobo, podremos vencer a los dos enemigos principales; uno, los salas rômer y su oligarquía cosiatica que se empeña en mantener la nueva traición antipatria. El otro, la quintacolumna que carcome a cuenta gotas las instituciones de gobierno y de partido, habiendo sido conquistadas por la acción del pueblo.
Ahora, estando en la oportunidad de organizar las vocerías locales, parroquiales y municipales, desde la militancia llana de los colectivos y sin cooptación, si no nos damos cuenta que el Comandante Chávez no puede solo, entonces estaríamos sirviendo de flanco débil a las aves carroñas que esperan solo nuestros descuidos para airosos, gesticular: “Ahí está, ellos son unos anarquistas e incapaces de organizarse, solo nosotros y nuestras maquinarias, podemos lograrlo…”
Para evitarlo, desde el “Colectivo La Voz Comunal”, proponemos que, sin caer en la trampa del democratismo, se convoque las Asambleas Populares Locales del Polo, subiendo a las Parroquiales y Municipales, antes de conformar la Gran Asamblea Estadal, donde, con la participación activa delos colectivos, se escojan los voceros de cada instancia, a modo de preparar la conformación de los Comandos de Campaña hacia la Reelección del Comandante, lo cual nos permitirá entrar en la estrategia de construir el Socialismo.