Hace una semana el show
mediático de la oposición rumbo a las elecciones presidenciales del
próximo año inició, con un programa patrocinado por Globovisión
que agrupó a los cinco contendientes de las primarias de la oposición:
Henrique Capriles Radonsky, Pablo Pérez, Leopoldo López, María Corina
Machado y Diego Arria, en un hecho sin precedentes de la historia política
venezolana al no permitir a Pablo Medina participar en este proceso
por falta de recursos económicos para tributar a la MUD.
Lejos de proyectarse
un debate en las cámaras de Televisión, los venezolanos pudimos observar
como un ensayo de supuesta cordura entre los contendientes lejos de
argumentar y contraponer ideas, se diluyeron en un discurso homogéneo
donde cada actor cumplía su rol predefinido, unos más que otros intentaron
ser más agresivos pero los 17 minutos de publicidad fueron superiores
a los 8 minutos asignados por el canal de transmisión a cada uno de
los contendientes, lo que significa una pequeña muestra de quienes
son los que mandan dentro de la lógica de la MUD.
López y Capriles intentaron
hablar de justicia y respeto a los derechos humanos, pero ignoran por
completo que el pueblo no olvida, y que sus acciones violentas de 2002
contra el Gobierno Constitucionalmente y Democráticamente constituido
son un reflejo del corazón fascista que cada uno de ellos llevan por
dentro, no tienen ni tendrán el calor del pueblo, porque nunca han
vivido con el sino de él, pretenden ahora dirigir los destinos de un
país en representación de la burguesía nacional.
Machado insistió
en un vacío ideológico argumentar su propuesta de capitalismo popular,
que lejos de convencer a propios y extraños, termina creando fisuras
dentro de la oposición pues la MUD argumenta que no está en las bases
programáticas de la unidad, y por tanto ella abre su propio camino,
y es cuando la presentación de su candidatura está muy distante del
ideario popular pues al igual que los anteriores proviene de sectores
que no representan necesariamente al pueblo, aunque ella intente hacer
uso de términos cercanos a la gente la falsedad de su discurso se ve
claramente reflejado en su trayectoria.
Arria por su parte fue
el más astuto de todos, le habló al sector radical de la oposición;
en una muestra de lo que el conjunto de los cinco representa para una
propuesta alternativa, una persona vinculada fuertemente a los intereses
extranjeros durante la cuarta república responsable de arbitrariedades,
hijo de la oligarquía criolla; plantea un discurso agresivo vengativo
que aunque J.J. Rendón intente tácticamente minimizarlo como estrategia
electoral en la entrevista que le hiciera El Nacional el pasado domingo,
también es cierto que al final él mismo argumentó que habrá tiempo
para ello, es entonces cuando el discurso planteado por el Presidente
Chávez al argumentar de las consecuencias para el país en el caso
de que la derecha llegara a la presidencia tiene más sentido, inclusive
cuando se habla de la persecución toma más fuerza.
Por su parte Pérez,
no mostró más allá de una suerte de personalismo que intentó plantear
desde una supuesta buena gestión del Zulia, nada más apartado de la
realidad puesto que son justamente las Gobernaciones en manos de oposición
quienes mayores problemas tienen, y quienes más lejos están de generar
cambios significativos, por el contrario han demostrado como en esos
estados se ha vuelto a las viejas prácticas políticas.
El escenario como fue
planteado determina un elemento fundamental para el análisis, el supuesto
debate lo realizan en la UCAB símbolo del modelo educativo promocionado
por ellos; claro está en el sector privado, que además termina por
negar el espacio a estudiantes en una actividad supuestamente organizada
por ellos; y que no tuvo la participación de mujeres estudiantes en
la realización de las preguntas del evento.
En consecuencia lejos
de dar un mensaje de esperanza a quienes sueñan con la vuelta de la
derecha al poder, terminan demostrando que no presentan una oferta atractiva
ni para su propio grupo político, más allá de la magnificación de
los medios o la palmadita en la espalda tal cual niño que luego de
haberse ponchado 3 veces en un juego de pelota siempre encuentra la
mirada y frase aliciente de su padre aunque este sepa que lo hizo mal,
está pues el propio desenlace que a foráneos y nacionales nos indican
que ante la propuesta Bolivariana que consagra un proyecto político
concreto la oposición no tiene cabida si intenta reconstruir las ruinas
de la cuarta o formularse planteamientos que contrapongan los intereses
del pueblo. Aunque falta casi un año para el 7 de octubre el
pueblo venezolano decidirá si sumergirse en el debate falso de la oposición
o en la continuidad de una alternativa endógena que sigue estando al
lado del líder de la revolución Hugo Chávez.
“La victoria del
7 de octubre debe ser doble: una electoral, para ganarles (a la oposición)
con 70% de los votos y la victoria de neutralizar a los violentos, los
que vana a tratar de desestabilizar al país". Hugo Chávez
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