Admiro a Fidel, a Raúl, a Camilo, (los dos, Torres y Cienfuegos) al comandante Chavez, a Farabundo, y a todos los guerrilleros que han luchado y dado su vida por el bienestar del pueblo.
Poder decir lo que uno piensa y siente con plena libertad es un derecho y un gran bien. Parece ser que en Estados unidos eso no se puede hacer. Decir algo que pueda molestar a un sector de la población, (por demás minoritario) significa perder el trabajo, tener que pedir perdón de rodillas, humillarse hasta lo nauseabundo, para no perder el empleo.
El pelotero Guillén, ha representado un acto miserable, una pantomima asquerosa, se ha arrastrado por el suelo para tratar de disculparse con la gusanera cubana de Miami. Hay un cerco a la libertad de expresión en todo el país. Quien no piense como los yankys, o como los gusanos no puede vivir ni trabajar en USA.
Galeano sigue teniendo la razón, extraño mundo al revés. Donde se supone que impera el acto más representativo de la civilización occidental; que es la democracia, no se pueden expresar libremente las ideas.
Es una pena ver a un hombre convertido en una basura para defender su salario. El dinero es su única preocupación. Solo los bienes materiales le son importantes, y se arrastra para no perderlos.
En el capitalismo, y en especial en el neoliberalismo la dignidad se vende, las conciencias se compran, los valores se miden en dinero, y las personas se convierten en mercancías, estas podrán comprarse o venderse según el mercado.
El canciller Nicolás Maduro dijo hoy en Cartagena que: “América Latina hoy es otra, cambio y es libre” eso es verdad, nuestros pueblos despertaron, no están dispuestos a rendirse al amo yanki, ni a doblar la cerviz ante nadie.
Estamos escribiendo la historia, enfrentando al enemigo neoliberal, capitalista, que todo lo convierte en dinero y en mercancías. Luchamos por poder darle un futuro a nuestros descendientes. Que los hijos de nuestros hijos tengan una patria digna, con salud, educación, cultura, y sobre todo la dignidad de ser hijos de Bolívar, si, ese Simón Bolívar que descolgaron el once de abril del salón donde se firmo el decreto de Carmona, (ese adefesio jurídico en palabras de Olavaria) ese Bolívar que les escuece, que les jode, que les incomoda a los opositores por que les recuerda que la libertad y la dignidad de nuestra nación nos la dio el Libertador.
PATRIA SOCIALISTA ESTAMOS VENCIENDO
CHAVEZ SOMOS MILLONES
cmaglione@cantv.net