¿Usted está perdido en ese túnel, diputado?

¿Usted está perdido en ese túnel, diputado?

Hoy no ando en joda. Corrijo; sí quise pero luego leo el más reciente artículo del Comandante Fidel  y se me quedó grabada la última frase: “¿Se comprende por qué el himno de los trabajadores exhorta a cambiar el mundo hundiendo el imperio burgués?”

Al principio, un enigma; luego un axioma, pero más allá de esto están las crisis que sacuden el orbe, sobre todo en los llamados países del primer mundo ¡Si tan solo fuese paradigmático!  Sin embargo resulta que sus dirigentes tratan de salvarlo a su secular y salvaje manera. Vivimos en un mundo globalizado y este de por sí es un concepto hecho a la conveniencia de las élites internacionales, en su empeño de dominación. De allí surgen todas las variantes supranacionales que con etiquetas contradictorias (TLC, por ejemplo) imponen “acuerdos” leoninos y vasallaje a los Pueblos.

Es a los Pueblos, porque quienes siendo sus dirigentes  se acogen a términos ultramarinos, han dejado atrás como un trasto inservible, la vergüenza patria y el rubor ante la palabra soberanía. Apelar a la autodeterminación para rubricar groseras concesiones es un acto de cinismo. Lo que importa es cuanto se obtiene, pues el efecto sobre la masa trabajadora se da por descontado y muchas veces queda pre establecido en adelantos cuyos cobros se convierten en estadística sangrienta de dirigentes obreros, campesinos  y comunitarios. “¡Esos se jodieron!” dijo en una ocasión uno de sus más conspicuos exponentes, Aznar, a nuestro Líder Comandante cuando éste le preguntaba sobre qué hacer con las naciones hundidas en la miseria del capitalismo salvaje.

Los TLC y sus derivaciones son la forma blanda o suave de invadir, colonizar o recolonizar a los Pueblos. Las formas duras son Irak, Afganistán, Libia, Siria. Estamos en presencia de una nueva época que se reconocerá en los anales de la historia de acuerdo a quién logre sus objetivos: Los imperios en crisis o los Pueblos conscientes.

Ese mundo globalizado que prefiguraron para dominarnos, nosotros lo andamos. Las herramientas tecnológicas no son de su exclusividad. Hemos aprendido con creces e incluso los superamos. Sus twitters, correos, enlaces y conexiones los delatan, le seguimos el rastro hasta sus madrigueras y develamos sus planes oportunamente. Los túneles subterráneos de sus planes de golpe se los descubrimos. Deambulan ahítos de la podredumbre y  miasma imperial, a oscuras, perdidos en un laberinto que ellos mismos excavaron. Esas cuevas llegan hasta Washington lo cual es, para ellos, la representación mental de “su mundo globalizado”. Más allá existe un nuevo orden, un nuevo concepto de vida en el planeta por el cual debemos luchar so pena de hundirnos en su inframundo.

Mientras un par de idiotas como Leopoldo Castillo y el “honorable” diputado Alfonzo Marquina contribuyen mediáticamente a dar forma a un nuevo episodio desestabilizador con un intento de fuga masiva de reos de La Planta, Colombia exige, al calor de la firma de su TLC, que los putos gringos de disculpen por un mal acuerdo con unas de sus “damas de compañía”, dejando en evidencia axiomática lo que les espera a los trabajadores colombianos, así sean de índole sexual. Vaya que oportuno ejemplo de libre comercio. Ante la exigencia, seguramente la Casa Blanca convenga en ello, una vez que ha logrado su objetivo y a sabiendas de que ahora allá tienen a uno de los suyos, de acuerdo a la doctrina Roosevelt.

En esos túneles quieren que vaguemos y divaguemos. Marquina no se ruboriza mientras repta en televisión, a pesar de que él representa a la podredumbre cuarto republicana, para calumniar a nuestros ministros e Instituciones. Así lo exige el libreto imperial globalizado; es el sino por prostituir la conciencia  ante el yankee.

¡Vamos pues, trabajadores! ¡A hundir el imperio burgués!

placidordelgado@gmail.com



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Plácido Rafael Delgado


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