Quiero empezar este mensaje diciendo que estoy convencida de que el proceso revolucionario venezolano sólo será posible si se conforma un poderoso movimiento social autónomo que lo empuje hacia delante, impidiendo que se empantane o retroceda. Y que Aporrea y los medios de comunicación alternativos tienen un papel fundamental que jugar en esa construcción.
10 años de vida no es nada y es tanto para un proceso que convulsiona los cimientos mismos de la sociedad venezolana.
Nada es fácil. Son muchos los errores que se cometen cuando se está creando algo sin libreto previo. Son muchas las resistencias tanto en el bando de los que se oponen al cambio como entre nosotros mismos.
Por eso son tan importantes las voces críticas y la interpelación popular para alertar a tiempo acerca de posibles desviaciones o errores. Ustedes saben que soy una firme convencida del papel fundamental que debe desempeñar la crítica pública dentro de de todo proceso revolucionario, y especialmente en los nuestros en América Latina, donde nuestros gobernantes se encuentran con tantas limitaciones heredadas del pasado, entre ellas la cultura dominante egoísta, rentista, consumista, clientelar, corporativista. A las barreras exteriores se unen estas barreras interiores, y si no somos capaces de sobrepasarlas, corroerán por dentro este esfuerzo de construcción.
El argumento de que el enemigo sacará provecho no vale. Sabemos que, en la era de la información en la que vivimos, nada es secreto y que la batalla de ideas jamás se ganará censurando sino informando, razonando, convenciendo.
Pero defender la crítica pública no es defender cualquier crítica. Debe tratarse de una crítica muy bien informada; una crítica constructiva, que alerte a tiempo y en lo posible ofrezca alternativas de solución a aquello que se critica; que parta del deseo de curar la enfermedad, ayudando a la persona a superar su crítica situación y no de buscar destruir al enfermo.
Aporrea desde su nacimiento, hace una década, ha sido el principal instrumento con el que ha contado el pueblo venezolano para hacer llegar su voz a las diferentes esferas de gobierno. Aunque ciertamente no todos los artículos críticos que aparecen en su página cumplen los parámetros deseados que hemos planteado más arriba, el equipo de aporrea ha tenido la sabiduría y la necesidad de publicar todo lo que recibe. Ha decidido sabiamente no ejercer la censura; no convertirse en un tribunal que juzga lo que es justo y lo que no es justo publicar. Ha decidido servir de canal para todo aquel que quiera expresarse libremente, y ha dado espacio para que todas las personas e instituciones interpeladas puedan ejercer su derecho a la defensa o a comunicar sus puntos de vistas. Suponemos que esta decisión no ha sido sin costos y que probablemente haya podido sustraerle algún apoyo institucional.
Es por eso que considero una iniciativa muy interesante la de algunas compañeras y compañeros que han propuesto que apoyemos a Aporrea con algún tipo de suscripción solidaria que le permita sobrevivir como iniciativa mediática independiente.
Hasta ahora hemos hablado de crítica, pero no sólo encontramos en Aporrea artículos críticos. Para quienes estamos lejos físicamente, pero muy cerca emotivamente, siguiendo con pasión comprometida el histórico proceso que vive Venezuela, la página web de Aporrea es una preciosa fuente de información de lo que está ocurriendo en el país y de las políticas gubernamentales que se están tratando de implementar.
Por todo esto felicitaciones y gracias a las compañeras y compañeros de Aporrea y muchos años más de vida en su noble y necesaria tarea.
mharnecker@gmail.com