Decía Aquiles Nazoa sobre Judas al momento de la traición:
“...Cristo observa con sorpresa
semejante atrocidad,
porque Judas cuando besa
es que besa de verdad...”
Al candijunche le indicaron que no abriera mucho la boca, que se quedara calladito y como que no quebraba un plato. El muchacho, lejos de lo que se piensa, ha hecho caso y creo que en su corto papel candidatural está dejando atrás al Encandilao del Catatumbo. El punto es que cuando cacarea, uno también observa con sorpresa semejante atrocidad. En cada gesto, cada frase e intención, está el beso de este Judas para El Pueblo
Uno comienza a recordar aquellos días del golpe y cae en cuenta que esta gente pensante del país, estos inefables miembros de la “sociedad civil”, dijeron muchas atrocidades. Se arremolinaron en grupito frente a las cámaras golpistas para exigirle la renuncia al Presidente, arrearon a sus disociados al matadero con “Vamos a Miraflores”, sacaron a Rodríguez Chacín diciendo también ante las cámaras golpistas: ¡Ah¡ ¿No te la das de macho? Se fueron a la embajada de Cuba para “verificar que no hubiese ningún venezolano dentro de la sede diplomática” y de paso destruir vehículos, cortarle el suministro eléctrico, recomendar dietas de alfombras, etcétera.
Cuando se han visto en situaciones embarazosas, ejemplo las interpelaciones en la AN luego del golpe, arguyeron que estaban motivados por la buena intención, como si admiraran la puntería de los francotiradores de la PM, o el arrojo patrio de Vivas y Forero enfrentando a las hordas chavistas en Puente Llaguno. Consumados motolitos, la cara de pendejos que ponían ante las sesiones, comenzó a difuminarse tras el perdón de nuestro Líder y en menos de ocho meses volvieron a lo suyo con el lock out empresarial y la paralización de PDVSA. La oligarquía, sus medios y los partidos golpistas, preñaron a unos generales fantoches y les montaron carpa en Plaza Altamira con visos de pandemónium. Allí se congregaban los más disociados, se consumía droga, negociaba la canalla, incluso violaron y mataron personas. Los “primero justicieros”, recuperados del culillo del 13 de abril, comenzaron a ladrar junto al traslúcido y bola fría de Juan Fernández y su “Gente del Petróleo”.
La puerilidad del candijunche es parte de una imagen que ha sido estudiada. No asumamos con superficialidad lo de “Muchacho bobo”. Lo que dijo el Líder Comandante no fue para burlarse, sino un mensaje claro de que están al descubierto sus planes. Cuando Capri dice que cada 13 de abril tiene su 7 de octubre, suelta una serie de meta mensajes que denotan su consabido plan golpista. La frase no se le chispoteó, no fue casualidad. Le dieron una frase –discurso para que la soltara a propósito de esta década de abriles.
Estamos hablando de una oposición que lleva diez años tratando de retomar el poder, auspiciada por el imperio yankee. Se trata de la desesperación extrema a causa de fracaso tras fracaso de golpes, guarimbas, sabotajes, asesinatos, guerra mediática, intentos de magnicidio, promoción de conflictos internacionales, atentados terroristas, saltos de talanqueras, paramilitarismo y demás exquisiteces de la cornucopia fascista. Todo ello, con la guinda de una candidatura que no levanta.
La frasecita de marras significa que aunque aquel 11 tuvo su respuesta el 13, ese 11 puede repetirse este 7 de octubre. Es una amenaza de golpe, tal vez estilo Siria y de allí el anuncio del Comando Anti Golpe ¿Recuerdan el ataque que sucedió hace poco a cierto colectivo? Los comandos paramilitares están operando.
Ojo pelao con los Judas del Pueblo, sus boberías, sus besos y sus atrocidades.
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