Debe ser muy jodido, cuando no algo incómodo, el tener que atender a cientos o miles de mis artículos nada complacientes, a veces estremecedores de ira y descontento por este medio de www.aporrea.org.
Algunos que no son publicados otros publicables, a otros que ser les corrigen palabras que el editor considera duras, vulgares u obscenas.
No importa, está bien.
Es parte del oficio.
En lo personal, a veces paso muchos días o semanas sin enviar alguna nota a este querido portal, porque uno también se asquea de decir cosas terribles y de verdades que al parecer poca gente toma en cuenta.
Pero a alguien le llega algo, y uno cree que eso ayuda positivamente al país.
Porque lo único que debe mover a escribir es la necesidad de que se haga justicia.
Pero desde que comencé a escribir en Aporrea me olvidé de todos los medios impresos que antes compraba. Realmente que no me interesa leer periódicos, que yo que estaba un poco enviciado en esas lecturas. Y puedo decir que no hay día en que no vea las secciones de noticias y los artículos de Aporrea.
Ahí en Aporrea está el país que clama, que se queja, que lucha, que se enardece, que ama a Chávez, que trata de alertar a los camaradas sobre los males que amenazan frecuentemente a la república; que desenmascara infiltrados y traidores, que difunde todo lo bueno que hace nuestra revolución bolivariana.
Es un crisol de locos iluminados, de desarrapados y descamisados de la pluma. Poetas y caricaturistas brillantes como Iraida Blanco, Andrea Coa, Mario Silva, Aldo Bianchi, José Antonio Velasco Montaño, Juan Veroes, Juan Carlos Villegas, Vicman, Marcos Pedraza, y tantos otros.
Ahí pues, tenemos ese portal de repercusión mundial, de referencia clave sobre cuanto tiene que ver nuestro país, y que ya es de consulta obligada para todos los medios poderosos de la tierra. (He sido entrevistado por varios medios internacionales y entre los datos significativos que colocan es que soy colaborador de Aporrea).
En sí, Aporrea es ya un patrimonio cultural, histórico y político de Venezuela. Toda la información recogida en diez años de trabajo es un testimonio fundamental para conocer la revolución bolivariana, es, podría decirse, EN RELACIÓN CON LA BATALLA IDEOLÓGICA Y MORAL DEL PRESIDENTE CHÁVEZ, EL EQUIVALENTE A LAS MEMORIAS QUE RECOGIÓ EL GENERAL DANIEL FLORENCIO O’LEARY SOBRE NUESTRO LIBERTADOR.
Felicitaciones por existir, persistir, sufrir, candanguear, integrar, gozar, informar sin jalar; conectar, llorar, ladrar, amar, organizar, golpear, iluminar, arrechar y reflexionar; descifrar, desnudar, carajear, despreñar, destramar y protestar; cantar, desentrañar, aconsejar e investigar; denunciar, patalear, clamar, zaherir, maldecir, conciliar, corregir, educar, abrazar, atisbar, trepidar y puyar.
Felicitaciones.
jsantroz@gmail.com